Éxito
El
término éxito procede etimológicamente del latín. Exitus significa salida. Es
el logro de algo positivo. De hecho, las tres acepciones o sentidos de este
vocablo son: resultado feliz de una actuación, buena aceptación que tiene algo
o alguien, y terminación de algún asunto o negocio.
Por
tanto, ser una persona de éxito o pretender tenerlo, no es algo que suponga
excesiva ambición, sino que es un fin entendible en la existencia de cualquier
individuo. En el fondo, radica en el logro de los proyectos vitales.
Indudablemente, sin un cierto nivel de riesgo y coraje es difícil avanzar y
culminar asuntos y acciones. Conformarse con el simple transcurso de la vida no
parece lo más apropiado. Ya que considero que el gran objetivo de la existencia
humana es aprovecharla de la forma más intensa posible. Aunque esto puede
entenderse en múltiples sentidos. Me refiero, fundamentalmente, a no
desaprovechar los talentos que están en el interior de cada persona. Porque
pueden salir proyectados exitosamente, a través del esfuerzo, la tenacidad y la
perseverancia. Podemos sacar lo mejor de nosotros mismos en nuestra existencia,
y conformarse con no hacerlo, es posible, pero no me parece la mejor opción. Cada
individuo debe conducir su propia vida para desarrollar al máximo sus posibilidades. Se puede ser mucho más de lo que ya se es. Es
una cuestión de tiempo, constancia, voluntad y determinación. Las acciones son
la llave del éxito, y también de la creatividad y la genialidad.
Lo
óptimo es atreverse a crear, proyectar, inventar, desarrollar, etc., porque es
lo que hará real lo que cada sujeto desee lograr. Lo que supone también vencer la pereza y la
pasividad. Incuestionablemente, cada sujeto es capaz de hacer por sí mismo mucho
más, de lo que, a primera vista, puede parecer. Los grandes creadores de la
literatura y las artes, y también los filósofos son una prueba evidente de lo
que digo.
La
energía positiva y la ilusión son los potentes motores del éxito verdadero.
Porque el cerebro puede focalizarse o centrarse, con una gran intensidad, en
las posibilidades que tenemos ante nosotros más que en los obstáculos. La
libertad es una de las bases del éxito. El aprovechamiento y explotación de las
virtudes y capacidades propias es una de las fórmulas mejores para ser conocido y valorado por lo
que se hace. Dar más a la sociedad, de lo que se nos podría solicitar, es otra
de las ventajas de ser una persona triunfadora y exitosa. Ser diferente a los
demás no es algo negativo, sino enriquecedor.
Y cada individuo lo es, aunque no quiera.
Ser
un experto en algo exige unas 10.000 horas. Todos podemos ser expertos. Pero,
es cierto que, para defenderse con soltura en numerosos temas, con unas decenas
o centenares de horas puede ser
suficiente. Algunos dicen que con diez horas. Los problemas son resolubles,
todo depende del tiempo que se dedique
para solucionarlos. La vida con éxito es más intensa y gratificante. El valor de una existencia
exitosa es inmenso.
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