Para el filósofo Kant
es incuestionable que la metafísica debería estar compuestas por proposiciones
parecidas a las de las Matemáticas y la
Física. Puesto lo que busca el gran filósofo alemán es precisamente un conocimiento
científico y no simples especulaciones. Kant elaboró una especie de síntesis
entre el racionalismo y el empirismo.
Como es sabido la
lectura de Hume le despertó del sueño dogmático. Era necesaria la experiencia y
no se podía confiar exclusivamente en la razón o en el racionalismo sin los
datos o intuiciones sensibles que son captados por los sentidos.
Desde el criticismo
kantiano es indudable que un juicio puede ser considerado científico si aumenta
nuestros conocimientos y si posee validez necesaria y universal. Y la
universalidad de un juicio no se puede determinar experiencialmente sino a priori. Puesto que lo contingente es más o menos probable, pero no es necesario
ni universal. En los juicios analíticos el predicado se encuentra incluido en
el sujeto.
En cambio, en los
juicios sintéticos el predicado no se encuentra incluido en el sujeto y son,
por tanto, extensivos, ya que aumentan nuestro conocimiento. Para Kant los
juicios científicos deben ser juicios sintéticos a priori. Esta afirmación
kantiana, aunque fue aceptada en su tiempo, también creó numerosas polémicas y
debates académicos, ya que los juicios sintéticos son problemáticos, porque es
preciso fundamentar muy rigurosamente la conexión entre sujeto y predicado.
En relación con los
juicios analíticos Kant está convencido de que son sintéticos y no analíticos.
De esta forma, argumenta que saber que la línea recta es la más corta entre dos
puntos del espacio es un juicio sintético, ya que del análisis de lo que es
línea recta no se deduce que la magnitud o distancia sea menor que, por
ejemplo, con un trazado curvo. En consecuencia, desde el idealismo
trascendental de Kant los juicios matemáticos son sintéticos.
Ciertamente, para Kant
es incuestionable que no todo nuestro conocimiento procede de la experiencia.
De todos modos, también indica que la logomaquia o el puro análisis de
conceptos vacío de contenido empírico no conducen al conocer científico.
De hecho, Kant escribe
«No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza
con la experiencia». Por tanto, lo que se deriva de esto
es que el entendimiento para pensar y categorizar debe basarse en la
experiencia. No puede funcionar la capacidad de pensar sin datos ni impresiones
sensibles o intuiciones empíricas.
Si bien, Kant insiste
que no es suficiente con las sensaciones o las impresiones para conocer, ya que
es necesario que el entendimiento del sujeto cognoscente unifique, ordene y
elabore la materia bruta de las sensaciones.
Como se puede observar
Kant elabora su propia epistemología o teoría del conocimiento que se
diferencia del sensismo y del empirismo de su época. Desde sus nuevos
planteamientos gnoseológicos Immanuel Kant afirma que la materia del conocer la
dan los sentidos y la forma es dada por el sujeto. O, expresado de otra forma,
existen formas o estructuras cognoscitivas del sujeto que son las categorías y
los conceptos.
De este modo, queda
claramente superado el realismo ingenuo del empirismo. Según Kant, el objeto conocido es notablemente reelaborado
por la inteligencia o por la actividad de conocer del propio sujeto. El
entendimiento es la facultad de pensar el objeto dado en la intuición empírica.
Es lo que se denomina fenómeno.
Pensar es juzgar, por
tanto, el entendimiento piensa o juzga. Con las categorías, que son conceptos
puros del entendimiento, podemos pensar o construir juicios sobre los fenómenos
que conforman la realidad. De esta manera es evidente que se da sentido al caos
fenoménico.
Se entiende que Kant
escriba en la Crítica de la Razón Pura que «el conocimiento supone dos elementos: primero, el concepto
por el cual es pensado un objeto en general (la categoría); segundo, la
intuición por medio de la cual dicho objeto es dado». La tabla de
categorías elaborada por Kant es brillante, pero está basada en el supuesto de
que la lógica de su tiempo había llegado a su plenitud y no fue así. Después de
su muerte en 1804 han surgido nuevas lógicas, como, por ejemplo, la lógica
formal. Desde la clasificación kantiana a cada tipo de juicio corresponde una
categoría determinada.
La epistemología de
Kant que fue publicada en 1781 en su libro Crítica de la Razón Pura supuso una
revolución en la investigación del entendimiento, la razón y la sensibilidad
humanas.
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