Las
reflexiones de Aristóteles acerca del estado están dirigidas al buen vivir. En
este sentido, a diferencia de los sofistas que consideraban al estado una
creación convencional, el estagirita está convencido de que el ordenamiento
estatal responde a su carácter de sociedad natural.
La
naturaleza social o política de los seres humanos es evidente por sí misma. Al
respecto escribe Aristóteles en su Política: «El que es incapaz de vivir en
sociedad o el que ninguna necesidad tiene de ello por bastarse a sí mismo, ése
ha de ser o una bestia o un dios».
Ciertamente,
los planteamientos políticos aristotélicos se circunscriben a la polis o
Ciudad- Estado griega, ya que no tenía en cuenta, de modo especial, a los
imperios y las naciones en sus elaboraciones sobre la organización política del
poder. De todas formas, su teoría política se puede aplicar a cualquier estado
o nación. Su penetración intelectual captó perfectamente los entresijos, la
esencia y las funciones del Estado de una manera profunda.
Es
indudable que la mentalidad de la época influyó en Aristóteles, en relación a
su aprobación de la esclavitud por considerarla natural, algo que desde los
parámetros modernos resulta absurdo. Lo que si es coherente es que afirme la
diferencia de capacidades intelectuales y físicas de los hombres lo que, a su
juicio, justifica que existan diferentes posiciones en la sociedad, en función
de las mismas.
Este
pensador llegó a escribir en relación con el dinero: «El dinero se inventó para
ser usado en los cambios, pero no para aumentarlo por medio del interés». De lo
que se deduce, a mi juicio, que no estaría de acuerdo con la actividad de los
prestamistas, porque la consideraba una actividad no natural. Si viviera
actualmente, creo que modificaría mucho el sistema financiero existente en el
siglo XXI.
Aunque
fue discípulo y amigo de Platón no aceptaba el esbozo platónico del estado
ideal. Porque estaba convencido de que las propuestas organizativas de su
maestro no eran convenientes al ser radicales. Por ejemplo, pensaba que el
comunismo proyectado por Platón causaría graves problemas, discusiones
continuas, ineficacia, etc. Aristóteles está, claramente, a favor de la
propiedad privada, ya que es fuente innegable de disfrute y placer para los
individuos. Desde la perspectiva aristotélica el modelo de estado platónico
tiende en exceso a un igualitarismo o unificación que no es lo más apropiado y
beneficioso para los sujetos.
Una
de las cuestiones esenciales en las que insiste Aristóteles es en la necesidad
de una educación de los ciudadanos, para que no deseen una riqueza excesiva. Puesto
que la acumulación de dinero o de bienes en sí misma, no es algo positivo.
En
relación con la actividad política Aristóteles se muestra partidario de que los
ciudadanos, en la democracia directa en la que vivían, participaran de modo
alternativo en el gobierno, y en el ser gobernados.Esto parece un planteamiento
muy moderno y actual desde cierto punto de vista, y con las correspondientes
diferencias por la distancia temporal y de costumbres. Consideraba,
acertadamente, que todo ciudadano debe poder formar parte activa en la
Asamblea, y en el ejercicio de la
justicia, si bien de un modo controlado.
Investigando
y estudiando los tipos de constituciones Aristóteles realizó una división
básica en dos clases: las que buscan el bien común y las que no, porque
persiguen el interés de la misma clase gobernante.
Para
este filósofo el gobierno de la clase media es el mejor y el más deseable. Es
lo que se denomina mesocracia. Ya que sucede que la aristocracia, ante las
posibilidades reales de corrupción en el ejercicio del poder, es un ideal
demasiado elevado, y con escasas probabilidades de lograr un gobierno estatal equilibrado y justo.
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