Los españoles no se
merecen el partido que jugó la selección española contra Rusia. Y siento tener
que decir esto, pero se ajusta a la forma de jugar que se ha visto. En los
informativos de las principales cadenas de televisión españolas también tienen
claro que España ha mostrado que está sin juego.
Es cierto que la
habilidad técnica es notable como corresponde
a la calidad de los futbolistas de la selección, si bien se necesita que
el juego sea más variado y profundo. Contraataques y, sobre todo, jugadas más
veloces. Y también disparar mucho más a portería para intentar marcar.
Si, únicamente, se
esperan los fallos o errores del otro equipo lo más probable es que no se logre
ganar el encuentro. Y esto parece que la selección española o los futbolistas
no lo han considerado.
No se trata de negar
el esfuerzo y la entrega de los jugadores, pero su juego no fue efectivo. No se
puede estar todo el partido y la prórroga pasándose el balón como si fuera un
entrenamiento y esperando el error del equipo rival.
Aunque el equipo haya
realizado más de mil pases y esto suponga un una cifra que desde 1996 no
lograba ningún país, no es suficiente. Sin un juego de ataque que cree
ocasiones de verdad en el fútbol actual no se logran victorias.
Es verdad que España
no ha sido derrotada en el mundial de Rusia, pero eso no justifica o sirve de atenuante respecto a la falta de goles. La vuelta a casa se veía
venir. El cambio de entrenador a dos días del comienzo de la competición es
otro factor que causa problemas a cualquier combinado y es algo presente en las
mentes de muchos aficionados españoles, diría que de la mayoría o de una buena
parte.
Ya se sabe que en una
competición de este gran nivel todo es muy difícil, algo que nadie niega. De
todos modos, las cosas se pueden hacer mejor. La preparación técnica de los
partidos creo que es claramente mejorable. Deben buscarse alternativas para
ganar en efectividad. El gol de España fue en propia puerta de un jugador ruso.
Ante Rusia que no ha sido hoy, al menos, una selección que destacara por su
nivel España no ha sido capaz de demostrar su superioridad técnica
traduciéndola en goles. De poco sirve tener la posesión de la pelota un
75% si no se gana.
La decepción de los
más de once millones y medio de españoles que han visto el partido por
televisión creo que ha sido mayúscula y no es para menos. Porque, si España
resulta eliminada jugando con profundidad y con muchas o bastantes ocasiones de
gol, los aficionados entenderían la derrota como una consecuencia de la mala
suerte, que también influye en el deporte.
Lo que no es de
recibo, a mi juicio, es la forma de jugar aburrida, lenta y monótona durante casi todo el tiempo del partido por
parte de la selección. Si un sistema o táctica de juego no funciona habrá que
poner en marcha otras en el mismo encuentro o cambiar a más jugadores o hacer,
de alguna manera, que las instrucciones de juego del entrenador se cumplan.
En cualquier caso, los
comentaristas y periodistas deportivos ya hablaban de serias dudas sobre la
efectividad del juego de la selección y sobre sus posibilidades reales de
seguir adelante en el Mundial de Rusia. Y, por desgracia, las peores
suposiciones se han confirmado. Es triste ver llorar a varios jugadores
españoles ante la eliminación y lo digo con todo el respeto. Se trata de buscar
soluciones y no de señalar culpables.
A lo mejor el estilo
de juego de España tiene que cambiar y
dejar en segundo término el famoso tiquitaca, ya que da resultado ante
selecciones de países de menor nivel futbolístico, pero no sirve ante
combinados nacionales potentes. Dar pases cortos y disponer de una posesión del
balón abrumadora no sirve necesariamente para ganar partidos. En cambio
disponer de alternativas de juego diferentes ante rivales con formas de jugar
muy distintas puede ser decisivo.
Lo que está claro, en
mi opinión, es que ha de hacerse un profundo análisis acerca de lo que debe
hacerse para que la selección española
de fútbol vuelva a ser mucho más competitiva y que ataque más y mejor.
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