Jan Patocka es un destacado filósofo
checo que dio un nuevo giro a la fenomenología con sus obras. Nació en 1907 y
falleció a los 69 años en 1977. Ha sido un pensador muy lúcido y ha influido de
un modo muy considerable en la construcción o elaboración de una nueva fenomenología.
Aunque es cierto que conceptualiza la
existencia como movimiento fue seguidor
de Husserl y defensor de Heidegger y elaboró su propia concepción
fenomenológica original integrada en el mundo y en lo corpóreo.
En el ámbito político afirmo los
derechos humanos y un movimiento cívico de resistencia frente a un comunismo
que en su tiempo no respetaba las libertades y fue dirigente del movimiento
opositor Carta 77. Escribe Patocka sobre los derechos sociales y políticos:
«Hoy la gente vuelve a saber que existen cosas por las que eventualmente vale
la pena sufrir, y que las cosas por las que eventualmente se sufre son aquéllas
por las que vale la pena sufrir». Un filósofo como Ricoeur comentando la
actitud política y moral de Patocka escribe de forma muy racional «Más la moral
no está ahí para hacer funcionar a la sociedad, sino simplemente para que el
hombre sea hombre». Este extraordinario filósofo que es Patocka creó una
fenomenología asubjetiva que se basa en lo dado y lo supera.
El sujeto o el individuo es para este
pensador checo una fuerza entre las fuerzas del mundo o de la realidad y del
aparecer de las cosas. Frente al idealismo fenomenológico de Husserl que sigue
la senda racionalista de Descartes se
puede decir que Patocka afirma claramente que el mundo de la vida es la base para el
aparecer.
No admite que el mundo sea conformado o
constituido por una conciencia previa apriórica. Y no comparte el concepto de
conciencia que maneja Husserl y que deriva de la tradición cartesiana. El mundo
o la realidad es condición para que exista posibilidad de conciencia. Patocka establece que la esfera fenomenal se
deja describir no como ego-cogito-cogitatum, sino como un sum, como una
subjetividad, en la que el sujeto se abre al mundo, por medio de la
corporalidad con una continuidad entre el yo y el mundo.
Como también señala Iván Ortega
Rodríguez «Antes de que se nos presente el mundo como “totalidad fáctica”, se
ha presentado como a priori de la
subjetividad del mundo como una “totalidad previa” que constituye la base
objetiva desde la cual puede tener lugar la intersubjetividad». La esfera de la fenomenología es definible
como el aparecer del mundo por medio de la corporalidad vivida. Es un cambio
sustancial respecto a los planteamientos husserlianos.
También Kant se olvida del cuerpo
existente en su filosofía trascendental, puesto que considera que la
subjetividad es una estructura puramente intelectual. Es entendible que Patocka
insista en el espacio y el cuerpo como una especie de ejes centrales de la
existencia.
Escribe al respecto que «la espacialidad
del mundo de la vida, primordial respecto del espacio descrito por la
geometría, se organiza en el juego intersubjetivo que esencialmente se vincula
a diferentes localizaciones, significadas por personas gramaticales».Y también
la temporalidad es una dimensión clave en el aparecer de la realidad o del
mundo.
Considera Patocka que es esencial el
desarrollo de una desubjetivización de la fenomenología husserliana que no
caiga en las redes del objetivismo científico y técnico.
En el libro de Patocka titulado
Introducción a la Fenomenología se
ofrece a lo largo de 276 páginas el ciclo de conferencias impartidas por él en
la Facultad de Filosofía de la
Universidad Católica de Praga en el periodo escolar 1968/70. En estas lecciones
Patocka aplica una crítica heideggeriana a la fenomenología de Husserl.
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