martes, 10 de mayo de 2016

Comte

Comte

Es un filósofo que nació en 1798, en el seno de una familia tradicionalista, y que murió el 5 de septiembre de 1857 en su domicilio parisino. Entre sus obras destacan: Discurso sobre el espíritu positivo, Tratado filosófico de astronomía popular, Curso de filosofía positiva, Catecismo positivista, La física social y Sistema de política positiva.
Fue un pensador con una amplia y profunda formación. De los autores que leyó, el que tuvo mayor influencia en su pensamiento fue Condorcet. La investigación del pasado  sirve también para  pensar en el porvenir, y  también es posible establecer la interrelación profunda entre política e historia, algo explicitado también por Condorcet.  Además, para Augusto Comte es plausible la idea de Montesquieu de extender  a los fenómenos sociales el concepto de ley natural.
Comte admiró mucho la filosofía de Hobbes. También consideraba  que el Conflicto de facultades de Kant de 1798 poseía ideas con las que estaba de acuerdo, y que le inspiraron en la elaboración de sus tratados. El método dialéctico de Hegel también le sirvió de referencia para los tres estadios que Comte formuló, aunque desde otra perspectiva conceptual y metodológica.
Las ideas socialistas de Saint-Simon que animó a Comte y le ayudó no convencieron a uno de los padres de la Sociología. Porque Augusto Comte no deseaba la supuesta confrontación social, que podría causar el igualitarismo socialista  revolucionario. Ya que Comte pretendía que existiera una jerarquía estable,  algo que no concordaba con la igualdad en un sentido profundo.
Su obra no busca mantener el sistema vigente en su época. Vivió en un periodo de grandes transformaciones socioeconómicas. Insistió, por primera vez en Francia, en investigar, científicamente, la sociedad. Puesto que el nuevo orden social del futuro  debía sustentarse  en bases sólidas, o, lo que viene a ser lo mismo, sobre fundamentos científicos.
A diferencia de los socialistas utópicos Comte establece formas de pensamiento sistemático, que expresan la relación de los hombres con el mundo o la realidad.
Está plenamente convencido de que la humanidad está avanzando. El progreso técnico, social y humano, es una realidad perceptible en el siglo XIX. Algo que se puede evidenciar, por los continuos inventos, y por los avances de las ciencias.
El auge de la sociología  que el mismo Comte fundó es uno de sus grandes logros intelectuales. Aunque también es cierto que fue Durkheim, el que separó a la Sociología de la Filosofía, y la consideró como una ciencia independiente. Y, si bien Durkheim se inspiró directamente en las obras de Comte, también criticó su sistema.
El positivismo elaborado por Comte al otorgar una gran importancia a los datos científicos y a las ciencias es coherente. En efecto, el pensamiento científico, y la objetividad, precisión y rigurosidad del mismo, es esencial para una nueva era positiva, en la que el ser humano viva una existencia más plena. Ahora bien, no todo se reduce a ciencia.
Comte, a mi juicio, se equivocó en su intento de convertir  el positivismo en una religión humana, con sus rito específicos, algo que alejó, como se sabe, a varios amigos suyos como Littré y Stuart Mill.

De todos modos, las obras de Comte  muestran una gran erudición y un estilo brillante, preciso, riguroso y original. La fuerza y genialidad demostrada en sus profundos análisis y reflexiones lo convierten en un clásico de la historia de la filosofía, y en un gran pensador a la altura de su tiempo.

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