Es precisa la aplicación de este artículo
de la Constitución inhabilitando a la
Generalitat.
No existen razones, a mi juicio, para
esperar más. Rajoy está buscando el acuerdo del PSOE para aplicarlo, porque el
visto bueno de Rivera ya lo tiene y, si sigue sin tomar la decisión, creo que
las cosas se pueden complicar mucho más de lo que ya lo están.
La inhabilitación de Puigdemont por el
Tribunal Constitucional planteada por el
PSOE estoy convencido de que no prosperaría, ya que los independentistas no
obedecen las decisiones y sentencias de los tribunales, en casi todos los casos,
y menos respecto al Presidente de la Generalitat.
Por otra parte, alguno habla de la
mediación de la Unión Europea para resolver el conflicto con Cataluña, aunque
considero que es una negociación abocada al fracaso más absoluto, ya que lo que
pretende el Gobierno autonómico catalán incumple las leyes vigentes en España y no se puede
dialogar sobre eso.
Es preocupante que la Unión de Oficiales
del Guardia Civil compare la situación social de Cataluña con la del País Vasco
en 1981. Creo que sobran los
comentarios. No me extraña que Rajoy ordene a Policía y Guardia Civil que no
abandonen los hoteles. La imagen que se está dando es triste y penosa para un Estado como España. Y
las llamadas de atención del PP a Puigdemont para que cese el acoso a las
fuerzas policiales indican muchas cosas.
Se está fraguando, en mi opinión, una
auténtica rebelión con la jornada de huelga general con cortes en muchas carreteras y también con la
actitud de ciudadanos independentistas que se movilizan.
Entiendo que Rivera pida aplicar el
artículo 155 en Cataluña para convocar elecciones, pero dudo mucho que
signifique un avance hacia la solución del conflicto político y social existente en esta bella tierra española.
Por cierto, el acoso a la sede de
Ciudadanos en Barcelona es impropio de una actitud democrática. Y decir
“fascistas fuera” a los que defienden la aplicación de la legalidad española
vigente es absurdo.
Y la declaración unilateral de
independencia del Govern parece que va a producirse, tal vez, este mismo mes y
aunque se aplazara algo más en el tiempo con la ley de transitoriedad parece
que las cartas ya están puestas sobre la mesa o es la impresión que da.
El panorama en Cataluña es desalentador
para el resto de la ciudadanía española de las otras Comunidades Autónomas que
asisten asombrados a la posible fragmentación de España en dos Estados, si no
se encuentra una solución pronto.
El remedio podría ser, quizás, la aplicación
del artículo 155, o la intervención de la Generalitat por medio de la Ley de
Seguridad Ciudadana o la declaración del Estado de Excepción. Y con la participación del Ejército en apoyo
de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña. Pueden parecer medidas
muy drásticas, pero ante un Gobierno autonómico que se rebela no creo que haya
muchas más alternativas.
O, si esto no se realiza, me parece que
asistiremos a la configuración paulatina de una república catalana y el
Gobierno español dirá que no es tal estado independiente y estaremos jugando un
juego ridículo durante años, hasta que, al final, las cosas se enroquen o
solidifiquen y no haya vuelta atrás. Espero que esto no ocurra por el bien de
todos los ciudadanos.
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