La sorpresiva moción de censura
propuesta por Iglesias es entendible por la corrupción política. Y aunque haya
sido calificada con adjetivos negativos por bastantes posee su razón de ser. Si
se piensa en los tremendos casos de corrupción que están siendo juzgados por
los tribunales sobre políticos del PP. Según
Rivera es la manifestación de una
frivolidad sobre un tema esencial como es la presentación de una moción contra
el gobierno.
Considero que si sirve, al menos, para
que exista un debate político más ágil y que se llegue a nuevos planteamientos
de mayor exigencia y de más presión sobre la política social del actual
gobierno, ya se habría conseguido algo.
Para algunos analistas políticos la
maniobra de Pablo Iglesias supone un intento de que gane las primarias Pedro
Sánchez. De este modo, se puede pensar que aumentarían las probabilidades de
que apoyara una alternativa de gobierno que sustituyera al PP en la Moncloa.
Puede parecer casi imposible, si se
valoran las más recientes declaraciones de Sánchez, pero cosas más raras han
sucedido en política que es el arte de la transformación continua.
Otros piensan que el gesto mediático de
Unidos Podemos lo único que logrará es reforzar el poder de Mariano Rajoy. Creo
que no. Simplemente, es la expresión de una actitud que parte de una situación de corrupción
democráticamente insostenible en un país civilizado y democrático.
No es lógico ni racional que con tantos
casos de malversación de dinero público,
blanqueo de dinero, comisiones ilegales, financiación presuntamente ilegal del
PP, etc., se pueda mantener la confianza de las Cortes que representan a los ciudadanos. Ya que es algo gravísimo y no
vale con mirar para otro lado.
Debe haber exigencia de
responsabilidades políticas por no haber impedido la corrupción a lo largo de
lustros. Y a todo esto se pueden añadir informaciones de hace años que no se
han transmitido a las instancias judiciales y que han sido descubiertas por el
curso de las investigaciones y con declaraciones.
No sé lo que tiene que suceder para que
prospere una moción de censura con la participación en la misma de los tres
partidos con mayor número de escaños después del PP. Si con este altísimo nivel
de corrupción no es suficiente parece que en política únicamente interesa el
beneficio de cada formación política.
La regeneración democrática de las
instituciones puede pensarse que es necesaria, especialmente, del Gobierno de
la nación. Así lo considera Unidos
Podemos y sus dirigentes. Y si fuera un candidato independiente el propuesto
para liderar la moción de censura habría la posibilidad de consensuar un
programa de gobierno alternativo con medidas sociales y económicas urgentes.
Algo prioritario en lo que con buena
voluntad y pensando en el interés general de los ciudadanos se podrían lograr
acuerdos programáticos para un gobierno nuevo que incluyera ministros de las
formaciones políticas con más diputados. Esto puede parecer muy especulativo y
lo es. Es casi seguro que no sucederá, pero existe la posibilidad de plantearlo
de modo hipotético, con el fin de ampliar el campo de posibles escenarios
políticos, aunque sean extremadamente improbables.
La ética política no es algo secundario
o no debería serlo. Y la corrupción desde el análisis ético es algo absolutamente
vergonzoso e intolerable. Y que se
quiera minimizar lo sucedido en estos últimos diez o veinte años no es
razonable, por mucho que se diga que sí.
Creo que en países como Francia,
Alemania o Reino Unido, ante tan gravísimos casos de corrupción del partido en
el poder, habría moción de censura o dimisiones fulminantes de los Jefes de
Gobierno. Y también en otros estados europeos como, por ejemplo, Suecia,
Noruega, Dinamarca y Holanda.
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