Parece
preocupante que el propio televisor escuche, incluso estando apagado, por un
programa de espionaje. Existe un derecho a la privacidad de todos los
ciudadanos del mundo. Y ni la CIA ni la NSA ni ningún otro servicio de
inteligencia como el MI5 deberían espiar a las personas. En España y en otros
países existen unas garantías legales para que no se espíe indiscriminadamente
y de forma generalizada a todos.
Si
es necesario espiar debe ser con autorización judicial para buscar información
sobre actividades delictivas o delincuentes y, si es preciso, en procesos de
investigación policial en los que sea absolutamente imprescindible y con el
visto bueno de las instancias judiciales.
Con
los sistemas tan extraordinariamente sofisticados y potentes que poseen las
principales agencias de seguridad ya
citadas se pueden espiar todas las
llamadas telefónicas y todos los mensajes, correos electrónicos, wasaps, etc.La
obsesión por la seguridad no justifica de ninguna manera que se invada
ilegalmente la intimidad de los individuos.
Según
Wikileaks existen cientos de millones de documentos de la CIA que suelen ser
códigos de programas informáticos que son usados en acciones de espionaje. Si
esto es cierto y parece que lo es, estamos ante una situación en la que el
propio gobierno de Estados Unidos tendría que intervenir para evitar que esto
siga sucediendo. Y la justicia norteamericana también sería racional y
coherente que tomara medidas al respecto o que interviniera para parar este
espionaje generalizado e indiscriminado en todo el mundo.
La
privacidad de las comunicaciones está reconocida en todas las constituciones y
en los Derechos Humanos. El respeto a los derechos no es algo sin importancia
que está supeditado a la seguridad. Se puede proteger la libertad de todos, sin
necesidad de espiar de modo masivo. El fin no justifica los medios.Y parece que
para las agencias de seguridad e información estadounidenses el propósito o la
finalidad justifica la invasión de la vida privada de las personas. Es como si
toda la gente pudiera ser sospechosa de algo.
Actualmente
se sabe que muchos terroristas y delincuentes se comunican de forma directa o
en persona sin dispositivos electrónicos para evitar, de este modo, ser
espiados en sus conversaciones. Si se ha instalado malware a nivel masivo esa
algo que no puede ser tolerado. Ya que creo que si lo hace una persona
particular puede ser delito.
Además,
también se sabe que la red de espionaje denominada Echelon intercepta más de
tres mil millones de comunicaciones cada día. Y parece que se está usando para
espionaje económico también. Supone además una destrucción e invasión de la
privacidad de las personas en cualquier parte del planeta.
La
libertad de expresión y la privacidad en
las comunicaciones son la base de cualquier estado y si esto no se respeta, una
nación queda deslegitimada y no puede ser considerada como una real y auténtica democracia. En España,
por ejemplo, me parece que se pueden dar lecciones a Estados Unidos en el
respeto a los derechos de la persona. En nuestro país la presunción de
inocencia está más fuertemente afirmada que en Norteamérica.
Es
plenamente racional, coherente y justo un estado de derecho en el que prima el
imperio de la ley y de las garantías respecto al respeto de los derechos
cívicos que están por encima de una supuesta seguridad que no es tal. Se puede
proteger eficaz y eficientemente la seguridad de los ciudadanos, sin necesidad
de eliminar su derecho a la intimidad. Y a las pruebas me remito. Sin ir más
lejos a España que es todo un espléndido ejemplo de buen hacer en su política
de seguridad nacional y en la labor policial.
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