miércoles, 31 de enero de 2018

HEIDEGGER



Es uno de los grandes pensadores de todos los tiempos. Nació en Alemania en 1889 y murió en 1976. Sus obras filosóficas son esenciales para comprender la hermenéutica y el existencialismo. Aunque estudió el ser en general o, lo que es lo mismo, la ontología, también se ocupó especialmente del lenguaje. El ser de lo que existe es analizado por Heidegger de modo profundo. No se consideraba existencialista. Aunque se puede decir que lo es, si se parte de un análisis más amplio de su producción filosófica.
Heidegger aunque afirma la intencionalidad de la conciencia, al igual que  su maestro Husserl, no está de acuerdo con el subjetivismo de la fenomenología, si bien parte de la misma en la elaboración de su filosofía. La conciencia no conforma el objeto, según Heidegger. De hecho, está convencido de que la fenomenología debe hacer patente el ser, tal y como se muestra en sí mismo en la realidad.
Manifestar o revelar el sentido del ser es el modo en el que la fenomenología se convierte en ontología, o ciencia del ser en la realidad. Su obra más importante es Ser y tiempo en la que expresa su ontología.
Como escribe Zubiri en sus Cursos Universitarios: «La ocupación con las cosas (cura, sollicitudo, Heidegger) se expresa en forma de pregunta sobre su ser. Es una cura de las cosas qua cosas. Entonces esta cura , que va a las cosas  por las cosas, no pretende más, por lo pronto, que patentizarlas». Heidegger propone  una vuelta o un cambio, ya no se trata  de preocuparse por las cosas, sino de custodiar la verdad  del ser de las cosas, dejar de manipularlas para que sean ellas mismas.
Así se evitaría la instrumentalización del hombre y del mundo al servicio de la técnica  y dejaría de considerarse la técnica como un fin en sí misma.  Y de esto era plenamente consciente Heidegger, ya que observó el devenir de la historia en el siglo XX. Es un deseo de autenticidad que se expresa, de forma clara, en su filosofía de la existencia.
Como escribe Rodríguez García comentando a Heidegger: «Pero la existencia auténtica es también aceptación  de esa finitud que supone el estar arrojado al mundo. La temporalidad no es una vivencia del tiempo, es la estructura de nuestro existir en el mundo».  Existimos en el mundo de un modo temporal, y la estructura existencial del ser humano es la temporalidad. El sentido del ser del Dasein es la temporalidad, ya que somos finitos.
Este filósofo alemán ha elaborado en sus obras una exhaustiva analítica existencial, y ha tratado los temas  enfocados por Kierkegaard, pero desde un tratamiento secularizado de los mismos.
No en vano, Heidegger escribe su gran libro Ser y tiempo en 1926 aplicando el método fenomenológico de Husserl, y trata todos los aspectos fundamentales del existencialismo. Por cierto, influyeron de modo decisivo en otros  pensadores, entre ellos, Ortega y Gasset.
Indudablemente, la filosofía heideggeriana rechaza el racionalismo del neokantiano Cassirer y también el de Husserl, el creador de la fenomenología.
Según Heidegger el hombre puede vivir una existencia auténtica o inauténtica o impropia. El hombre tiende al término medio,  y de este modo no es realmente auténtico. Cuando el hombre es inauténtico, su estar en el mundo es ambiguo, y no responde a lo proyectado por su ser y sus intenciones. Y su verdadero ser no es pleno, ya que se pierde o se desdibuja  en una búsqueda agitada e impersonal. En cambio, el hombre auténtico acepta el hecho irreversible de la finitud necesaria de la existencia,  ya que es un ser destinado a la muerte.
Desde los años treinta hasta los sesenta del siglo XX fue el filósofo más importante de la filosofía mundial. Algunos lo consideran como el pensador más grande desde Hegel hasta la actualidad. Indudablemente, fue un gran pensador que poseía un conocimiento extraordinario acerca de la filosofía de Kant, Hegel, Aristóteles, y otros numerosos filósofos como prueban sus clases universitarias y sus libros.
Zubiri que conoció a Heidegger, y tuvo muy en cuenta su pensamiento escribe acerca de su filosofía: «Con lo cual, diría más tarde Heidegger, la filosofía como sistema, sea ella lo que en última instancia fuere, sería siempre una racionalización y un esclarecimiento de una tendencia natural del hombre. Una tendencia que le lleva a lo más radical de sí mismo».
Heidegger poseía una erudición asombrosamente profunda y extensa  en el campo de la filosofía, algo que ponía de manifiesto en sus clases universitarias, y en sus numerosos libros. Como escribe Safranski: «Según recuerda Georg Picht, Heidegger estaba poseído por la «conciencia de haber sido golpeado, por así decirlo, con el encargo del pensamiento». A veces se sentía  «amenazado» por lo que «él mismo tenía que pensar». La pasión por conocer, leer, aprender, escribir y  pensar fue la trama de la existencia de Heidegger ya desde su niñez y adolescencia hasta su vejez.
Hans A. Fisher-Barnicol, que trató y conoció a Heidegger después de la Segunda  Guerra Mundial escribe: “Era como si el pensamiento se apoderara de este hombre anciano como de un medio. El pensamiento hablaba desde él”. Y Hermann Heidegger, el hijo de este gran filósofo cuenta  que su padre le dijo en alguna ocasión: “Ello piensa en mí. Yo no puedo resistirme”. La lista de sus obras es amplia, pero abarca desde tratados como su tesis de habilitación dedicada a Rickert titulada: El tratado de las categorías y de la significación de Duns  Scoto hasta libros como: La doctrina del juicio en el psicologismo, El concepto de tiempo en la ciencia histórica, Ser y tiempo, Kant y el problema de la metafísica, La esencia del fundamento, ¿Qué es la metafísica?, Nietzsche, El problema de la cosa, Introducción a la metafísica, ¿Qué significa pensar?, Sobre la cuestión del ser, etc.


lunes, 29 de enero de 2018

ARISTÓTELES Y LA POLÍTICA



Las reflexiones de Aristóteles acerca del estado están dirigidas al buen vivir. En este sentido, a diferencia de los sofistas que consideraban al estado una creación convencional, el estagirita está convencido de que el ordenamiento estatal responde a su carácter de sociedad natural.
La naturaleza social o política de los seres humanos es evidente por sí misma. Al respecto escribe Aristóteles en su Política: «El que es incapaz de vivir en sociedad o el que ninguna necesidad tiene de ello por bastarse a sí mismo, ése ha de ser o una bestia o un dios».
Ciertamente, los planteamientos políticos aristotélicos se circunscriben a la polis o Ciudad- Estado griega, ya que no tenía en cuenta, de modo especial, a los imperios y las naciones en sus elaboraciones sobre la organización política del poder. De todas formas, su teoría política se puede aplicar a cualquier estado o nación. Su penetración intelectual captó perfectamente los entresijos, la esencia y las funciones del Estado de una manera profunda.
Es indudable que la mentalidad de la época influyó en Aristóteles, en relación a su aprobación de la esclavitud por considerarla natural, algo que desde los parámetros modernos resulta absurdo. Lo que si es coherente es que afirme la diferencia de capacidades intelectuales y físicas de los hombres lo que, a su juicio, justifica que existan diferentes posiciones en la sociedad, en función de las mismas.
Este pensador llegó a escribir en relación con el dinero: «El dinero se inventó para ser usado en los cambios, pero no para aumentarlo por medio del interés». De lo que se deduce, a mi juicio, que no estaría de acuerdo con la actividad de los prestamistas, porque la consideraba una actividad no natural. Si viviera actualmente, creo que modificaría mucho el sistema financiero existente en el siglo XXI.
Aunque fue discípulo y amigo de Platón no aceptaba el esbozo platónico del estado ideal. Porque estaba convencido de que las propuestas organizativas de su maestro no eran convenientes al ser radicales. Por ejemplo, pensaba que el comunismo proyectado por Platón causaría graves problemas, discusiones continuas, ineficacia, etc. Aristóteles está, claramente, a favor de la propiedad privada, ya que es fuente innegable de disfrute y placer para los individuos. Desde la perspectiva aristotélica el modelo de estado platónico tiende en exceso a un igualitarismo o unificación que no es lo más apropiado y beneficioso  para los sujetos.
Una de las cuestiones esenciales en las que insiste Aristóteles es en la necesidad de una educación de los ciudadanos, para que no deseen una riqueza excesiva. Puesto que la acumulación de dinero o de bienes en sí misma, no es algo positivo.
En relación con la actividad política Aristóteles se muestra partidario de que los ciudadanos, en la democracia directa en la que vivían, participaran de modo alternativo en el gobierno, y en el ser gobernados.Esto parece un planteamiento muy moderno y actual desde cierto punto de vista, y con las correspondientes diferencias por la distancia temporal y de costumbres. Consideraba, acertadamente, que todo ciudadano debe poder formar parte activa en la Asamblea,  y en el ejercicio de la justicia, si bien de un modo controlado.
Investigando y estudiando los tipos de constituciones Aristóteles realizó una división básica en dos clases: las que buscan el bien común y las que no, porque persiguen el interés de la misma clase gobernante.
Para este filósofo el gobierno de la clase media es el mejor y el más deseable. Es lo que se denomina mesocracia. Ya que sucede que la aristocracia, ante las posibilidades reales de corrupción en el ejercicio del poder, es un ideal demasiado elevado, y con escasas probabilidades de lograr un  gobierno estatal equilibrado y justo.

sábado, 27 de enero de 2018

CAPTURA DE PUIGDEMONT



Un expresidente con orden de detención pretende ser investido.
Carles Puigdemont ha huido de la justicia española y junto con los cuatro exconsejeros está imputado por cinco delitos: rebelión, sedición, malversación, desobediencia y prevaricación.
El Gobierno y las fuerzas políticas constitucionalistas ya han expresado que con otro candidato  que no sea Puigdemont sería perfectamente posible la investidura. Es lo razonable y lo lógico. Desde una perspectiva jurídica sería también lo racional. No habría ningún tipo de problema. En cualquier estado democrático de Europa esto sería lo apropiado.
Se puede discutir, si la presentación de un recurso preventivo de suspensión de la propuesta de candidatura de Puigdemont es la estrategia jurídica más acertada o no. Porque se podría esperar al martes y ver lo que sucede en el debate del Parlament.
En todo caso, que el presidente del Parlament catalán señor Roger Torrent diga que el Gobierno atenta contra los electores y contra la democracia parlamentario es una falacia. No argumenta coherentemente.  Realmente, el fraude de ley de Puigdemont es lo que motiva la aplicación del artículo 155. Por tanto, el independentismo catalán ha perdido toda legitimidad criticando irracionalmente a la democracia española.
Si bien es verdad que los procedimientos que recurren al Tribunal Constitucional son objeto de interpretación, en lo relativo a su oportunidad.
Que el señor Torrent diga que “tratan de ganar en los tribunales lo que no se ganó en las urnas” es confundir los planos de análisis político.
Lo que no tiene sentido es que se quiera imponer a la fuerza un candidato a la presidencia del Ejecutivo catalán que debe ser detenido si pisa territorio español. No hay que saltarse las premisas en ningún razonamiento para llegar por pasos deductivos a la conclusión.
No creo que el juez autorice que, ejecutando la orden de detención respecto a Puigdemont, le sea permitido acudir al pleno de investidura. Esto le dice el letrado del Parlament catalán  Antoni Bayona, pero no me parece que vaya a suceder. A mi juicio, sería contradictorio, si se consideran los presuntos delitos que se le imputan a Carles Puigdemont y otras razones de orden procedimental y  procesal.
La igualdad ante la ley quedaría en entredicho, si se tolera que Puigdemont se salte el orden legal, llegue a territorio español y no sea detenido. Es verdad que se están extremando las medidas policiales para evitar que entre de incógnito en España y en  el Parlament catalán.
El proceso soberanista, a pesar de la aplicación del 155, sigue alterando el normal funcionamiento de la democracia en Cataluña. Estamos  viviendo unos días en los que se van a tomar decisiones importantes. La admisión a trámite del recurso por el Tribunal Constitucional supone la suspensión cautelar automática de la investidura en el Parlament, aunque no creo que sea ejecutada y obedecida. Independientemente, de que sea una admisión unánime. Parece que no a va serlo. También es cierto que otra opción posible y plausible es esperar a que se consume la investidura y anularla. Parece la más ajustada a derecho.
La CUP ya dice que no participará en ningún pleno hecho a la medida del Tribunal Constitucional. Que algunos políticos independentistas estén criticando duramente las medidas de vigilancia policial para evitar que Puigdemont eluda la acción de la justicia, si pisa suelo español, raya lo indignante. Se busca la impunidad de forma abierta.
Con este tipo de planteamientos todos los que cometen presuntamente delitos no serían detenidos. Es verdad que no se está hablando de delitos de sangre, pero son conductas tipificadas como graves o muy graves por el ordenamiento legal vigente. Y no han prescrito, ya que son recientes.
Se está dando la imagen, por parte del soberanismo independentista, de que vale todo. Los políticos catalanes que impulsan la independencia se han instalado en el relativismo más absoluto y no atienden a razones, ni argumentan siguiendo un proceso lógico en muchos casos y situaciones. Ser presidente de Cataluña por plasma es algo que no está permitido en ningún país democrático.


viernes, 26 de enero de 2018

CONTRA EL DOGMATISMO



Las obras de Sexto Empírico han influido en diversos filósofos a lo largo de la historia. Sus planteamientos filosóficos escépticos niegan, de forma tajante, cualquier clase de dogmatismo.
Aunque la suspensión absoluta del juicio no es lo adecuado en muchos casos. Se debe ser prudente en las afirmaciones y en la búsqueda de la verdad, pero la actitud escéptica debe tener límites, ya que no puede aplicarse a todo.
La obra más conocida y difundida de Sexto Empírico es, sin duda, los Esbozos pirrónicos. Su libro Contra los dogmáticos alcanzó menor difusión en los siglos posteriores a su muerte. Sexto nació en el año 150 y murió en el 249, por lo que se sabe. Aunque fue médico no se conservan sus tratados de medicina. En cambio, su labor como filósofo está expresada en sus escritos y en la dirección de la escuela escéptica. Aunque nació en Grecia, vivió en Roma y  Alejandría. Fue discípulo de Menodoto de Nicomedia y de Herodoto de Tarso. Fue un gran defensor de las doctrinas escépticas de Pirrón y de Enesidemo. Recibe el sobrenombre de Empírico por su dedicación a la observación de la experiencia en su actividad médica estudiando a los enfermos.
Sexto Empírico no está de acuerdo con el silogismo y rechaza la idea de Providencia y la de causa. Incluso llega a decir que es imposible mantener ningún tipo de raciocinio, ya que todo es objeto de duda. Y no se puede alcanzar la verdad.
La influencia en el Renacimiento y en el siglo XVII de los Esbozos pirrónicos fue considerable. Es suficiente con pensar en Montaigne y sus Ensayos. También las ideas de Sexto están presentes en los tratados de Descartes. Ya que partió de las tesis escépticas en la creación del racionalismo moderno. La duda metódica cartesiana es una muestra de la radicalidad de un primer escepticismo necesario antes de asentar un primer principio indudable.
Además, en el libro de Sexto Empírico titulado  Contra los dogmáticos se pueden extraer y aprovechar muchas citas literales, referencias, alusiones e información esencial sobre escuelas filosóficas de la Antigüedad  y también sobre grandes filósofos antiguos.
En relación con la ética se puede decir que Sexto se basa en el sentido común y en el valor de la experiencia y del hábito, sin negar la racionalidad tampoco. En cierto sentido, una moral similar, en algunos aspectos, a la aristotélica. Escribe Sexto en Contra los dogmáticos: «Además, todo arte y toda ciencia realmente existente se aprehende a partir de las acciones artísticas y científicas a las que da lugar: la medicina, por ejemplo, a partir de los actos médicos, la citarística a partir de la actividad de tocar la cítara, y así también la pintura, la escultura y todas las artes similares». En sus obras Sexto muestra un extraordinario talento para la crítica de contradicciones y ambigüedades. También pretende poner de manifiesto los enredos del lenguaje y de las proposiciones y lo consigue desde un planteamiento puramente escéptico. Destaca como un gran dialéctico en su producción filosófica.
Es evidente que los seres humanos tienen que tomar decisiones y aunque es legítimo un cierto grado de escepticismo y duda razonable, ante lo que sucede en la realidad, esto mismo, no debe impedir la acción. Indudablemente, la prudencia es conveniente. Pero, no se puede disponer de toda la información acerca de lo que es más beneficioso o ventajoso en la toma de decisiones. Si bien esto no supone que se deba permanecer en la pasividad o en la indecisión permanente.  Las exigencias de la realidad vital impulsan a los seres humanos a decidir lo que quieren hacer con mayor o menor acierto y también con errores que pueden ser corregidos.

miércoles, 24 de enero de 2018

VOLTAIRE


Fue un filósofo, escritor e historiador muy influyente en su tiempo.
Es uno de los grandes pensadores de la Ilustración. Sus reflexiones críticas se expresan en sus obras de un modo brillante y están escritas en un lenguaje que no es ampuloso o grandilocuente. La claridad expositiva es una de sus  principales virtudes.
Voltaire confía en la fuerza o el poder de la razón humana y también pone de relieve el gran valor de la ciencia y del saber libre de dogmatismo y fanatismo.  Aunque falleció en 1778 en París se puede afirmar que nada humano le fue ajeno. Se ocupó en sus escritos de cuestiones sociales, políticas, religiosas, éticas, ontológicas y epistemológicas.
En su libro Cartas filosóficas de 1734 Voltaire difunde sus ideas políticas insistiendo en la necesidad de la tolerancia religiosa y la libertad de culto. También manifiesta que la libertad ideológica es absolutamente necesaria en toda sociedad para los individuos o ciudadanos. En este sentido, es evidente que le influyó la permisividad inglesa en los años en que vivió en Londres.
Considera que el fanatismo religioso es causado por el cristianismo existente en su época.  En efecto, en el siglo XVIII, todavía existía un cierto oscurantismo que progresivamente fue desapareciendo o disminuyendo.
El filósofo francés está plenamente convencido de que existe una especie de sentimiento universal e innato de la justicia. Y queda reflejado en las propias leyes  que son la expresión de lo justo en la convivencia social.
El interés individual, según Voltaire, se preserva por medio del pacto social. Es una forma de contractualismo que es racional, ya que pretende garantizar los derechos de todos.
Para Voltaire es coherente pensar en la necesidad de una convivencia armoniosa entre los hombres y esto se logra aplicando los principios de la moral  y del sentido común. Algo que no difiere mucho de lo planteado por Descartes con las máximas de su moral provisional.
Las ciencias, la técnica y las artes son lo que mejora las condiciones de vida de las personas. Es optimista en relación con las posibilidades que ofrece el  progreso de la ciencia.  En lo relativo al arte está claro que hace, en su opinión, la vida más bella y agradable.
No cree, acertadamente, en la intervención divina en los asuntos humanos. Por tanto, se le puede considerar deísta. Niega la posibilidad de una justificación racional del providencialismo en su cuento filosófico titulado Cándido o el optimismo de 1759.
El terrible terremoto de Lisboa que se produjo unos años antes parece que le daba la razón también. Era una crítica furibunda a la bondad divina y al mejor de los mundos posibles de Leibniz. El problema del mal ha dado ocasión a interminables polémicas y Voltaire se ocupa a fondo del mismo con su habitual profundidad e ironía.
A mi juicio, lo que nos enseña Voltaire es la valentía a la hora de exponer sus ideas y críticas.  La irracionalidad, los absurdos, las incoherencias de la existencia son parte del material que somete a análisis y revisión desde su fina perspectiva pensante y reflexiva.
Si a esto se añade su gran conocimiento de la naturaleza humana y de la sociedad  se entiende que haya sido capaz de crear una producción filosófica de primera línea y que sea uno de los referentes esenciales del pensamiento del siglo XVIII.
Su potencia explicativa y curiosidad universal son un ejemplo extraordinario también  para los lectores, pensadores y escritores del siglo XXI. Muchos de los problemas humanos, políticos, sociales, morales y antropológicos que el desarrolló y analizó en sus obras siguen siendo tratados, en otro contexto social y político, en la actualidad. Pero el afán crítico es similar al de Voltaire.





lunes, 22 de enero de 2018

GARCÍA BACCA


Juan David García Bacca fue un filósofo, lógico, ensayista y traductor. También destacó como profesor universitario de Filosofía. En este artículo pretendo contribuir a que sea más conocida su obra de lo que ya lo es.
Su trayectoria investigadora y docente se vió  afectada por la  Guerra Civil española y por otras circunstancias de la posguerra.  Se exilió en varios países hispanoamericanos para conservar su libertad de pensamiento y con el propósito de poder escribir y enseñar con plena libertad de cátedra. También hubo motivaciones políticas en su decisión de vivir fuera de España. Nació en Pamplona en 1901 y falleció en Quito en 1992. Gozó de la doble nacionalidad española y venezolana.
En la primera etapa de su existencia se doctoró con la tesis titulada Ensayo sobre la estructura lógico-genética de las ciencias físicas en 1935. Fue miembro del Círculo de Viena y enseñó, de forma magistral, lógica matemática y filosofía de la ciencia en la Universidad Autónoma de Barcelona entre 1933 y 1935. En febrero de  1936 ganó la cátedra de  Introducción a la Filosofía de la Universidad de Santiago de Compostela, si bien no la ocupó, porque no tuvo más remedio que abandonar  de manera precipitada  España con el inicio del conflicto o Guerra Civil. Fue a París y en los años parisinos se dedicó con intensidad a la lógica. Y terminada la contienda se exilió en Ecuador, México y, por último, en Venezuela en la que fijará su residencia desde 1946.
Su labor filosófica y docente en la Universidad Central de Venezuela fue prodigiosa, ya que destacó por su gran actividad.  Es lógico que recibiese numerosas distinciones y premios por sus aportaciones  y sus escritos y enseñanzas. Como es sabido, entre los especialistas, fue un gran divulgador de la lógica simbólica o formal.
También quiso realizar la traducción de las obras completas de Platón al español. Fue una tarea tremenda que culminó con éxito. Siempre se consideró deudor del pensamiento platónico. Llegó a escribir «Toda mi vida he estado tratándome con Platón». Ya que el fundador de la  Academia es el auténtico configurador de los grandes temas de la filosofía de todos los tiempos. Además, la belleza del lenguaje del maestro y amigo de Aristóteles es proverbial e inspiró los esfuerzos de García Bacca por tratar las cuestiones metafísicas de un modo armonioso y entendible.
En una entrevista realizada en  televisión española por Soler Serrano en el programa A fondo  el pensador español manifiesta la necesidad de escribir un lenguaje filosófico usando una terminología menos técnica. Aunque, él mismo reconoce que hasta sus sesenta años aproximadamente usaba la jerga en sus clases, investigaciones y libros.
De todos modos, considero que un mismo filósofo puede escribir tratados muy técnicos de filosofía y, simultáneamente, redactar otros libros con un lenguaje asequible y con una cierta belleza literaria. El mismo lo hizo también. Estoy convencido de que es apropiado. García Bacca daba mucha importancia a la literatura en su relación evidente con la filosofía.
Su actividad como traductor fue enorme, puesto que también tradujo a pensadores modernos como Kant, Hegel, Marx, Heidegger. Además, se ocupó de traducir también algunos filósofos escolásticos.
Estaba versado en lenguas clásicas. Conoció la ciencia actual y estaba al tanto de los últimos avances científicos. Su curiosidad fue universal. También era un gran aficionado a la música. Escribió Filosofía de la música. Su obra es inmensa y de gran calidad. Entre sus libros puede decirse que destacan Introducción a la lógica moderna de 1936, Tipos modernos de filosofar físico desde Hesíodo hasta Kant de 1941, Elementos de Filosofía de 1961, Lecciones de historia de la filosofía de 1972 y Einstein. Homenaje al filósofo de la ciencia de 1980.Buscó unir en una totalidad la ciencia y la filosofía entendidas ambas como pensamiento e investigación, reflexión y análisis. Y también afirmó el extraordinario valor de las humanidades y de las ciencias sociales como  conocimientos indispensables.





viernes, 19 de enero de 2018

MONTAIGNE



Este pensador ha inventado el ensayo moderno, porque uno de sus grandes logros es pensar escribiendo. Y lo hace, de un modo libre con un brillante proceso de improvisación fundamentado en sus profundos y amplios conocimientos. Además su obra Ensayos está llena de argumentaciones y narraciones, en definitiva, transita por la senda de la filosofía y la literatura.
Sus Ensayos son un intento estilístico nuevo en pleno siglo XVI. Montaigne en un par de páginas es capaz de analizar especulativamente un tema o una idea de una forma original,  sin atenerse a un esquema preestablecido que limite su libertad y creatividad expositiva.
En realidad, estos escritos de este sabio son la manifestación de su visión e interpretación del mundo en el que vive y del que es agudo observador. Su experiencia política y mundana le ofrece pautas de valoración considerablemente profundas. Ya que demuestra un amplio conocimiento de los caracteres humanos, y de las  grandezas y miserias humanas. En cualquier caso, el tono de escritura de este erudito francés es ligero y no categórico.
La toma de notas de sus abundantes lecturas le servirá también para disponer de un material de confrontación intelectual con las ideas de otros filósofos del pasado y de su presente. Influyen diversos autores griegos y latinos en su pensamiento. Si bien Plutarco con su mezcla de anécdotas con reflexiones de libre asociación le sirvió de ejemplo para enfocar el procedimiento habitual de su escritura.
Montaigne defendió la tolerancia respecto a las ideas y de forma general. En relación con la Iglesia aunque se consideraba católico sobre todo, como forma de asegurar la paz en la sociedad, era consciente de la necesidad de reformas internas en la estructura de esta institución, precisamente para que desaparecieran las prácticas injustas de la misma. Y esto incluso desde su perspectiva ideológica y política que era conservadora pero sin dogmatismo. En este sentido, se adelantó a su tiempo, ya que planteamientos de tolerancia similares se desarrollaron en el siglo XVIII.
Una particularidad  es que el tema del libro  era su yo. Porque pretendía explicarse a sí mismo, y su interés no era  escribir en función de los gustos de la opinión pública de su tiempo. De todos modos, la autenticidad de su escritura y de sus reflexiones aumentó el número de lectores de sus Ensayos. Montaigne se interesa por el mundo y por la realidad, y esto se refleja con toda claridad en sus escritos. Sus comentarios son ingeniosos y a la vez profundos aunque destilan un cierto escepticismo ante muchas cosas. Esto es quizás el resultado de su dilatada experiencia política, y del trato con sus coetáneos. Se puede afirmar que Montaigne es uno de los fundadores de la antropología moderna. Porque el hombre es una criatura racional y, por tanto, es diferente de otros animales.
Lo más distintivo del ser humano es la inteligencia abstracta y especulativa. Para Montaigne la separación entre cuerpo y espíritu es artificial porque ambos están interconectados. Puesto que lo anímico y lo físico no son independientes el uno del otro, ya que están integrados. De hecho, las funciones corporales no están aisladas de las mentales o espirituales, sino todo lo contrario. Y esto ya lo pensó y escribió el sabio francés hace más de cuatro siglos.
Por tanto, es evidente que la lectura de los escritos de este pensador francés supone un claro placer para la inteligencia y la sensibilidad de los lectores. Su finura en los análisis y la precisión que muestra en sus consideraciones muestran la grandeza de Montaigne como filósofo y escritor. Las reflexiones que nos ofrece son muy valiosas, porque derivan de la experiencia que ha atesorado a lo largo de los años vividos. Fue un gran conocedor de la naturaleza humana.

miércoles, 17 de enero de 2018

ÉTICA DE PEDRO ABELARDO



El filósofo, lógico y teólogo Pedro Abelardo ocupa un lugar de privilegio en la historia del pensamiento medieval. Vivió desde el año 1079 hasta el 1142. Fue un gran erudito, profesor y sabio.  Fue un intelectual independiente y crítico, pero también un humanista. Sus clases y enseñanzas no dejaban indiferente a nadie. Era un gran dialéctico y polemista. Sus controversias fueron famosas. Siempre estaba presente en la palestra de las ideas.
La ética siempre fue considerada por Abelardo como la culminación de su pensamiento y ocupó un puesto especial en su filosofía. Si bien es preciso no olvidar que la influencia del cristianismo en sus planteamientos éticos es visible en su libro Conócete a ti mismo.
De todos modos, es consciente de la trascendencia de la coherencia y la honestidad en la manera de actuar en la vida. Abelardo considera que el problema esencial es el del fundamento de la moralidad de los actos. Señala la significación de lo intencional en los actos humanos, aunque también utiliza el concepto de pecado en el curso de sus explicaciones.
Es cierto que las acciones pueden ser buenas o malas por ignorancia o coacción como sostiene el mismo Abelardo, pero eso no supone que el valor de la intención pueda o deba quedar en un segundo plano.
Al contrario, es necesario fijarse y analizar con suma atención la bondad de la intención para tomar decisiones positivas, adecuadas y apropiadas. Se puede afirmar que, en cierta forma, Abelardo se está anticipando a la buena voluntad de la  moral kantiana. Y también se puede interpretar la buena intención, según el planteamiento moral del gran filósofo medieval, como  una especie de relación íntima del alma con Dios.
De todas formas, desde un análisis puramente ético Abelardo muestra su planteamiento al escribir: «En consecuencia, de la misma manera que al hombre bueno se le llama bueno por su propia bondad, así la intención de cualquiera  se denomina buena por sí misma». Hacer las cosas siguiendo la propia y libre voluntad no es causa de padecimiento y sufrimiento. Es algo que reconoce Abelardo y es cierto.
El problema surge con la ignorancia y la falta de libertad. Las apariencias, las falsedades, los engaños son enemigos absolutos de la virtud y de la buena intención.
En su propia época el mismo Pedro Abelardo sufrió las consecuencias de los prejuicios y la intolerancia en relación con su filosofía y teología. Por ejemplo,  Bernardo de Claraval lo atacó duramente por sus planteamientos teológicos que juzgaba equivocados, aunque no lo eran.
Además, las relaciones amorosas entre Abelardo y Eloísa provocaron una reacción violenta que perjudicó mucho la propia vida del pensador.  Las costumbres medievales en el siglo XII podían ser con frecuencia crueles y despiadadas en relación con el honor y otras cuestiones similares.
En cambio, la actitud de Pedro Abelardo es más tolerante y más abierta, ya que se fundamenta sobre todo en la práctica de la argumentación racional y no en el uso de la violencia para decidir las disputas o los problemas.
Sabe que todas las personas son imperfectas y pecadoras y, por tanto, es consciente de que  también deben practicarse la humildad y la compasión. Ser bueno, respetuoso y prudente es lo deseable para todos. Lo que no presupone que no se puedan cometer errores en los comportamientos que pueden ser rectificados cambiando de conducta y usando la razón y el buen sentido.
Abelardo se nos muestra como un auténtico racionalista, ya que está convencido del gran poder  de la razón para orientar y dirigir la existencia de cada sujeto pensante. Sin olvidar el ambiente religioso y espiritual en el que vivía. 

domingo, 14 de enero de 2018

FICHTE



Fichte quería una sociedad más justa y racional. Este pensador nació en 1762 y murió en 1814. En su época la filosofía fichteana fue comprendida como una exaltación de la subjetividad o como una divinización de la misma. Escribe Fichte: «Según la Doctrina de la Ciencia el fundamento último de toda efectividad  para el Yo es, pues, una originaria  acción recíproca entre el Yo y un algo cualquiera exterior al mismo del cual sólo se puede decir que tiene que ser completamente opuesto al Yo».  Considera, acertadamente, que el Yo es pura actividad. Es la divinización del Yo. Y esta es una de las premisas necesarias del idealismo. Además es necesario poner de relieve que en muchos aspectos es el verdadero fundador del idealismo alemán. De él parten Shelling y Hegel para construir sus sistemas filosóficos idealistas.
La libertad humana es para Fichte lo más esencial, porque la acción parte de ella. Frente a la indolencia y la pasividad  y el temor al fracaso el gran pensador alemán insiste en la actividad  como eje básico para mejorar el estado social. Y esto requiere una revolución interior también, ya que la acción creadora de cada sujeto es de naturaleza moral. Acepta los planteamientos kantianos en relación con la actitud ética. Aunque también es cierto que Fichte estuvo vinculado a logias masónicas con un sentido místico  de lo que representa la humanidad.
A juicio de Fichte la razón práctica está por encima de la teórica. Señala la autoafirmación del sujeto como principio del que derivan las instancias de la realidad. E insiste en sus obras en la  necesidad del impulso y del sentimiento, si se quiere realizar la racionalidad en el mundo.
Escribe Fichte: «La teoría transcendental dice que el mundo no es más que la figura sensible, según leyes conceptuales de la razón,  de nuestro propio obrar interno como pura inteligencia, dentro de los límites incomprensibles en los que estamos encerrados». Ya que el filósofo germano confía en un mundo inteligible, que tiene como esfera de la acción al mundo sensible en el que se puede realizar el deber y la libertad. Aunque el Yo construya el mundo inteligible precisa del mundo material para que la acción del sujeto posea concreción en la realidad empírica. Puesto que la razón busca determinar su entorno de un modo moral y racional. Partiendo de la  racionalidad de cada sujeto se establece una relación intersubjetiva dirigida por la razón también. Es lo que plantea Fichte de un modo coherente. Ya que el respeto a la libertad y a los otros es el fundamento de la convivencia social. En el fondo, es la expresión de un amor moral que es expresión de generosidad e intereses compartidos entre los seres humanos.
Fichte enfatiza el gran valor de la cultura como nexo de unión y progreso. Para este filósofo el hombre es una especie de Dios en la tierra que con un esfuerzo infinito intenta hacer el mundo a su medida. Aunque sabe que no podrá conseguirlo, pero no desiste en su perfeccionamiento y esfuerzo. Y la actividad cultural es la manifestación de una destreza, que aumenta a través del ejercicio  y que posee utilidad como instrumento para mejorar el mundo y a la vez para lograr los propósitos de cada sujeto.
La filosofía de Fichte está al alcance de todos, ya que existen excelentes traducciones de sus tratados. La lectura de las obras de Fichte es un goce para el intelecto y para la sensibilidad.

jueves, 11 de enero de 2018

INVESTIDURA TELEMÁTICA



Parece que se va a producir la investidura a distancia de Puigdemont. Realmente, sería otro pulso más al Gobierno y a la democracia española. En ningún país democrático del mundo sucede algo similar a lo que desea el expresidente que está viviendo en Bélgica.
El hecho de que, si entra en el territorio español será detenido, no frena las aspiraciones de poder de este político. Tiene que responder ante la justicia, por lo que sucedió con la proclamación ilegal de la república catalana y  también por otras cuestiones relacionadas con la secesión que intentó llevar a término, junto con otros dirigentes independentistas.
No está legitimado, a mi juicio, para presidir la Generalitat. A pesar de sus peticiones de diálogo con Rajoy no ha conseguido que sea aceptada su propuesta de una investidura a través de Internet, ni tampoco que se le conceda la posibilidad de que regrese a Barcelona para ser investido presencialmente. Y es lo lógico desde un planteamiento puramente jurídico. No puede ser de otra manera.
El informe jurídico pedido por el Gobierno es concluyente. No es válida la investidura a distancia. Es preciso estar presente en el Parlament. Como parece que se ha acordado o cerrado un pacto político entre dos formaciones independentistas es muy probable que se produzca una toma de posesión del poder virtual en Cataluña. Que será rechazada e impugnada por el Gobierno central con un recurso de inconstitucionalidad en toda regla, como corresponde, sin perjuicio de otras posibles medidas legales que se puedan adoptar, presumiblemente.
Y seguirá el desafío a la democracia y el teatro de la política independentista, aunque con Forcadell dando un paso atrás por razones de prudencia, al no querer presidir el Parlament  aconsejada por sus abogados. Porque una noche en la cárcel es algo muy duro y se entiende perfectamente su actitud.
La justicia y el Gobierno parece que van poniendo poco a poco las cosas en su sitio. De todos modos, el conflicto catalán creo que tiene cuerda para rato.
La salida de la primera línea política de Pérez Tapias en el PSOE, por ejemplo, es debida, en parte, a la no asunción efectiva o profunda de la vía del federalismo de cara al problema del encaje de Cataluña en España, por parte de Pedro Sánchez o de la Ejecutiva del partido socialista.
Considero que un federalismo como el propuesto por Pérez Tapias y por otros sería una buena forma de que Cataluña permaneciera integrada en España de un modo armónico y justo. 
Pero, creo que, aunque se dialogara y negociara ad nauseam, no se alcanzaría ningún acuerdo que hiciera posible la creación de un estado federal, por causa de los partidos independentistas que no están dispuestos a aceptarlo, ya que quieren formar una república absolutamente independiente  y soberana.
Y los líderes políticos secesionistas pueden estar discutiendo sobre el federalismo decenas o cientos de horas con los políticos constitucionalistas y no lo  van a querer para Cataluña.
Por otra parte, esta misma semana los padres de la Constitución han expresado con rotundidad que el marco de la ley de leyes es lo más coherente para mantener la unidad del Estado y el funcionamiento racional del sistema democrático español.
Lo que no impide, en absoluto, que, como dice Herrero de Miñón, pueda ser abordada una reforma de la Carta Magna, si es necesario, por vías legales, pero no para premiar la vía unilateral. Algo intentado por la Generalitat.
En un Estado de Derecho como el español resulta que el poder judicial está siendo mucho más útil de lo que se pensaba. Ya que ha actuado, en parte, a instancias del Gobierno, de un modo muy preciso, firme, razonado y de acuerdo al imperio de la ley. La labor de los jueces o magistrados está siendo magnífica, en relación con el conflicto catalán.


miércoles, 10 de enero de 2018

HUSSERL



Edmund Husserl es uno de los grandes filósofos, ya que creó un movimiento filosófico, la fenomenología, que desde principios del siglo XX hasta la actualidad sigue vigente, y en el que elaboran su filosofía  numerosos pensadores. Husserl nació en  Prossnitz,  en 1859 y murió en 1938 en Friburgo. Estudió matemáticas, psicología y filosofía. Su trayectoria en la universidad fue muy brillante, y sus clases fueron famosas. Su erudición y su capacidad de análisis es asombrosa, algo que demostró en las más de 40.000 páginas que escribió, y en su enseñanza universitaria. En los Husserl Archivos en Lovaina están sus manuscritos, y se promueve la fenomenología a nivel internacional.
Husserl fundó la fenomenología y escribió una abundante obra: Investigaciones lógicas, Cinco lecciones sobre la Idea de la fenomenología, La filosofía como ciencia rigurosa, Ideas, Lecciones sobre la fenomenología de la conciencia interna del tiempo, Lógica formal y trascendental, Meditaciones cartesianas, etc.
En pleno siglo XXI se sigue practicando la fenomenología, si bien han surgido nuevas formas de describir la conciencia y la realidad. De hecho, la influencia de este movimiento filosófico es grande y continua, también durante el siglo XX, por ejemplo, existe la metodología fenomenológica desarrollada por Marc Richir, y por otros que siguen sus planteamientos descriptivos e interpretativos.
El planteamiento de la fenomenología se entiende desde una perspectiva descriptiva, y existen distintas variaciones de la misma. Por ejemplo, la fenomenología de la religión es cultivada por pensadores como Enzo Solari en su libro La raíz de lo sagrado. Contribuciones de Zubiri a la filosofía de la religión. También Xavier Zubiri es un gran filósofo que crea una filosofía encuadrable en la fenomenología.
Otro filósofo que está en el campo de la fenomenología es Ortiz de Urbina. Estromatología.Teoría de los niveles fenomenológicos es un libro de Urbina que remodula la fenomenología husserliana, desde un nuevo enfoque descriptivo, y con unas categorías fenomenológicas nuevas, y muy profundas.
La fenomenología de Husserl trata de superar el positivismo, porque la realidad no se debe reducir, exclusivamente, a lo empírico, ya que existen más aspectos a considerar. Una de las cuestiones fundamentales a las que no es capaz de contestar la ciencia es acerca del sentido profundo de la vida misma, si es que lo tiene.
La intención de este filósofo es conocer la realidad de las cosas mismas, aunque con una nueva interpretación, y con un método original creado por él mismo a lo largo de un minucioso procedimiento de análisis e interpretación de los significados, y de la conciencia y la percepción, por ejemplo, analizó la separación de diferentes conceptos de abstracción y abstracto en sus Investigaciones lógicas de 1900- 1901.
Desde el planteamiento fenomenológico  el fenómeno es la cosa real, y a la vez, la cosa en sí. Husserl niega la justificación epistemológica y ontológica de la cosa en sí kantiana. Pero es necesario ver los fenómenos en sí mismos, libres de interpretaciones históricas, y de significaciones añadidas. Husserl en su método fenomenológico parte de la epojé que es similar a la duda cartesiana.
En todos los hechos de una misma clase existe una esencia que puede ser aprehendida. Y la conciencia puede captar la esencia profunda de las cosas a través de la reducción fenomenológica. Lo que supone considerar  lo que aparece a la conciencia y sus vivencias. Por medio de la reducción eidética se pone entre paréntesis lo individual y contingente de cada fenómeno captado, y se retiene, únicamente, la esencia del mismo. Y la conciencia eidética intuye las esencias.
Con la reducción trascendental, la existencia  del mismo sujeto que conoce es puesto entre paréntesis, o lo que es igual, el yo empírico  es innecesario para encontrar la esencia de esta conciencia o yo trascendental.
De esta manera, la fenomenología describe y analiza nuestra conciencia y las vivencias de la misma: el acto psíquico  de pensar o nóesis, y  el contenido objetivo del pensamiento o noema. Y la esencia de la cosa es el noema, por tanto, el conocimiento es su descripción.
Con esta triple reducción aparece la estructura de la conciencia y la intencionalidad que es uno de los conceptos centrales de la fenomenología. Y es cierto, porque siempre tenemos conciencia de algo determinado, y el fluir de la mente es también intencional.
El proceder fenomenológico hace posible  descubrir la vida de la conciencia, en toda su complejidad. Ya que comprende el conjunto de experiencias vividas. Y cada una posee su esencia. Es lo que Husserl denomina el mundo de la vida.




lunes, 8 de enero de 2018

ANÁLISIS LÓGICO DE CARNAP



Carnap nació en Alemania en 1891 y murió en 1970. Desde 1935 vivió en Estados Unidos hasta su fallecimiento. Fue filósofo analítico y del lenguaje. Defendió el positivismo lógico y fue uno de los miembros más importantes del Círculo de Viena. Era ateo y tenía convicciones socialistas siendo un defensor de las actitudes pacifistas.
Como profesor universitario y filósofo destacó por su erudición   rigor conceptual. En 1928 publico dos libros fundamentales que son: La estructura lógica del mundo y Pseudoproblemas de filosofía. Ha escrito a lo largo de su vida  una abundante obra filosófica.
En su periodo de formación Carnap asistió a un curso impartido por Bruno Bauch sobre la Crítica de la razón pura de Kant. También fue uno de los pocos estudiantes que acudió a las clases de Frege sobre lógica matemática. Además, en 1924 y 1925 asistió a seminarios impartidos por Edmund Husserl, el creador de la fenomenología, y a la vez escribía  sobre temas físicos desde un enfoque propio del positivismo lógico.
Rudolf Carnap ha sido uno de los grandes filósofos, aunque sus planteamientos son discutibles. Al menos una parte de ellos, a mi juicio.  Por ejemplo, su implacable negación de la validez y el sentido de la metafísica me parece  excesiva. Carnap afirma que la metafísica es la expresión de una actitud emotiva ante la vida.
Estoy convencido de que no todo se puede someter al análisis lógico. Y los sentimientos forman parte de nuestro pensar. La contraposición entre lo racional y lo emocional no es siempre algo claro y diáfano. También existen las paradojas lógicas. 
No estoy de acuerdo con el rechazo de la metafísica por parte de Carnap. Escribe que «el análisis lógico ha revelado que las pretendidas proposiciones de la metafísica son realidad pseudoproposiciones». El método de verficación usado por Carnap no lo justifica todo en el campo del sentido y la significación. No cabe duda de que la experiencia posee un gran valor en la filosofía de la ciencia y, en general, en la epistemología, pero no es algo que lo abarque absolutamente todo.
Los juegos de lenguaje no están sometidos a condiciones de verificación experiencia estricta y absoluta. Se puede analizar el sentido de las proposiciones desde muy diferentes planteamientos interpretativos, algo que saben perfectamente numerosos filósofos del lenguaje y también los lingüistas. En efecto, el hecho de conectar conceptos y pensamientos es una labor esencialmente metafísica o filosófica y no todo depende de conexiones lógicas absolutamente rigurosas e inmodificables. 
En cambio, coincido con Carnap en que es deseable introducir un mejor lenguaje en filosofía. Y aprecio muchos de los planteamientos sobre la lógica y las matemáticas de este gran pensador. Carnap escribió: «Disfruté enormemente con el estudio de las matemáticas».
Los sentidos de la terminología filosófica pueden oscilar en función de la jerga usada por cada filósofo.  Los matices de sentido son importantes y significativos. No podemos pretender que la filosofía tenga que ser una especie de matemática de las palabras. Sin disminuir lo más mínimo la validez de la lógica formal o simbólica.
La colaboración en el campo de la ciencia en lo que tanto insiste Carnap es fundamental para el progreso, pero en el ámbito de la filosofía es más difícil. Porque la actividad del pensador es más individual, aunque esté en contacto con otros filósofos y corrientes de pensamiento. La creatividad de cada filósofo no se puede suprimir en aras de la homogeneidad de la comunidad de pensamiento o de los valores sociales predominantes.
La colaboración en las artes, algo explicitado por Carnap, no es algo sencillo, por diferentes motivos. Si bien, también es cierto que la discusión colectiva de ideas es una posibilidad abierta  tanto en filosofía como en el resto de  las disciplinas  artísticas.

JOSÉ MANUEL LÓPEZ GARCÍA

TUTORIAL SOBRE EL NEOTOMISMO

viernes, 5 de enero de 2018

THOMASIUS


Este filósofo que vivió a caballo de los siglos XVII y XVIII, escribió, entre otras obras, Los Fundamentos de derecho natural y de gentes, publicada en 1705. Su trayectoria intelectual se puede calificar de ilustrada.
Defendió la libertad de pensamiento que expresó en sus escritos, y en su enseñanza universitaria en la Alemania de su tiempo. Frente a la intelectualidad germana subordinada a los límites establecidos por el poder constituido, se mostró crítico y con libertad de raciocinio, respecto a lo que consideraba  actitudes propias del despotismo ilustrado, etc.
También fundó la primera revista cultural alemana, lo que da idea de su capacidad para impulsar el conocimiento, y su difusión general. Fue profesor en Leipzig, ciudad en la que nació. Pero la intolerancia existente hizo que los poderosos lo expulsaran de su ciudad  natal.
Aunque siguió el camino iniciado por Pufendorf desarrolló un pensamiento iusnaturalista propio y original. Thomasius no estaba de acuerdo con ciertos planteamientos de la Iglesia luterana. También polemizó con algunos jesuitas por sus tesis acerca del derecho natural. Aunque apreció la obra de Gracián. Además en su  biblioteca particular figuran obras de Cervantes, Miguel de Molinos, etc. Lo que demuestra su interés por la cultura, y por la filosofía y teología españolas.
En Prusia, en la nueva Universidad de Halle, Christian Thomasius desarrolló su labor docente, y fue  un pensador relevante en el centro de la Ilustración alemana del norte de Alemania. Su constante actitud crítica promovió las reformas del derecho del Antiguo Régimen. Lo que pretendía es que, por ejemplo, se prohibiera la confesión mediante torturas, y los procesos de brujas, etc. Thomasius menciona al huma nista Juan Luis Vives en relación con  la eliminación de la tortura de las leyes procesales penales.
En este sentido, los principios del derecho natural se oponen, radicalmente, a estos excesos que son injustos, y no respetan la dignidad humana, y el derecho al honor de las personas.
De las obras de Thomasius se deduce que para este filósofo era necesaria la existencia de estados éticos, basados en la racionalidad del derecho natural. Algo parecido a un hegeliano estado ético.
La vena educadora de este profesor universitario se expresó en la ciencia y los conocimientos que impartió, y también se manifestó en su intento de formar el carácter de sus alumnos. Respecto a sus lectores, quería proporcionar argumentos con una dialéctica brillante, persuasiva y agradable.
Thomasius tuvo en cuenta la duda cartesiana, ya que sirve para destruir los prejuicios, pero consideraba que existían principios evidentes en el ámbito del derecho y  de la filosofía. Por tanto, a su juicio, era innecesario seguir la duda metódica, como punto de inicio, según la metodología de Descartes.
Su talante crítico se mostró en desacuerdo con la filosofía de Leibniz y Spinoza. De todos modos, conocía la filosofía antigua, la Lógica de Port-Royal, el ramismo, etc. Era un gran erudito, y mostró una actitud ecléctica ante la diversidad de doctrinas y teorías. Lo que me parece juicioso y coherente.
Parte de la premisa de que el hombre ha sido creado por la divinidad como animal racional. El mismo Aristóteles insiste en la racionalidad que los seres humanos muestran con la capacidad de hablar y pensar. Y la libertad va unida  a la capacidad racional desde la interpretación de las ideas de Thomasius.
Por tanto, las cuatro normas o deberes fundamentales que están basados en la ley natural según este filósofo son: primero evitar la soberbia, segundo no dañar a otros, y resarcir o reparar el daño causado, y tercero promover cuanto sea posible lo que es útil a los demás. Respecto a la cuarta norma, considero que no es tan esencial, ya que se refiere al mantenimiento de la palabra dada, porque está sujeta a distintas condiciones y supuestos en el ámbito moral y legal.
Pero la clave de estas normas o principios de derecho natural, a mi juicio, radica en la utilidad de las mismas para la vida social e individual. 
Por tanto, Thomasius sigue con la tradición iusnaturalista de Grocio y Pufendorf, y afirma la necesidad de la existencia de un derecho positivo, superando o sobrepasando el sentido hobbesiano  del estado. Puesto que el derecho natural que afirma tiene en cuenta, muchos más aspectos relativos a la experiencia humana, desde la perspectiva de un consciente pesimismo realista.
Aunque considera realizable el progreso de la sociedad, y lo impulsa,  decididamente, con su actividad filosófica.Pienso que se puede establecer, de modo general, que la ley natural es el fundamento de la ley positiva. Y  que la fuerza vinculante es coactiva para obligar a su cumplimiento. Thomasius escribe que el necio solo obedece coactivamente.


TUTORIAL SOBRE SPENGLER

TUTORIAL SOBRE SIMMEL

miércoles, 3 de enero de 2018

TUTORIAL ACERCA DE HUMBOLDT

800 ARTÍCULOS



Es una significativa cifra  que indica muchas cosas.
He llegado a escribir este número de artículos en unos años y es algo muy satisfactorio para mí. Estoy contento y orgulloso de ser leído por numerosos lectores con la publicación de mis escritos.
Por supuesto, no pretendo gustar a todos, ya que sería demasiado ambicioso, aunque tampoco estaría mal. Lo que sí tengo claro es que tengo todo el derecho del mundo a escribir de lo que quiera y de la forma que desee. Faltaría más. De todas formas, expreso mi más profundo y sincero agradecimiento a todos mis lectores y al público en general.
El único límite de la libertad de expresión es el cumplimiento de las leyes. El público lector es muy libre para decidir sobre los  escritores o articulistas que  desea leer. En mis artículos trato de temas o cuestiones de filosofía y también de asuntos de actualidad que pueden ser políticos, sociales, etcétera.
Y me parece bien esta diversidad de enfoques y planteamientos. La reflexión filosófica lo abarca todo. Y la actitud crítica y analítica es cada vez más necesaria en la sociedad masificada, líquida, consumista, materialista y superficial en la que vivimos.
El estilo o el cambio del mismo es algo que corresponde al que escribe. Es evidente que cada escritor puede hacer lo que le parezca para componer sus escritos. Y es cierto que pueden gustar más o menos. Pero, a mi juicio, eso es secundario.
Cada autor es plenamente libre para enfocar su actividad de escribir como le apetezca. Y lo más apropiado es que cada autor encuentre su propio camino escribiendo. Lo que no quiere decir que no esté abierto a posibles consejos o indicaciones, especialmente, de expertos o especialistas.
Como escribe Boileau en su Poética: «Los escritos de Virgilio, aunque extraordinariamente elaborados, resultan mucho más naturales que los de Lucano, que escribía, eso dicen, con una rapidez prodigiosa. Normalmente es el esfuerzo que se toma un autor en limar y perfeccionar sus escritos lo que hace que el lector no tenga que hacer esfuerzo alguno cuando los lee».
Uno de los posibles retos de todo escritor es no aburrir a los lectores. Pero no siempre se puede conseguir aunque que la lectura no sea  complicada, ya es mucho. De hecho, en la propia vida todas las personas pueden aburrirse por momentos.
De todos modos, está claro que la pasión en la descripción y en el modo de escribir es la clave para no aburrir y lograr el interés de los lectores.
Además, el estilo puede cambiarse en función del tipo de escrito. No es lo mismo escribir novelas que  tratados filosóficos, relatos cortos o cuentos. El propio autor va configurando con su arte y habilidad formas especiales que configuran cada obra o escrito que compone o construye.
Escribir no es una obligación sino un placer. Aunque la mayoría de las personas no se dedican a escribir y publicar esto no supone que, los que sí lo hacen, no tengan que ser respetados por su contribución a la creación cultural.
Escribir exige esfuerzo, pero tiene su gran compensación en el resultado final de lo que queda escrito para siempre. Y es verdad que se pueden realizar versiones diferentes de lo que se publica  y otras muchas clases de combinaciones.
Al final, el arte de escribir es una combinatoria en toda regla. El revisar y pulir lo que se escribe es la base primordial de todo escritor, de forma general. Puede haber también excepciones, pero es lo más habitual y frecuente. Hasta los grandes autores tienen que revisar lo que redactan.
Se aprende mucho escribiendo. Ya que una de las tareas más esenciales, muchas veces, es la labor de documentación e investigación sobre el asunto del que se escribe.
La investigación es fundamental, porque hace posible profundizar y dar una interpretación y perspectiva más amplia de numerosas cuestiones. A la hora de ponerse a escribir un libro, lo primordial es investigar y documentarse y posteriormente ponerse a escribir un primer esbozo o borrador que será la base del texto final. Y también se puede ser original haciendo esto. Ya que los propios pensamientos afloran o surgen en el mismo proceso creativo.


TUTORIAL SOBRE LA POLÉMICA DEL KANTISMO

TUTORIAL SOBRE LA FILOSOFÍA DE JACOBI

TUTORIAL BREVE ACERCA DEL ARTE DE ESCRIBIR