La publicación de un
libro sobre la gnoseología de Leonardo Polo reúne ponencias sobre su obra. Las obras completas de Polo se editarán en 27
volúmenes, según lo previsto. Este pensador español nació en 1926 y falleció en
el año 2013. Ejerció una magistral labor como profesor universitario de
Filosofía y como escritor.
Descubre el límite
mental humano y lo abandona y supera ya que trasciende el pensamiento
objetivador. De esta manera se pone de manifiesto que las operaciones intelectuales se insertan
en el ámbito personal e intencional de cada sujeto que conoce la realidad.
Es indudable que la
filosofía poliana se expresa analizando la tradición metafísica y valorando la filosofía
contemporánea desde una perspectiva
humanística e integradora de los aspectos esenciales de la persona y su
coexistencia con los semejantes desde una perspectiva cristiana.
Desde el enfoque
filosófico de Polo lo principal es la presencia, aunque pretende ir más allá de
la misma, porque la realidad humana y material es muy compleja y no admite
simplificaciones en relación con su profunda comprensión. Y el camino del saber
y de la ciencia no tiene fin.
No es un pensador
sistemático como Hegel. Porque, a su juicio, los diversos ámbitos de la
realidad proyectan en el campo del conocer una amplitud de cuestiones que no
puede ser reducida a un sistema cerrado. De todos modos, Leonardo Polo está
convencido de que como también comenta Fernando Haya «el pensamiento es fuerte de suyo, mucho más fuerte y
excelente que lo han concebido los modernos al confundir su naturaleza con la
de los procesos físicos».
Lo que no significa, en modo alguno, que Polo no sea consciente de las
grandes aportaciones de las ciencias en el mundo contemporáneo.
Considera que es
preciso subordinar adecuadamente los medios a los fines en la práctica. Algo que no se suele tener
muy en cuenta en la realidad social actual llena de relativismo materialista.
Polo modifica algunas ideas del Estagirita y las reelabora. Por ejemplo, coloca
al intelecto agente en el ser personal
para que cada sujeto pueda acceder a los distintos objetos aspectuales de la
realidad.
Insiste en la
relevancia e importancia de lo que se entiende por acto cognoscitivo. Como
escribe Claudia Vanney «La teoría del conocimiento de
Leonardo Polo tiene la suficiente potencialidad
como para enmarcar un diálogo interdisciplinar fructífero». Además, quiere inyectar vida al pensamiento o a lo
abstracto. En este sentido, la filosofía poliana está en la misma línea que el
vitalismo o personalismo, por lo menos en algunos aspectos. Según Polo «La intencionalidad es
aquel modo de establecer la unión que remedia la incomunicación óntica de lo
finito». En efecto, las cosas reales al ser objetivadas y conocidas
por su simple materialidad no nos dan una significación comunicativa de orden
intencional.
Son entendibles desde
su objetivación real medible y cuantificable. En consecuencia, es evidente que
lo conocido se refiere al sujeto cognoscente, por eso dice Sanguineti que «La teoría del conocimiento de
Polo comienza con los objetos conocidos y pasa en seguida a señalar su
intencionalidad». No cabe duda de que el libro titulado El Curso de teoría del conocimiento
de Leonardo Polo es fundamental para la comprensión de su epistemología o
gnoseología. Y puede decirse que será el tratado suyo que, probablemente, más
influya en la historia de la filosofía española. En la primera parte del
tratado elabora una teoría de las diferencias y unificaciones de las
operaciones y objetos de las facultades del intelecto. En la segunda, propone
la unificación de las mismas por medio de la inteligencia.
Conviene tener
presente que la significación de teoría es para Polo la propia de la filosofía
griega antigua, ya que como escribe también Enrique Moros «que es el modo de saber supremo que el hombre puede tener sobre
alguna realidad».
En la producción escrita
de este Catedrático de Filosofía cabe destacar los siguientes libros: Evidencia
y realidad en Descartes, La persona humana y su crecimiento, El acceso al
ser, Nominalismo, idealismo y realismo,
Hegel y el posthegelianismo, La esencia del hombre, etcétera. Una de las
enseñanzas más profundas de Polo en relación con la esencia del hombre es la de
ser capaz de dar y no solo de tener. La persona añade valor a la realidad con sus actos o acciones y con sus decisiones
y esfuerzos.
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