Los profesores
interinos en Asturias deben ser tratados con justicia por la Administración. Existen
unos derechos laborales que deben ser respetados. No se pueden echar a la calle a docentes con
más de veinte años trabajados y a los que les faltan unos años para jubilarse. Es
irracional, absurdo e injusto.
En la Comunidad
Valenciana están negociando que los profesores interinos con más de 13 años
trabajados o de experiencia docente puedan seguir enseñando hasta su retiro. Y
esto ya está siendo aplicado también en
otras Comunidades Autónomas de España.
En Asturias la
Administración educativa no quiere negociar esto con los sindicatos. Se cierra
en banda. Y no vale argüir motivos
presupuestarios, ya que en otras Comunidades si tienen un poco de dinero para
estas cuestiones relativas a la estabilidad del profesorado interino.
No se pueden sacar más
plazas de las necesarias en una oposición, porque se perjudica muy claramente
al colectivo de interinos. Ni convocarse la totalidad de las plazas existentes.
Lo dice también Suatea.
Además, el número de
alumnos disminuye. Promocionan maestros para ser profesores de Secundaria.
Pero, si ya tienen a su disposición plazas de Primaria.
La oposición supondrá
muy probablemente el despido de muchos profesores con la rebaremación que se
realizará. Se pueden quedar en la calle o en el paro docentes con más de veinte
años trabajados a los que les resultará muy difícil volver a encontrar trabajo,
si son mayores de 55 años. Pero a la Administración educativa le da igual.
Aumentará el número de medias jornadas y saldrán muy pocas jornadas completas.
Si a esto se une que
Educación en Asturias no aceptar volver a las 18 horas lectivas como ocurre en
otras Comunidades Autónomas, el panorama no puede ser más injusto,
desproporcionado y caótico, si pensamos en la estabilidad del colectivo
interino con más experiencia acumulada.
Es lógico que el
Tribunal Supremo haya admitido a trámite
un recurso de la Asociación Nacional de Interinos y Laborales. Ya que muchos
interinos llevan en sus puestos más de tres años y no se han reconocido sus
derechos laborales. Por tanto, ANIL exige la paralización de la oposición. Esta
Asociación ha denunciado también ante la Comisión Europea los graves
incumplimientos en el reconocimiento de los derechos laborales de un colectivo
de 700.000 interinos que pueden perder su trabajo en toda España.
Hago un respetuoso llamamiento al señor Consejero de
Educación para que se siente a negociar con Suatea y otros sindicatos para
reconducir la situación de los interinos en Asturias y buscar soluciones
racionales, ya que son realmente posibles.
La concentración del
20 de febrero de 2018 en Oviedo en la plaza de España es una muestra rotunda de
la preocupación existente en la comunidad educativa asturiana respecto a estas
cuestiones relativas al profesorado interino.
Es perfectamente
posible garantizar que los docentes interinos con más de 13 o 15 años
trabajados en la enseñanza puedan seguir en sus puestos de trabajo. Esto no
impide que puedan acceder nuevos profesores.
El envejecimiento del
profesorado en Asturias es notable y esto facilita la renovación automática de
los docentes. No es necesario forzar las cosas.
Lo que es imprescindible,
si se pretender asegurar la calidad de la enseñanza, es que no haya tanta
precariedad laboral en relación con los funcionarios interinos.
Debe haber grupos con
ratios de unos 25 alumnos y no de más de 30, etcétera. Y las 18 horas lectivas harían
real una mejora en el rendimiento de profesores y alumnos, sin ninguna duda,
aunque a la Administración le cueste algo más de dinero.
Los partidos políticos
también tienen, a mi juicio, una indudable responsabilidad en todo esto que
estoy diciendo y que es un clamor expresado por los profesores y los sindicatos
educativos asturianos. Deben apoyar de forma explícita y clara estos
planteamientos.
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