Llaman al INEM, según
oigo, y los contestadores están sobresaturados. Los números de teléfono en los
que sale un contestador es algo frecuente y después pasa a automático y se corta la
llamada, etcétera. Inaudito. Es un descontrol total.
Existen quejas por falta
de atención a las personas que no tienen ni paro ni ERTE ni nada y no tienen ni
donde vivir ni dónde comer y son personas que nunca estuvieron en la pobreza.
Soluciones ya. 700.000 afectados por ERTE no han cobrado la prestación. La
gente no puede esperar para comer.
Porque aumenta el
número de familias que necesitan ayuda para comer. Cruz Roja y Atresmedia se
unen para ayudar a los desfavorecidos y también Cáritas ofrece asistencia a los
que la necesitan, pero no es suficiente.
El Gobierno tiene que
tomar cartas en el asunto ya, porque mucha gente no puede esperar más en esta
situación a junio para recibir el ingreso mínimo vital y eso suponiendo que lo
puedan lograr con los requisitos que tienen que cumplir.
Si los que no eran pobres
ahora lo son y los que ya lo eran son los que mueren, al igual que una parte de
los pensionistas, hay personas que piensan que, de esta manera, se
pagan menos pensiones. Y debe primar la salud y la vida y no la economía,
porque, de no ser así, es como volver a los tiempos bárbaros o al salvajismo
del sálvese quien pueda.
Los recortes en
Sanidad están pagándose con creces por desgracia. Que contraten a todas las
personas que les rescindieron el contrato en el ámbito sanitario y que se ponga el sistema sanitario al nivel
asistencial de hace diez o quince años. Es inaudito que en los tiempos que
estamos y con la pandemia que tenemos se
pretenda priorizar la economía por encima de la salud de todos. A ver si somos
un poco personas.
Por ejemplo, el Hospital
de Cabueñes de Gijón iba a ser ampliado, por el aumento de la presión
asistencial se entiende, pero por causa de la pandemia del coronavirus se ha
paralizado el plan de construcción.
A mi juicio, lo que es
indudable es que estar vivo es más importante que cualquier variable económica.
Los estados actuales tienen numerosos mecanismos para afrontar la crisis
económica. Pueden hasta endeudarse o incrementar las ayudas económicas a más
cantidad de personas, a través de la renta mínima, a todos los sectores de
población que la necesiten. Es una forma también de redistribución que
garantiza que todas las personas tengan sin excepciones un ingreso mínimo para
poder vivir con dignidad.
Se comprende que la
fase 1 sea algo gozoso, porque permite aliviar un poco la crisis económica y
también las posibilidades de compra y ocio de los ciudadanos. Pero hay un claro
peligro y es que, si se disparen otra vez los contagios y lleguemos en unas
semanas o meses a la situación del principio de la difusión de la pandemia, las
consecuencias serán mucho peores todavía
o podrían serlo. De hecho, la tasa de contagios sube en Alemania en plena
desescalada y es un dato de hoy mismo 11 de mayo de 2020. Es un ejemplo de lo
que puede pasar en España en las próximas semanas y meses.
Por tanto, debe
extremarse la cautela en relación con la distancia social de dos metros y con
el uso de la mascarilla en casi todos los espacios, así como con la higiene de
manos. Si una parte de la población que puede ser de un tercio o casi la mitad
no sigue a rajatabla las medidas impuestas por el Gobierno el riesgo de
rebrotes se multiplica. Es así de claro y rotundo. Se puede mirar para otro
lado y tomarlo a broma, pero luego no valdrá de nada quejarse por la situación
a la que se llegue. La responsabilidad individual es la clave en un país con 47
millones de habitantes.
Por muchos controles
que se realicen, si no se respetan las normas de seguridad para evitar
contagios, no creo que salgamos bien como país de esta terrible pandemia. El
coronavirus no ha desaparecido sigue presente y no conviene olvidarlo de cara a
los meses de las vacaciones y el calor. Según uno de los tres virólogos más
importantes del mundo, que es Adolfo García Sastre, hay diez veces más
infectados de los que aparecen en los recuentos oficiales de los gobiernos. Con
lo que en España podría haber no 227.436
contagiados sino 2.274.360, en realidad. Y ya han muerto 26.744 personas en
nuestro país. Sobran los comentarios.
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