martes, 31 de julio de 2018

PASEO FILOSÓFICO -VIDEO

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TEORÍA DEL CUERPO POLÍTICO -VIDEO

LA BÚSQUEDA DE LA EXCELENCIA -VIDEO

LA ESCUELA DE MADRID Y LA GENERACIÓN DECISIVA -VIDEO

LA NUEVA GNOSEOLOGÍA DE MERLEAU-PONTY -VIDEO

AVICENA Y LA METAFÍSICA DE LA REALIDAD -VIDEO

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domingo, 29 de julio de 2018

TAXIS LEGALES

TAXIS LEGALES



Una licencia de Uber o Cabify por cada treinta taxistas es lo que dice la norma. Y no se está cumpliendo.Lo que supone competencia ilegal y desleal para los 70.000 taxistas y 100.000 familias que viven del taxi.
Lo que no se debería es opinar alegremente y decir que si las tarifas de Uber o Cabify son un 50 por ciento más baratas que los taxistas bajen las suyas al mismo nivel.  
Es lógico lo que dicen los taxistas de Madrid: «Paralizaremos Madrid hasta que se cumpla la ley». Y si dependen de los ayuntamientos que se tomen las medidas oportunas. Si corresponde tomarlas a las Comunidades Autónomas o al Gobierno central pues lo mismo.
Hay ahora circulando en Madrid un vehículo de alquiler con conductor por cada cuatro taxis y según la legalidad vigente la proporción tiene que ser de uno por cada treinta. Sobran los comentarios y las argumentaciones para entender la realidad que están sufriendo injustamente los taxistas.
Porque los taxistas en España pagan sus impuestos religiosamente, mientras que estas empresas de fuera no pagan nada  y les dan las licencias igual y todas sus ganancias se van fuera de nuestro país. Los taxistas solo defienden sus derechos.
Y habría que darse cuenta, antes de opinar a la ligera, de la gran cantidad de horas de trabajo que tienen que dedicar a su trabajo los taxistas como autónomos para llegar a fin de mes con lo que ganan. De hecho, los representantes de los taxistas están dispuestos a que existan distintos tipos de tarifas, ya que son un servicio público para los ciudadanos. No cabe duda de que la huelga indefinida en Madrid, Barcelona y otras ciudades perjudica  claramente a los ciudadanos, especialmente, a los que viajan y desean trasladarse desde los aeropuertos a sus destinos. Y lo que es el colmo es que sea por el incumplimiento de la legalidad existente  en nuestro país.
Se podría pensar,al  menos especulativa e hipotéticamente, en  exigir daños y perjuicios desde una actitud profundamente respetuosa del ordenamiento legal español. Ya que somos consumidores de un servicio público esencial y se ven afectados negativamente nuestros derechos. Debería haber servicios mínimos suficientes para atender correctamente a los ciudadanos que no tienen la culpa de este conflicto. Y que son los que sufren las consecuencias del mismo de modo absolutamente injusto.
Lo que no puede ser es que tengan más derechos los que llegan de fuera que los propios españoles. Igualdad para todos. Es necesario que se regule mejor y coherentemente el servicio que ofrecen los taxistas y que partan de una igualdad de condiciones de cara al desarrollo de su actividad laboral.
Si en Uber o Cabify los conductores ganan mil euros al mes o menos no parece que el resto de taxistas tengan que conformarse con este dinero para mantener a una familia para que las tarifas sean muy bajas.
Esperemos que en la reunión con Fomento  de los taxistas se vuelva  a la normalidad cuanto antes.  Estoy convencido de que se logrará si se hace cumplir la ley con más controles  a  las empresas que alquilan vehículos de alquiler con conductor.
Respecto a la violencia que ha aparecido en la huelga y que ha sido transmitida por las cadenas de televisión son hechos aislados ya que la inmensa mayoría de los taxistas son pacíficos.
Respecto a los migrantes existe una regulación legal al respecto. Lo que no me parece bien es que se les proteja por parte del Estado más que a los propios ciudadanos españoles que lo necesiten. Me refiero al derecho a la vivienda, al salario social, ayudas económicas de todo tipo, etcétera. Numerosos ciudadanos en nuestro país se dan cuenta de esto o lo ven en los medios de comunicación  a través de las noticias. Y esto crea un cierto malestar social fácil de comprender. Debemos ser un poco más coherentes y justos, primero con los nuestros y después con el resto, porque parece que somos más papistas que el Papa.
Nadie dice que no haya que atender adecuadamente a los migrantes que llegan a nuestras costas, pero  es preciso también estar al tanto de las personas que nacidas en España necesitan el apoyo económico del Estado, porque están padeciendo situaciones de desempleo prolongado, precariedad laboral, pobreza, etcétera.

miércoles, 25 de julio de 2018

ABANDONO DE LA TERCERA EDAD




En Asturias el nivel de envejecimiento de la población es similar a la previsión que la Unión Europea ha calculado para el año 2060. Casi un 30% de las personas tienen más de 65 años.
La vejez es una etapa de la vida en la que se puede ser creativo y aportar muchas cosas a la sociedad. La existencia es preciso vivirla hasta el último día, si es posible, con la máxima fuerza y energía y con una calidad de vida digna. Y es  evidente que la ley de dependencia tiene muchos agujeros negros, porque hay muchas situaciones tremendas que no son abordadas con la aplicación de la misma.
Y eso sin contar con el retraso tan exagerado a la hora de conceder ayuda domiciliaria que sea realmente efectiva e inmediata. Ya que las necesidades de personas mayores y familias no esperan. Hay retrasos de más de un año.  Y una vez que dan las ayudas son insuficientes en muchos casos, porque los asistentes  van una o dos horas y cobran más de diez euros la hora.
Cuando el número de personas mayores es elevadísimo llama  poderosamente la atención que nadie las atienda ni de día ni de noche. Muchas están en la más absoluta indefensión.
Debería de crearse  una entidad, oficina u organismo de voluntariado para estar al tanto y proteger y dar asistencia a todas esas personas mayores desamparadas, sin familia o que la propia familia no se hace cargo de ellas. Incluso, sin llegar a ser personas de la tercera edad hay ciudadanos con enfermedades crónicas que también se ven totalmente solas y sin poder valerse por sí mismas. Y sin ninguna atención personalizada  por parte de ninguna entidad pública del Estado y con una mísera pensión.
Se deberían tomar apuntes o notas de lo que hacen al respecto los países nórdicos, puesto que estamos a años luz en los servicios sociales y en la atención efectiva y real a la dependencia.
Lo que se está haciendo hasta el momento son parches que apuntan a sectores de unos pocos cientos o miles de mayores, pero son decenas o   cientos de miles los afectados en Asturias.
Es preciso, a mi juicio, que ante las predemencias o demencias, las situaciones de aislamiento social o marginación que sufren una parte de las personas de la tercera edad, el Estado reaccione y tome medidas concretas y medibles. 
Que se creara un cierto número de voluntarios o profesionales pagados por el Gobierno central o por el autonómico asturiano que investigara de modo minucioso las situaciones de cada uno de los mayores de oficio y sistemáticamente para garantizar su bienestar y dignidad es algo indispensable. No hacer algo parecido a esto que propongo es dejar a los mayores abandonados a su suerte. Y esto es trágico e inmerecido. Todos llegaremos a mayores y nos gustará que nos traten bien y nos ayuden, si es necesario, por una cuestión de justicia bien entendida.
Que hasta  Margarita Salas, una científica e investigadora muy reconocida y de mucho prestigio, haya dicho en una entrevista para un programa televisivo que los mayores no son queridos  en el trabajo, por ejemplo, da una idea de por dónde van las cosas en nuestra sociedad. Esta investigadora sigue trabajando gratis en sus investigaciones, aunque ya está jubilada, porque le apasiona su actividad y no puede vivir sin realizarla. Y es perfectamente entendible, porque cada persona mayor puede seguir activa, en la medida de sus posibilidades y fuerzas hasta el momento final de su existencia.
Nuestros mayores con su trabajo y esfuerzo a lo largo de más de treinta o cuarenta años han creado riqueza que serviría, sin duda, para pagar pensiones de jubilación que se extendieran más de cien años. No es bueno olvidarlo. Todos construimos el presente y somos igual de importantes y tenemos los mismos derechos. Pero esto hay que plasmarlo en la realidad y no debe quedarse en mera retórica política.
La sociedad civil y los partidos políticos deberán tomar cartas en el asunto de la protección a la tercera edad y habilitar procedimientos efectivos de ayuda a la población que está en situación de vulnerabilidad. No se puede dejar morir sola a gente mayor, porque no tiene familia y vive de modo precario sufriendo en sus carnes la más horrible soledad y desamparo. Porque todos fuimos jóvenes y no aceptamos que existan mayores abandonados ni ahora ni en el futuro.







ABANDONO DE LA TERCERA EDAD

lunes, 23 de julio de 2018

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO DE POLO



La publicación de un libro sobre la gnoseología de Leonardo Polo reúne ponencias sobre su obra.  Las obras completas de Polo se editarán en 27 volúmenes, según lo previsto. Este pensador español nació en 1926 y falleció en el año 2013. Ejerció una magistral labor como profesor universitario de Filosofía y como escritor.
Descubre el límite mental humano y lo abandona y supera ya que trasciende el pensamiento objetivador. De esta manera se pone de manifiesto  que las operaciones intelectuales se insertan en el ámbito personal e intencional de cada sujeto que conoce la realidad.
Es indudable que la filosofía poliana se expresa analizando la tradición metafísica y valorando la filosofía contemporánea desde una perspectiva  humanística e integradora de los aspectos esenciales de la persona y su coexistencia con los semejantes desde una perspectiva cristiana.
Desde el enfoque filosófico de Polo lo principal es la presencia, aunque pretende ir más allá de la misma, porque la realidad humana y material es muy compleja y no admite simplificaciones en relación con su profunda comprensión. Y el camino del saber y de la ciencia no tiene fin.
No es un pensador sistemático como Hegel. Porque, a su juicio, los diversos ámbitos de la realidad proyectan en el campo del conocer una amplitud de cuestiones que no puede ser reducida a un sistema cerrado. De todos modos, Leonardo Polo está convencido de que como también comenta Fernando Haya «el pensamiento es fuerte de suyo, mucho más fuerte y excelente que lo han concebido los modernos al confundir su naturaleza con la de los procesos físicos».  Lo que no significa, en modo alguno, que Polo no sea consciente de las grandes aportaciones de las ciencias en el mundo contemporáneo.
Considera que es preciso subordinar adecuadamente los medios a los fines  en la práctica. Algo que no se suele tener muy en cuenta en la realidad social actual llena de relativismo materialista. Polo modifica algunas ideas del Estagirita y las reelabora. Por ejemplo, coloca al intelecto agente en el ser  personal para que cada sujeto pueda acceder a los distintos objetos aspectuales de la realidad.
Insiste en la relevancia e importancia de lo que se entiende por acto cognoscitivo. Como escribe Claudia Vanney «La teoría del conocimiento de Leonardo Polo tiene la suficiente potencialidad  como para enmarcar un diálogo interdisciplinar fructífero». Además, quiere inyectar vida al pensamiento o a lo abstracto. En este sentido, la filosofía poliana está en la misma línea que el vitalismo o personalismo, por lo menos en algunos aspectos. Según Polo «La intencionalidad  es aquel modo de establecer la unión que remedia la incomunicación óntica de lo finito». En efecto, las cosas reales al ser objetivadas y conocidas por su simple materialidad no nos dan una significación comunicativa de orden intencional.
Son entendibles desde su objetivación real medible y cuantificable. En consecuencia, es evidente que lo conocido se refiere al sujeto cognoscente, por eso dice Sanguineti que «La teoría del conocimiento de  Polo comienza con los objetos conocidos y pasa en seguida a señalar su intencionalidad». No cabe duda de que el libro  titulado El Curso de teoría del conocimiento de Leonardo Polo es fundamental para la comprensión de su epistemología o gnoseología. Y puede decirse que será el tratado suyo que, probablemente, más influya en la historia de la filosofía española. En la primera parte del tratado elabora una teoría de las diferencias y unificaciones de las operaciones y objetos de las facultades del intelecto. En la segunda, propone la unificación de las mismas por medio de la inteligencia.
Conviene tener presente que la significación de teoría es para Polo la propia de la filosofía griega antigua, ya que como escribe también Enrique Moros «que es el modo de saber supremo que el hombre puede tener sobre alguna realidad».
En la producción escrita de este Catedrático de Filosofía cabe destacar los siguientes libros: Evidencia y realidad en Descartes, La persona humana y su crecimiento, El acceso al ser,  Nominalismo, idealismo y realismo, Hegel y el posthegelianismo, La esencia del hombre, etcétera. Una de las enseñanzas más profundas de Polo en relación con la esencia del hombre es la de ser capaz de dar y no solo de tener. La persona añade valor a la realidad  con sus actos o acciones y con sus decisiones y esfuerzos.
https://youtu.be/0xUxC8-MDb8

jueves, 19 de julio de 2018

LÍMITES DE LA JUSTICIA


El libro de Michael Sandel El liberalismo y los límites de la justicia expone la problemática social.Y  también pone de relieve las complejidades de las cuestiones morales en relación con la justicia y los individuos.
No cabe duda que con el comunitarismo o el liberalismo lo más apropiado incluso desde una consideración pragmática es la aplicación real de unos principios de justicia.
Independientemente de lo que cada persona entienda, de forma particular, como una buena vida. La naturaleza humana no sufre variación a lo largo de los siglos o milenios, ya que las necesidades básicas son las mismas. De lo que se trata, a mi juicio, es de combinar adecuadamente las creencias morales con nuestra condición humana.
La ética deontológica o del deber por el deber elaborada por Kant puede ser remodelada para adecuarla a las circunstancias sociales y políticas del siglo XXI. Según Sandel «Como Kant, Rawls es un liberal deontológico. Su libro adopta la tesis principal de la ética deontológica como postulado central».  En los capítulos de su libro este filósofo político  y profesor de la Universidad de Harvard analiza, de forma minuciosa, numerosos aspectos de teoría moral y política.
Es evidente  nuestra libertad para decidir, aunque las circunstancias en las que los seres humanos están inmersos pueden ser difíciles y complejas. Somos, por tanto, agentes libres y activos en la vida. Esto lo plantea de modo muy claro Sandel y es cierto. El mismo Rawls, autor de Teoría de la Justicia,  insiste en que «La unidad del “yo” es facilitada ya por la concepción de la justicia». En este sentido, la posición original y el velo de ignorancia son claves para la comprensión de que todos los individuos se merecen unos mínimos vitales indeclinables desde la perspectiva ética de la justicia.  El deseo de ciertos bienes básicos está de forma explícita en el planteamiento ético o filosófico de la denominada posición original de Rawls.
 Se entiende que Sandel escriba que «Aunque puedan darse circunstancias en las cuales la condiciones son formidables y las elecciones pocas, la acción soberana del hombre como tal no depende de ninguna condición particular de existencia, sino que está garantizada por adelantado». La forma de entender el liberalismo deontológico por Sandel se asemeja, a mi juicio, a una interpretación que tiene en cuenta el bienestar particular de los sujetos o ciudadanos y a la vez impulsa sus propósitos y proyectos vitales. Es una significación más amplia y que se puede calificar de omnicomprensiva. El liberalismo puede ser reformado o reconstituido para darle una mayor apertura de tal manera que potencie una mayor capacidad de elección de propósitos y fines. Siempre que sean compatibles con la justicia social.  Para Sandel está claro que «cuando la política funciona bien, podemos conocer un bien en común que no podríamos conocer en soledad». En efecto, de lo que se trata es de tomar conciencia de que se puede avanzar mucho en la elaboración o construcción de políticas concretas que posibiliten la creación de más bienestar para todos, no solo para unos pocos dejando en el olvido a una parte de la población.
En este orden de cosas coinciden las posturas de Rawls y Sandel, porque buscan la desaparición de los graves problemas del hambre, la pobreza, las enormes desigualdades económicas y otros problemas sociales de una gran envergadura.
A lo largo del libro de Michael Sandel se trata la cuestión de las condiciones empíricas de la existencia, ya que son elementos condicionantes de las conductas de los sujetos en determinados grados o niveles. El utilitarismo de Hume, por ejemplo, apoya la benevolencia universal y la simpatía como mejor remedio desde una perspectiva social, pero creo que es insuficiente. Es preciso que los gobiernos de los Estados actuales se tome en serio los principios de la justicia para que dejen de ser simples frases retóricas de tipo ideal y que son una simple aspiración teórica sin más.
Si el emotivismo moral de David Hume afirma que los sentimientos de agrado o desagrado son la clave para entender los actos y conductas humanas y no la razón, parece que se está reforzando la sensación de que la justicia es exigible en las relaciones de convivencia social y en la distribución de cargas y beneficios. El mérito y la proporcionalidad deben ser principios rectores que forman parte de lo que se entiende por justo. Y la dicotomía entre sentimientos y razón en el plano moral afirmada por Hume puede ser innecesaria desde una perspectiva social.
Límites de la justicia


El libro de Michael Sandel El liberalismo y los límites de la justicia expone la problemática social.Y  también pone de relieve las complejidades de las cuestiones morales en relación con la justicia y los individuos.
No cabe duda que con el comunitarismo o el liberalismo lo más apropiado incluso desde una consideración pragmática es la aplicación real de unos principios de justicia.
Independientemente de lo que cada persona entienda, de forma particular, como una buena vida. La naturaleza humana no sufre variación a lo largo de los siglos o milenios, ya que las necesidades básicas son las mismas. De lo que se trata, a mi juicio, es de combinar adecuadamente las creencias morales con nuestra condición humana.
La ética deontológica o del deber por el deber elaborada por Kant puede ser remodelada para adecuarla a las circunstancias sociales y políticas del siglo XXI. Según Sandel «Como Kant, Rawls es un liberal deontológico. Su libro adopta la tesis principal de la ética deontológica como postulado central».  En los capítulos de su libro este filósofo político  y profesor de la Universidad de Harvard analiza, de forma minuciosa, numerosos aspectos de teoría moral y política.
Es evidente  nuestra libertad para decidir, aunque las circunstancias en las que los seres humanos están inmersos pueden ser difíciles y complejas. Somos, por tanto, agentes libres y activos en la vida. Esto lo plantea de modo muy claro Sandel y es cierto. El mismo Rawls, autor de Teoría de la Justicia,  insiste en que «La unidad del “yo” es facilitada ya por la concepción de la justicia». En este sentido, la posición original y el velo de ignorancia son claves para la comprensión de que todos los individuos se merecen unos mínimos vitales indeclinables desde la perspectiva ética de la justicia.  El deseo de ciertos bienes básicos está de forma explícita en el planteamiento ético o filosófico de la denominada posición original de Rawls.
 Se entiende que Sandel escriba que «Aunque puedan darse circunstancias en las cuales la condiciones son formidables y las elecciones pocas, la acción soberana del hombre como tal no depende de ninguna condición particular de existencia, sino que está garantizada por adelantado». La forma de entender el liberalismo deontológico por Sandel se asemeja, a mi juicio, a una interpretación que tiene en cuenta el bienestar particular de los sujetos o ciudadanos y a la vez impulsa sus propósitos y proyectos vitales. Es una significación más amplia y que se puede calificar de omnicomprensiva. El liberalismo puede ser reformado o reconstituido para darle una mayor apertura de tal manera que potencie una mayor capacidad de elección de propósitos y fines. Siempre que sean compatibles con la justicia social.  Para Sandel está claro que «cuando la política funciona bien, podemos conocer un bien en común que no podríamos conocer en soledad». En efecto, de lo que se trata es de tomar conciencia de que se puede avanzar mucho en la elaboración o construcción de políticas concretas que posibiliten la creación de más bienestar para todos, no solo para unos pocos dejando en el olvido a una parte de la población.
En este orden de cosas coinciden las posturas de Rawls y Sandel, porque buscan la desaparición de los graves problemas del hambre, la pobreza, las enormes desigualdades económicas y otros problemas sociales de una gran envergadura.
A lo largo del libro de Michael Sandel se trata la cuestión de las condiciones empíricas de la existencia, ya que son elementos condicionantes de las conductas de los sujetos en determinados grados o niveles. El utilitarismo de Hume, por ejemplo, apoya la benevolencia universal y la simpatía como mejor remedio desde una perspectiva social, pero creo que es insuficiente. Es preciso que los gobiernos de los Estados actuales se tome en serio los principios de la justicia para que dejen de ser simples frases retóricas de tipo ideal y que son una simple aspiración teórica sin más.
Si el emotivismo moral de David Hume afirma que los sentimientos de agrado o desagrado son la clave para entender los actos y conductas humanas y no la razón, parece que se está reforzando la sensación de que la justicia es exigible en las relaciones de convivencia social y en la distribución de cargas y beneficios. El mérito y la proporcionalidad deben ser principios rectores que forman parte de lo que se entiende por justo. Y la dicotomía entre sentimientos y razón en el plano moral afirmada por Hume puede ser innecesaria desde una perspectiva social.

LÍMITES DE LA JUSTICIA

martes, 17 de julio de 2018

ESPACIO Y TIEMPO SEGÚN KANT

ESPACIO Y TIEMPO SEGÚN KANT

APRENDER A DUDAR -VIDEO

APRENDER A DUDAR -VIDEO

HANNAH ARENDT Y LA BANALIDAD DEL MAL -VIDEO

IDEA DEL TIEMPO



Bergson es uno de los grandes filósofos al que se le concedió el Nobel en 1928. Y no es extraño, ya que su estilo como escritor es fino, preciso, detallado y a la vez bello y armonioso. En su libro Historia de la idea del tiempo se recopilan una serie de lecciones de Filosofía impartidas por Henri Bergson en los años 1902 y 1903.
Se puede decir que la forma de explicar sus ideas en los cursos es más amena que la de sus tratados que son más complicados, ya que cuentan con una estructura más compleja y técnica. Y es algo perfectamente entendible. Es frecuente que el filósofo francés prepare en sus cursos lo que posteriormente ofrecerá al público lector en sus libros.
Como decía Bergson yo duro, por tanto, existo. Péguy que asistió a sus lecciones explica como las pronunciaba: «Él hablaba durante la lección entera, perfectamente seguro, infatigable, con una exactitud incesante y minuciosa, con una apariencia de debilidad constantemente desmentida, con una fragilidad audaz, nueva y profunda que le sigue siendo propia, sin negligencia y, por tanto, sin afectación alguna, creativo y propositivo, pero sin alardear nunca de una idea, aunque fuera fundamental, aunque fuera profundamente revolucionaria».
En sus lecciones o conferencias acerca de la historia del tiempo realiza un recorrido por la Historia de la Filosofía y muestra una erudición filosófica que está puesta al servicio de sus propios planteamientos originales. La multidimensionalidad del tiempo está presente en sus análisis.
Existen diversos y  distintos enfoques sobre lo que es el tiempo. Podemos pensar que es la medida del movimiento como Aristóteles.  O que se puede representar de modo espacial. O considerar la relatividad del tiempo desde una perspectiva einsteniana. Existe un tiempo cronológico y objetivo y otro subjetivo propio de la conciencia de cada sujeto y que no posee una duración objetiva.
Respecto a la integración del tiempo en la vida es algo que es evidente para Bergson porque escribe: «Todos somos personajes múltiples. Además de todo lo que somos, está todo lo que habríamos podido ser; nuestra vida, nuestra historia, son una elección, una selección hecha por nosotros y por las circunstancias entre muchas historias diferentes que pudimos haber vivido, entre muchos personajes que pudimos haber sido». Bergson expresó en sus lecciones y en sus escritos que avanzaba hacia discursos más libres y personales. Como indica Camille Riquier «Bergson hablaba sin notas, sin ningún papel, en ocasiones manoseando un pequeño pañuelo y a veces jugando con las manos».
En este Curso del Colegio de Francia impartido en 1902 y 1903 Bergson ya había alcanzado fama y notoriedad. En su filosofía es destacable la importancia de la intuición sobre el intelecto. En relación con los hechos psíquicos Bergson considera que «del hecho de que la conciencia no mide la cantidad intensiva no se deduce que la ciencia no pueda llegar a ella indirectamente si es una magnitud. Por tanto, o bien hay una fórmula psicológica posible, o la intensidad de un estado psíquico simple es una cualidad pura». Dice Bergson en unas confesiones de carácter personal que  no escribió más que para protestar contra lo que le parecía falso. Por supuesto, que creó una nueva filosofía contra la reducción materialista de la conciencia. La esencia del objeto se identifica con la conciencia según Bergson. La intuición supone el acceso inmediato a la realidad sin mediaciones simbólicas que la modifiquen en su aprehensión o captación real.
De hecho, para Bergson la vida espiritual es fundamentalmente autocreación y libertad. En efecto, los sujetos  crean su existencia con sus elecciones. Frente al tiempo espacializado de la ciencia se puede afirmar como hace Bergson que el tiempo es, en la conciencia, la corriente del cambio. 
Como indica Abbagnano comentando la filosofía de Bergson: «Pretende aceptar y hacer suyos los resultados de la ciencia, tener presente la existencia del cuerpo  y del universo material para entender la vida de la conciencia, y así reinstalar la conciencia misma  a su existencia concreta, que es condicionada y problemática». Bergson señala la significación del dualismo de acción y percepción y memoria frente a cuerpo y espíritu. Entiende la vida como creación continua y al mismo tiempo conservación de lo ya creado o sucedido en la memoria.
La filosofía de Bergson nos dice muchas cosas a los lectores del siglo XXI. Por ejemplo, que la tarea de la filosofía es interminable ante los retos y desafíos en los que estamos inmersos en una sociedad digital que está cambiando la realidad humana.

IDEA DEL TIEMPO -VIDEO

viernes, 13 de julio de 2018

REBELIÓN DE PUIGDEMONT



La justicia alemana se ha pasado de lista. O, al menos, un tribunal territorial alemán ha cometido un error de bulto. A pesar de la información que le ha sido enviada desde España por instancias oficiales no reconocen que ha sido una rebelión lo realizado por Puigdemont. Es increíble.
O sea que el grado alto de violencia lo tiene que valorar el tribunal alemán y no el juez Llarena del Tribunal Supremo. La malversación de caudales públicos era para realizar el referéndum con el fin de proclamar una república catalana independiente, algo expresamente prohibido por el ordenamiento legal español.
Y los niveles de violencia contra la Policía Nacional y la Guardia Civil los juzgará la justicia española no la alemana. Esto lo dicta el sentido común y la jurisprudencia. No en vano, el juez Llarena va a recurrir, si lo considera  preciso al Tribunal Europeo de Justicia.
Lo lógico y racional es que la justicia alemana hubiera dado el visto bueno a la extradición de Puigdemont por los presuntos delitos que ha considerado la justicia española, sin entrar en más consideraciones que corresponden al juez y al sistema jurídico español no al alemán.
En Alemania la tipificación legal de la rebelión es diferente a la española es más exigente o se requiere una  violencia extrema para pensar en rebelión contra el Estado. Pero existe también la figura de sedición: alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplina militar, sin llegar a la gravedad de la rebelión. En todo caso, corresponde al juez Llarena juzgar y a la vista de las pruebas, el sumario y los testigos, testimonios, etcétera, dictar sentencia o tomar las decisiones que considere justas, en su caso. Y no debe olvidarse que en caso de duda no se puede condenar.
El sistema procesal  español es muy garantista y se puede recurrir. El derecho a la defensa del acusado es eficiente y está absolutamente garantizado. Por tanto, se entiende que tal vez no se lleve a cabo la extradición de Puigdemont y que si se persona en España sea detenido y pase a disposición judicial. Lo que no se puede es incumplir las leyes y hacer como si no pasase nada.
Que el líder independentista catalán recurra por estar en desacuerdo con la decisión del tribunal alemán forma parte de su estrategia victimista que niega la realidad de los hechos y de lo sucedido, pero está en su derecho.
La euroorden ha fracasado estrepitosamente en el caso de Bélgica y de Alemania. Lo que no es racional es que la justicia de cada país no confíe en la de otro país de la Unión Europea. Es como si  en España no se aplicaran bien las leyes y nada más falso. Cada país europeo que se ocupe de sus propios asuntos y problemas.
Ni Bélgica ni Alemania tienen derecho ni razones para inmiscuirse en asuntos judiciales graves que deben ser juzgados por los tribunales españoles. Seguro que si fuera a la inversa pondrían el grito en el cielo y con toda la razón. Pero el sistema judicial en España, afortunadamente, es respetuoso  y no se mete en las cuestiones que afectan a otros países.
Es como si la justicia belga y alemana quisieran  decir que sus leyes son mejores y más justas que las españolas y, en consecuencia, dictaran que no debe extraditarse a Puigdemont por la totalidad de los presuntos delitos de los que tiene que responder. Y no es cierto.
Considero que deberían reunirse los ministros de Justicia de los países de la Unión Europea o una parte de  los representantes políticos presentes en el  Parlamento Europeo o en la Comisión Europea y tomar medidas para que este tipo de situaciones absurdas  y rocambolescas no se repitan en el futuro.
De lo contrario, en vez de aunar esfuerzos para buscar la conciliación y el buen funcionamiento de los sistemas judiciales de los países que están en la Comunidad Europea parece que las cosas seguirán igual de mal.
Que exista la separación de poderes no significa que no se puedan realizar declaraciones sobre estas cuestiones. Se comprende que desde los Gobiernos sean prudentes, pero lo que está sucediendo con la fuga de los dirigentes independentistas entra de lleno en lo esperpéntico o grotesco.



martes, 10 de julio de 2018

PREPOTENTE BANCA

PREPOTENTE BANCA

PREPOTENTE BANCA



El nuevo impuesto a la banca es justo y beneficioso. Lo que no puede ser es que asociaciones bancarias digan que van a subir comisiones, porque consideran lesiva y perjudicial la medida impositiva del Gobierno. Es indignante.
Estoy convencido de que el señor presidente Pedro Sánchez no debe tolerar que los bancos suban las comisiones para compensar el pago del impuesto, porque sería ridículo y absurdo  que se aguantara esto. La ciudadanía podría poner el grito en el cielo y con razón.
Resulta que cada año los grandes bancos logran beneficios astronómicos a costa de sus clientes y encima no quieren ser solidarios. Los bancos sin sus millones de clientes no podrían subsistir y cerrarían. No están por encima del bien y del mal.  La economía española estaría mejor con más créditos  y con intereses de devolución más bajos y con más préstamos en mejores condiciones.
En definitiva, si los bancos ganaran mucho menos dinero significaría que los ciudadanos y las empresas dispondrían de más fondos y podrían crear más riqueza y empleo de calidad. Nadie dice que no obtengan beneficios, pero más moderados. Para aumentar los ingresos públicos ya se exige esfuerzo recaudatorio a los contribuyentes y los bancos que tienen cuentas de resultados con beneficios desorbitados tienen que aportar fondos al erario público para sostener un estado del bienestar que lo sea de verdad.
La financiación de las pensiones es algo muy importante y que afecta a toda la ciudadanía, porque los mayores forman parte de la sociedad en la que convivimos todos. Y los bancos no pueden mirar para otra parte como si no fuera con ellos. Si la economía de España empeora los bancos también lo notarán. Se trata de que los grandes bancos ganen menos y ofrezcan muchos más préstamos e hipotecas con condiciones mucho mejores. Esto es lo decisivo.
Los bancos dan créditos porque quieren obtener ganancias y no por un  servicio desinteresado al empleo y al incremento de la actividad económica. Lo que no se puede es querer engañar con afirmaciones grandilocuentes que no son ciertas. Y se puede probar por el nivel de paro existente actualmente en nuestro país y por la precariedad en el empleo y la existencia de trabajo basura. Si a esto se añade la economía sumergida que alcanza  un 24 por ciento en alguna comunidad autónoma sobran los comentarios.
Existe un malestar generalizado entre numerosos ciudadanos por el exceso de comisiones que imponen muchos bancos y por la cuantía de las mismas. Y la rigidez y dureza que tienen los productos bancarios también es algo muy negativo.
Las entidades bancarias no quieren correr ningún tipo de riesgo, a pesar de ganar cantidades enormes de dinero cada mes y año. Aumentan sus beneficios cada año que pasa y todavía no es suficiente. Con este tipo de argumentación las personas que trabajan tendrían que aumentar sus ingresos brutos anuales un diez, veinte o treinta por ciento más cada año para estar al mismo nivel de las grandes corporaciones bancarias.
Es absolutamente entendible que el Ejecutivo quiera tomar medidas impositivas proporcionales por las que los bancos contribuyan a pagar las pensiones, ya que millones de jubilados tienen depositados sus ahorros y sus cuentas en las entidades y buen beneficio que consiguen de las mismas los bancos. Y todo esto se da por descontado.
Es mejor que un gran banco gane un año 20.000 millones de euros y no 70.000. Porque esto supone que habrá cobrado menos comisiones a sus clientes y ofrecido créditos a más bajo interés y también hipotecas más fáciles de pagar. Y la solvencia de la banca no se verá afectada.
Lo que no es de recibo es que mientras numerosos ciudadanos se tienen que apretar el cinturón, los bancos ganan lo que quieren dando réditos a sus ahorradores que son ridículos. Y se amparan en el mercado capitalista mundial que no les permite hacer otra cosa. Pero, en cambio, este mismo capitalismo neoliberal salvaje si hace reales los beneficios desproporcionados que logran los bancos.
Se trata de lograr una sociedad más justa e igualitaria y en esta tarea los bancos son decisivos, si pagan los impuestos que les corresponden.  No puede ser que los directivos de la banca se retiren con cantidades de dinero que alcanzan millones de euros y luego para conceder créditos o hipotecas se pongan condiciones leoninas o muy duras.

DUNS SCOTO

domingo, 8 de julio de 2018

ESCRIBIR LIBROS

ESCRIBIR LIBROS



Poner palabras en un espacio en blanco es escribir y es un arte. El escritor es un artista y esto, a veces, se olvida. Indudablemente, los que nos dedicamos a escribir lo hacemos porque nos apasiona o nos gusta.
Lo fundamental es la búsqueda incesante de la mejor forma para expresar lo que queremos en cada línea, párrafo y página. No existe infinita o demasiada diferencia entre escribir tratados filosóficos, tesis doctorales, novelas, obras teatrales o artículos, ya que la materia prima son palabras y la adecuada combinación de las mismas.
Por supuesto, que existen muy diversas técnicas expositivas, argumentativas y descriptivas, pero todas tienen en común el uso correcto y coherente del lenguaje. El estilo propio de todo escritor es el resultado de su estilo de pensamiento y de su formación e intereses. Actualmente,  la escritura creativa  facilita aprendizajes que pueden ser muy valiosos para los que se inician en la labor de la escritura  como arte. Aunque, desde mi experiencia, sé que lo esencial es la lectura y la constancia y perseverancia escribiendo. La inspiración es, en realidad, trabajo y más trabajo y dedicación. Escribiendo se aprende a escribir.
Si bien los escritores se ponen manos a la obra con un sentimiento de diversión y de aventura que es un puro goce anímico. Que de la nada salga algo con sentido es muy agradable y satisfactorio. Lo grande de la escritura es que todo lo que se escribe son palabras fijadas para siempre sobre la pantalla que funciona como una especie de papel digital o sobre las hojas en blanco.
La publicación de los escritos puede adoptar distintos formatos.  Al final, los libros pueden ser  tratados, novelas que agrupen varios relatos o que cuenten una sola historia, ensayos que integren varios artículos o capítulos más o menos extensos, recopilaciones de artículos que ya han sido publicados en diarios y cuentos o relatos breves.
Existen muchos modos, por ejemplo, de escribir novelas cortas o largas, pero la clave está en escribir de forma continuada sin miedo y luego al final revisar lo escrito para pulirlo, ampliarlo, cambiar partes, si es preciso, o perfeccionar o mejorar el contenido ya redactado.
Seguir un guión  o esquema con lo planteado en cada capítulo parece lo más apropiado para no desperdiciar tiempo y centrarse, y es lo aconsejado por los expertos, pero cada escritor tiene su forma de hacer las cosas.
No cabe duda que el orden y la organización parecen, en principio, más necesarios para la elaboración de un escrito de más de cien páginas. En los artículos periodísticos que tienen una extensión aproximada de unas dos páginas no es precisa una organización minuciosa de lo que se va a comentar o explicar. Pero en novelas de cientos de páginas la tarea de composición y ordenación de los personajes y de las situaciones  requiere una adecuada planificación y estructuración.
En el fondo, a mi juicio, para escribir novelas o tratados las notas o los cuadernos con datos, citas, observaciones, etc., son muy útiles para facilitar el avance en lo que se está escribiendo. 
Es verdad que también existen escritores que escriben de memoria, sin falta de notas o esquemas de apoyo. Depende, sobre todo, del género literario y del tipo de escrito. Si, por ejemplo, se escriben unas memorias muchos prefieren acudir a sus recuerdos y plasmarlos según son capaces.
En las novelas que mezclan lo autobiográfico con la narración de historias vitales y circunstancias sociales con una mezcla de realismo y ficción, la pura rememoración con la invención verosímil de situaciones, descripciones y escenas puede ser más que suficiente.
Grandes escritores utilizaban cuadernos de notas para anotar ideas que se les ocurrían, observaciones, datos, contenidos históricos o geográficos y otras cuestiones de cara a disponer de más material para la redacción de sus escritos del tipo que fuesen.
La buena y extensa documentación es primordial, generalmente, para ponerse a escribir. Y esto no quita originalidad al escritor. Puede ser original aunque consulte información para no cometer errores en la ambientación de sus narraciones y ajustarse a lo característico de cada época histórica y a las circunstancias.
En los escritos menos extensos la libre espontaneidad puede aparecer de modo más frecuente. En los más largos también la libre asociación de ideas y relaciones por medio de la memoria y la  imaginación crea combinaciones verbales escritas originales.

miércoles, 4 de julio de 2018

LIBERALISMO



Judith Shklar que nació en 1928 y murió en 1992 es una filósofa política estadounidense. Debería ser más conocida su obra filosófica. Aunque su nacimiento fue en Letonia desarrolló su labor profesoral y creadora en Norteamérica.
Fue pionera en el acceso a la docencia universitaria con el grado de catedrática en el Departamento de Ciencia Política de Harvard. En su libro El liberalismo del miedo expone al igual que en otras obras sus ideas liberales y sus planteamientos acerca de la sociedad, el gobierno, la injusticia social, y otras muchas cuestiones relacionadas directamente con la búsqueda de una sociedad igualitaria.
Su liberalismo busca el menor mal. Especialmente para las capas sociales más desfavorecidas y para los individuos en peor situación económica. Rechaza y critica los abusos de los gobiernos respecto a la población civil. Frente a las situaciones de vulnerabilidad considera que no vale quedarse de brazos cruzados.
El gobierno tiene que reaccionar y garantizar los derechos económicos de todos. Se puede pensar que afirma una actitud política parecida a la propia de la socialdemocracia. Debe impedirse la marginación social y económica de las personas, ya que son  condenables como es lógico.
Como también señala Honneth comentando a Judith Shklar: «De forma totalmente contraria a Rawls o a Arendt, la superioridad ética del liberalismo frente a otras nociones políticas de orden, según Shklar, debe resultar única y exclusivamente  de que, gracias a sus mecanismos institucionales, sea capaz  de evitar las peores vulneraciones que en cada caso se podrían infligir históricamente al hombre». Se puede ser tolerante y humanitario y no ser liberal. Es, por ejemplo, el caso de Montaigne, según Shklar. En un sentido riguroso y muy preciso de lo que se entiende por liberal es coherente afirmarlo. No cabe duda de que con Locke surge un liberalismo político claro que es la base de una parte de la doctrina liberal del siglo XVIII. Es evidente que la crueldad  es un mal absoluto y no se puede permitir ni tolerar. Lo sostiene Judith Shklar con razones incontestables, a mi juicio.  
Porque el desarrollo personal no debe ser impedido por la injusticia social existente en el estado. No extraña que afirme que: «Si se puede  universalizar  la prohibición  de la crueldad y reconocerla como condición necesaria para la dignidad de las personas, entonces se puede convertir en un principio de moral política». Y el sistema judicial tiene que estar abierto a recursos  para que sean garantizados los derechos de los individuos y de los colectivos de personas.
Como conclusión está claro que es posible una interpretación que afirma la justificación de la defensa del estado del bienestar. Esto no es contradictorio con el liberalismo de Shklar que no es el capitalismo neoliberal salvaje que impera o domina en el siglo XXI.
En el fondo, tanto el socialismo como el liberalismo bien entendido buscan el mantenimiento del cumplimiento efectivo de una calidad de vida adecuada para todos los ciudadanos, por el hecho de haber nacido y estar vivos.
De lo que se trata es de encontrar fórmulas que propicien la consecución  de una vida digna con unos bienes materiales que la garanticen. Y existen. Desde la renta mínima vital para los que la necesiten hasta la subida de algunos impuestos a las rentas más altas y a grandes empresas y bancos con desorbitantes ganancias anuales. Y no son utopías, pero es necesaria la voluntad política para llevarlas a la práctica. Con simples especulaciones de gabinete político no se consigue.
La crueldad que existe en las zonas de guerra y de pobreza extrema debe ser  eliminada de modo radical. Los medios pueden ser muy diversos. No es algo imposible de conseguir.
Los líderes  políticos de los países conscientemente pueden buscar formas de reducir las grandes desigualdades económicas existentes. La movilización social de los propios ciudadanos también es decisiva porque pude ser vista  en los medios de comunicación masiva. La libertad es un valor ético esencial. Y no se puede ejercitar adecuadamente en un contexto de pobreza, explotación laboral y marginación.
Los grandes pensadores políticos generalmente han sido conscientes de las contradicciones sociales y económicas y han querido ponerles remedio o solución. Judith Shklar no ha sido insensible al sufrimiento moral de las personas, todo lo contrario.

PROPORCIONALIDAD Y JUSTICIA




El libro de Remedios Zafra titulado El entusiasmo es un magnífico ensayo.  No cabe duda que lo que expone en sus 252 páginas son descripciones, reflexiones e interpretaciones muy hábilmente redactadas sobre los grandes problemas relacionados con el trabajo creativo digital. 
En un mundo cada vez más arbitrario y anárquico en muchos aspectos lo justo parece algo raro. Y la proporción y la coherencia van desapareciendo de bastantes ámbitos de la realidad laboral y social.  La precariedad en el trabajo está sustentada en la explotación y en la ausencia de los derechos de autor en muchas ocasiones. 
Lo que no es lógico ni racional es que las empresas se aprovechen del trabajo digital gratuito que es, por ejemplo, escribir y publicar. Lo que ganan los medios de comunicación del tipo que sean con la publicidad tiene que servir para pagar algo a los que colaboran en ellos.
El tiempo de creación de un bien o un contenido cultural hay que pagarlo, aunque sea poco. No todos los creadores de contenidos, de la clase que sean, tienen que vivir por amor al arte.  Lo que sucede es que como existen miles de creadores que escriben y publican gratis, pues a conformarse con lo que digan los medios.
Como dice el refrán a la fuerza ahorcan y muchos aceptan colaborar, y se entiende, contentándose con el pago en visibilidad y prestigio, pero no es lo realmente justo.  Por lo explicado anteriormente.
La situación en España debería cambiar y también internacionalmente. Con nuevas leyes o normas que se cumplieran los creadores deberían cobrar por sus publicaciones, aunque fuera una modesta cantidad de dinero por cada artículo.
La propia Remedios Zafra a lo largo de su libro plantea la necesidad de un cambio sustancial en el sentido que estoy diciendo. Las costumbres sociales y las mentalidades colectivas son transformables para buscar justicia proporcional. Como escribe Zafra: «Y no es fácil cambiar para quienes ostentan el poder porque ya lo tienen». Que los diarios digan que no pueden pagar no deja de ser una excusa más.
En todo caso, en España se echa de menos un control del gobierno o de las instancias adecuadas para que los diarios digitales, por ejemplo, paguen las colaboraciones de sus articulistas de forma obligatoria, aunque sea con 10 o 20 euros de pago mínimo por artículo. Es lo que puede valer una hora de trabajo. Esto sería lo justo y proporcional y no le que sucede actualmente. La arbitrariedad y la injusticia no deben ser la base de sustentación de las empresas de comunicación. Y si no que cierren las que no puedan pagar algo a sus articulistas. Si se lograra esto miles de personas podrían vivir de escribir artículos o crear videos y audios.
Los que se oponen a esto caen en una lógica capitalista de la explotación del trabajo gratuito de los demás. Y no importa que haya muchos articulistas o escritores dispuestos a aceptar estas condiciones. Siguen siendo absolutamente irracionales e injustas.
Si se reparte el pastel del trabajo habrá porciones para todos. Para unos más y para otros menos. Pero lo que no es racional es que sea solo para unos pocos nada más.   Y es que como escribe Remedios Zafra de modo muy acertado y racional: «La credibilidad, como el afecto, como el reconocimiento social, son pagos necesarios, son pagos valiosos, pero nunca pueden ser pagos suficientes. Son maliciosos si no se realizan sobre un suelo material que ofrezca garantías de vida digna, mayores grados de libertad para evitar actuar con “miedo” o “heroicidad”».  Si los diarios son profesionales se entiende que tienen que pagar a los que colaboran con sus escritos. Ya que la plantilla de periodistas no es suficiente para que escriban en todos los espacios de cada diario.
Sin los articulistas que colaboran y publican gratuitamente no se llenarían un considerable número de páginas en cada periódico actualmente. Y esto conviene tenerlo presente y no olvidarlo. No digo que el que quiera no pueda publicar gratis, si así lo desea, porque tiene otro trabajo, pero esto no se debería aplicar a todos los que escriben en los diarios.
La industria cultural puede dar trabajo a miles o cientos de miles de personas más, pero debe ser regulada con mejores leyes para que los creadores de contenidos puedan poder vivir de lo que les entusiasma y apasiona.

domingo, 1 de julio de 2018

LA ROJA A CASA




Los españoles no se merecen el partido que jugó la selección española contra Rusia. Y siento tener que decir esto, pero se ajusta a la forma de jugar que se ha visto. En los informativos de las principales cadenas de televisión españolas también tienen claro que España ha mostrado que está sin juego.
Es cierto que la habilidad técnica es notable como corresponde  a la calidad de los futbolistas de la selección, si bien se necesita que el juego sea más variado y profundo. Contraataques y, sobre todo, jugadas más veloces. Y también disparar mucho más a portería para intentar marcar.
Si, únicamente, se esperan los fallos o errores del otro equipo lo más probable es que no se logre ganar el encuentro. Y esto parece que la selección española o los futbolistas no lo han considerado.
No se trata de negar el esfuerzo y la entrega de los jugadores, pero su juego no fue efectivo. No se puede estar todo el partido y la prórroga pasándose el balón como si fuera un entrenamiento y esperando el error del equipo rival.
Aunque el equipo haya realizado más de mil pases y esto suponga un una cifra que desde 1996 no lograba ningún país, no es suficiente. Sin un juego de ataque que cree ocasiones de verdad en el fútbol actual no se logran victorias.
Es verdad que España no ha sido derrotada en el mundial de Rusia, pero eso no  justifica o sirve de atenuante respecto a  la falta de goles. La vuelta a casa se veía venir. El cambio de entrenador a dos días del comienzo de la competición es otro factor que causa problemas a cualquier combinado y es algo presente en las mentes de muchos aficionados españoles, diría que de la mayoría o de una buena parte.
Ya se sabe que en una competición de este gran nivel todo es muy difícil, algo que nadie niega. De todos modos, las cosas se pueden hacer mejor. La preparación técnica de los partidos creo que es claramente mejorable. Deben buscarse alternativas para ganar en efectividad. El gol de España fue en propia puerta de un jugador ruso. Ante Rusia que no ha sido hoy, al menos, una selección que destacara por su nivel España no ha sido capaz de demostrar su superioridad técnica traduciéndola en goles. De poco sirve tener la posesión de la pelota un 75%  si no se gana.
La decepción de los más de once millones y medio de españoles que han visto el partido por televisión creo que ha sido mayúscula y no es para menos. Porque, si España resulta eliminada jugando con profundidad y con muchas o bastantes ocasiones de gol, los aficionados entenderían la derrota como una consecuencia de la mala suerte, que también influye en el deporte.
Lo que no es de recibo, a mi juicio, es la forma de jugar aburrida, lenta y monótona  durante casi todo el tiempo del partido por parte de la selección. Si un sistema o táctica de juego no funciona habrá que poner en marcha otras en el mismo encuentro o cambiar a más jugadores o hacer, de alguna manera, que las instrucciones de juego del entrenador  se cumplan.
En cualquier caso, los comentaristas y periodistas deportivos ya hablaban de serias dudas sobre la efectividad del juego de la selección y sobre sus posibilidades reales de seguir adelante en el Mundial de Rusia. Y, por desgracia, las peores suposiciones se han confirmado. Es triste ver llorar a varios jugadores españoles ante la eliminación y lo digo con todo el respeto. Se trata de buscar soluciones y no de señalar culpables. 
A lo mejor el estilo de juego de España tiene  que cambiar y dejar en segundo término el famoso tiquitaca, ya que da resultado ante selecciones de países de menor nivel futbolístico, pero no sirve ante combinados nacionales potentes. Dar pases cortos y disponer de una posesión del balón abrumadora no sirve necesariamente para ganar partidos. En cambio disponer de alternativas de juego diferentes ante rivales con formas de jugar muy distintas puede ser decisivo.
Lo que está claro, en mi opinión, es que ha de hacerse un profundo análisis acerca de lo que debe hacerse para  que la selección española de fútbol vuelva a ser mucho más competitiva y que ataque más y mejor.