jueves, 28 de mayo de 2020

VIDEOTECA DE GUSTAVO BUENO



La producción filosófica de Gustavo Bueno está de forma escrita en sus libros y artículos  que comprenden unos 60 millones de caracteres o, lo que es lo mismo, más de  20.000 páginas.
Pero el profesor Bueno también quiso expresar sus planteamientos filosóficos en conferencias, lecciones, encuentros, cursos, teselas, entrevistas e intervenciones en televisión y en otros medios a lo largo de su extensa trayectoria académica. Añadiendo también sus clases en la Universidad de Oviedo y su magisterio anterior.
En relación con el medio televisivo escribió dos libros: Televisión: apariencia y realidad publicado en el año 2000 y  Telebasura  y democracia en 2002.  En el canal de Youtube de la Fundación Gustavo Bueno está disponible el legado audiovisual de este gran filósofo que es extenso y de extraordinario valor. Realizó críticas o análisis muy profundos desde su materialismo filosófico sobre la bidimensionalidad de las imágenes en las pantallas y también acerca de la experiencia directa de lo presencial, como sucede en las representaciones teatrales.
Establece la comparación entre las sombras superficiales que son las imágenes televisivas y los cuerpos tridimensionales que se  observan  desde una perspectiva teorética en la realidad empírica de un modo no mediado electrónicamente.
Para Bueno la televisión aunque es ontológica, ya que trata de la realidad no es englobable de una manera académica dentro del ámbito de la filosofía. Es más bien una rama de la Tecnología física o de la Historia de las tecnologías. También puede ser incluida en la Sociología o en la Teoría de la Comunicación.  Esto no impide que los fenómenos televisivos no puedan ser objeto de críticas y reflexiones, todo lo contrario. Bueno reflexionó sobre la televisión basura y consideró que Gran Hermano es un programa  que refleja el mundo que nos rodea. Dijo que «cada pueblo tiene la televisión que se merece».
De todos modos, se evidenció  que el medio televisivo con audiencias de 11 millones de espectadores o de unos pocos millones en la actualidad no deja  tiempo suficiente para el desarrollo de largas argumentaciones. Por tanto, es un medio que, en general, es superficial y poco profundo, aunque existan excepciones como en el pasado La clave y otros programas similares.
En relación con la cuestión de la apariencia y la verdad la televisión nos muestra las diferencias entre ambas, si interpretamos de forma profunda lo que nos aparece en pantalla. Es posible una lectura filosófica de las imágenes o de las apariencias visuales. En televisión escribe Bueno que «Habrá también que tener en cuenta los casos en los cuales las apariencias no son falaces pero tampoco son veraces». Es cierto, puesto que en las obras teatrales los personajes aunque son ficción no quieren engañar a los espectadores y buscan la verosimilitud en sus acciones y lenguaje hablado.
La cultura visual  es complementaria de la escrita y no puede sustituirla. Esto también lo comprendió Gustavo Bueno extendiendo a través de sus videos la influencia y el conocimiento del materialismo filosófico y, en general, de la filosofía en todo el mundo. También  dedicó su cerebro a investigar y analizar los entresijos del cine y su directa relación con la filosofía y la vida.
En el presente y en el futuro las grabaciones de los actos académicos  están cobrando fuerza y se realizan cada vez con más frecuencia y en mayor número  y es algo muy positivo, por muchas razones. La ventaja de los videos y audios es que pueden ser vistos, escuchados y revisados las veces que se desee y además servirán también para las futuras generaciones que nos sucedan en el mundo. Y están permanentemente disponibles durante las veinticuatro horas de cada día. Y los videos formativos son también esenciales. 
Actualmente, parece que los contenidos profundos tienen menos éxito que los más superficiales y divertidos, como si los filósofos tuvieran la obligación de ser entretenidos. El respeto al estilo propio de cada pensador es una especie de regla de  cortesía implícita. Si tuvieran alguna norma que cumplir sería la de ser minuciosos  y profundos. Y los demás deberían escucharlos, si lo desean, con respeto. Los científicos en sus conferencias comunican el resultado de sus investigaciones o descubrimientos y lo suelen hacer con una jerga o con un lenguaje que es más bien aburrido. La esposa de Darwin llegó a decirle a su propio marido que era muy aburrido en sus conferencias y fue uno de los más geniales científicos de todos los tiempos.

lunes, 25 de mayo de 2020

PERPLEJIDAD



En el libro Política para perplejos el  catedrático de Filosofía Política Daniel Innerarity  expone y analiza los numerosos interrogantes que  forman parte de la realidad cotidiana. Y esto sucede porque el horizonte de lo que puede ocurrir es tan inmensamente extenso, que no se puede disponer de cálculos sobre las sendas que va a seguir la sociedad en el futuro. Todo es incierto. No hay nada que se pueda predecir con una cierta aproximación plausible.
Aunque la primera edición del libro es de marzo de 2018 sus páginas tratan de temas y asuntos que, con las variaciones adecuadas, están plenamente vigentes en este año 2020.
Perplejidad es la irresolución, confusión o duda acerca de  lo que se debe hacer en algo. Una de las cuestiones que trata el autor del libro es la gestión de la ignorancia o, dicho de otro modo, la forma de tomar decisiones sabiendo que no se puede conocer en su totalidad el conjunto de elementos y aspectos a considerar a la hora de decidirse. Es una condición de la vida misma que no debemos ignorar o pasar por alto.
En este sentido, ya en la parte primera de la obra nos dice Innerarity que: «Tampoco sabemos  muy bien en qué consiste cambiar el mundo ni si somos quienes, en el mejor de los casos, lo cambiamos o si es el mundo el que nos cambia imperceptiblemente». A mi juicio, es el fluir del tiempo lo que nos cambia a todos y al mundo también de una manera inexorable. Con el paso de los años todo se transforma. No cabe duda de que estamos asistiendo a un aumento del azar y la injusticia en la sociedad, porque la masificación en todos los ámbitos propicia que muchas situaciones no se resuelvan satisfactoriamente.
Se entiende perfectamente que Daniel Innerarity escriba: «¿Cómo hacer previsiones cuando no estamos en entornos de normalidad y nada se repite?». Y esto se ha acentuado con la pandemia que en estos meses estamos sufriendo y de la que parece que se va saliendo. Parece obligado pensar en la redistribución de lo riqueza de los Estados, ya que se producen desigualdades crecientes desde una perspectiva económica.
La innovación tecnológica debe estar al servicio del bienestar, puesto que, si esto no se produce, el futuro aumentará todavía más las desigualdades económicas y la injusticia social no desaparecerá.
Indiscutiblemente, se echa de menos en algunos ambientes la capacidad para centrarse en lo objetivo y en la verdad de los hechos.  Estos no deben ser manipulados como ya afirmaba también  Hannah Arendt.
Vivimos en una cultura de lo visual, pero eso no significa que las argumentaciones pierdan valor ya que, al contrario, son más decisivas aún que hace siglos. La función crítica de la filosofía es absolutamente necesaria ante los acontecimientos que está viviendo la  gente en todo el mundo. Es lógico que un pensador de la talla de Chomsky se refiera en sus análisis críticos  ciertas élites que «quieren que no reflexionéis sobre lo que verdaderamente pasa».
Ciertamente, en relación con la revolución de los datos o del  big data Innerarity se muestra cauto y receloso, porque se da perfecta cuenta de los peligros de la falta de teoría que sustente o apoye la interpretación de los mismos. La objetividad en el manejo de los indicadores no siempre es lograda de una manera total. Y esto produce inexactitudes y valoraciones sesgadas e incorrectas.
Conviene poner de relieve que aunque los datos siempre son importantes y poseen un significado interpretable, también es evidente que los análisis cualitativos de la sociedad son fundamentales para poder entender en profundidad los cambios sociales y las cuestiones relativas a los grupos existentes en la sociedad. Por otra parte, también es cierto que la cuantificación es útil para reducir la confusión y el caos de la excesiva información existente diariamente a través de fuentes  y medios muy diversos.
En el ámbito de la política es esencial saber controlar las emociones y los sentimientos y esto es aplicable tanto a los políticos como a los ciudadanos. Ya que como escribe Innerarity «El desconcierto político tiene más  que ver con la incapacidad de reconocer  y gestionar nuestra pasiones que con el orden de los conocimientos». Los modos de vida ya hace unos años que están cambiando. A partir de este año 2020 los cambios van a ser de mayor profundidad todavía. Y esto mismo también va a afectar a la política en todos los aspectos.

jueves, 21 de mayo de 2020

JULIÁN MARÍAS



Uno de los grandes filósofos españoles es Julián Marías. No solo por su magisterio como profesor,  sino también por su labor de conferenciante y escritor. Su producción filosófica es muy abundante. También fue un ávido lector que leyó más de 36.000 libros durante su vida.
Fue discípulo y amigo de Ortega y Gasset y formó parte de la Escuela de Madrid  de filosofía junto con Xavier Zubiri, José Gaos y Manuel García Morente. Fundó junto con Ortega  en 1948 el Instituto de Humanidades en Madrid. Nació  en Valladolid en 1914 y falleció en Madrid el año 2005. Recibió numerosas distinciones: Premio Princesa de Asturias de  Comunicación y Humanidades  en 1996, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Gran Cruz  de la Orden Civil de Alfonso X el  Sabio en 1978, etcétera.
Fue un destacado  conferenciante en numerosos países  de Europa y América y profesor en varias universidades de Estados Unidos. También colaboró en diversos periódicos con artículos. En cuanto a su pensamiento cabe decir que la filosofía forma parte de la vida y  es la que nos ayuda a saber lo que es la realidad. La filosofía es un saber radical. Y la vida tiene una estructura empírica o experiencial, en comunicación con los otros.  El hombre para Marías  es «una realidad radicada que descubro en mi vida, como las demás».
Escribió numerosas obras de filosofía. Además a través de las grabaciones en vídeo de sus lecciones y conferencias podemos aprovecharnos hoy en día también de sus enseñanzas. Aunque la fuente primordial son sus tratados y artículos.
En su libro La felicidad humana de 1989 explicita sus concepciones sobre los múltiples y diversos aspectos de lo que se entiende por bienestar o dicha. A lo largo de  385 páginas Marías detalla numerosas variaciones de los sentidos e interpretaciones de la felicidad en conexión con el mundo moderno, con los proyectos humanos, y también con análisis históricos y antropológicos. Respecto al sentido de la vida escribe que «si se omite la pregunta o no se encuentra la respuesta, no es posible la felicidad; el sentido no se identifica con la felicidad, pero es condición de ella».
La temporalidad y el azar forman parte esencial de la existencia humana lo que no significa que el esfuerzo perseverante no sea fundamental para alcanzar las metas que pueden fijarse en los proyectos individuales. Escribe Marías que «El hombre se juega la vida a trozos: cuando ejecuta una acción, cuando dedica su tiempo a algo, se está jugando la vida fragmentariamente». Aunque esto tiene también sus matices, ya que siempre se puede rectificar en el curso de la vida y orientarla de muy diferentes maneras en función de sentimientos y emociones y también desde una cierta prudencia.
La felicidad puede interpretarse y entenderse de muchos modos. La búsqueda de los placeres es una de las tareas de la vida. Pero, es cierto que no lo es todo ya que como dice Julián Marías «El placer es instantáneo, y queremos perpetuarlo, le pedimos eternidad, como decía  Nietzsche, quisiéramos eternizar el momento  de placer, pero pasa». De todos modos, también es reconocible la estabilidad relativa de la existencia.  No hay nada permanente excepto el transcurso del propio tiempo. 
De todas maneras, Julián Marías aunque parte de un cierto optimismo antropológico es consciente de  la fragilidad de la existencia, ya que es verdad que el núcleo de la misma vida es inseguridad e inquietud por causa de las circunstancias y de muchas vicisitudes que no dependen de las propias personas, en muchos casos. Un ejemplo muy claro es la pandemia producida por el coronavirus que ha cambiado radicalmente las formas de vivir en el  planeta.
Se comprende que Marías diga que «En definitiva, podríamos decir que la felicidad  es aquello a lo que se dice sí, aquello que sentimos como nuestra inexorable realidad». En efecto, cada persona tiene que encontrar su peculiar modo de ser feliz y como también decía Bauman no existen fórmulas universales para ser felices, ya que es una cuestión muy personal y que depende de los gustos y caracteres de las personas. Si bien, el mismo Julián Marías reconoce el valor de la inteligencia emocional para descubrir lo que nos puede hacer más felices. Algo que está unido a la capacidad de proyectar consustancial a los seres humanos,  puesto que es uno de los rasgos definitorios de los sujetos junto con su libertad en todos los sentidos imaginables.


MASCARILLA OBLIGATORIA

lunes, 18 de mayo de 2020

MÁS PREVISIÓN ANTE EL CORONAVIRUS




Que se vayan fabricando toda clase de mascarillas, respiradores, guantes, etc. Todo tipo de material de protección y que estén fabricando ya y continuamente para que cuando venga un rebrote no tengamos que depender como siempre de China o de otros países como es nuestro caso. Tenemos que tener una total previsión de todo tipo de artículos de protección. Y no es suficiente con qué Sanidad exija saber cuántos productos tienen almacenados las Comunidades Autónomas  para hacer frente a posibles rebrotes.
España tiene suficiente tejido empresarial para producir respiradores y todo lo que se necesita para tener amplias reservas, por si en el otoño llega una segunda ola de coronavirus junto con la gripe estacional de todos los años. Si la reserva de material sanitario es insuficiente puede pasar algo similar a lo ya padecido con la muerte de decenas de miles de mayores en las residencias y con la falta de respiradores para todos los que los necesiten. Y si sobrara material se podría  vender a través de la exportación a otros países.
Antes de empezar la pandemia no existía una reserva de mascarillas, guantes, respiradores, etc., y esto es, en parte, lo que causó el desabastecimiento que hubo durante semanas o meses. La prueba es que el número de sanitarios contagiados supera los 34.000 y, en realidad, podría ser mucho más alta. España es el país con más contagios entre el personal sanitario del planeta. El 20% de los  infectados  forman parte de este colectivo frente al 10%  de Italia y el 3%  de Estados Unidos.
Parece seguro que esta misma semana va a ser obligatorio el uso de la mascarilla en los espacios públicos. Es la intención del Gobierno basándose en criterios de salud pública. Me parece perfecto.
Porque no es razonable decir que es incómoda como motivo de peso para no llevarla, ya que previene la difusión y extensión del Covid-19 y es necesario pensar más en las probables consecuencias de no ponerse las mascarillas. La seguridad es más importante que estar cómodo y vivir también es mejor que enfermar gravemente o morir por causa de esta pandemia. Entre otras cosas, si se piensa que afecta de modo muy desigual y no es sensato jugarse la vida a la ruleta rusa.
Sobre todo, si vemos como muchas personas no son conscientes del peligro de contagio por las calles. Porque el coronavirus puede quedar flotando en el ambiente como aerosoles y puede infectar, así de simple y rotundo.
Ya ha habido algunos dueños de bares o cafeterías en Andalucía, por ejemplo, que han cerrado sus establecimientos, porque no son capaces de controlar las conductas incívicas que no respetan la distancia de dos metros y que pueden ser causa de más contagios.
Parece que una parte de la población se está tomando la pandemia a la ligera sin darse cuenta de lo terrible que es.  Puesto que no existe todavía vacuna efectiva ni una medicación plenamente eficaz que cure esta enfermedad. Lo están diciendo constantemente los virólogos  y los médicos pero el mensaje parece que no tiene mucho impacto en la sociedad en general. Sobre todo, si se observa el grado de incumplimiento de las normas ya establecidas por una considerable parte de la ciudadanía.
La distancia de dos metros no se está respetando en muchas ocasiones. Y se observa claramente, ya que no hace falta fijarse mucho. Se forman aglomeraciones a pesar de que están prohibidas. No se han respetado las franjas horarias, por parte de muchas personas, para pasear o hacer deporte en muchas partes de nuestro país, etcétera.
Si se sigue así, puede haber rebrotes en el verano o en el otoño. Pero, en buena parte, será por causa de la imprudencia generalizada de  la gente que no cumple las medidas. También es preciso reconocer que, afortunadamente, una parte de la ciudadanía si las cumple. Lo lamentable sería que por la falta de responsabilidad individual de muchos paguen las consecuencias todos los que se contagien.
Y no vale decir que los que no quieran que no salgan a las calles para no contagiarse. Lo razonable es decir que todos podemos salir y ser libres  o tener cierta libertad de movimientos, pero usando  todas las medidas de protección. Lo contrario es demostrar una falta de lógica y coherencia terrible. Se echan en falta actitudes más reflexivas o filosóficas, en definitiva, más amplias y profundas. Es necesario pensar en los demás y respetarlos.



jueves, 14 de mayo de 2020

RIESGO DE CONTAGIO




Ciertamente, la situación por causa del coronavirus en España y en gran parte del mundo es, a mi juicio, preocupante. Y más después de los primeros datos del  estudio de prevalencia. La cifra de un 5% de contagiados en el estado español, aunque es baja porcentualmente deja claro que, como mínimo, 2.350.000 españoles ya han sido afectados por el Covid-19 y ya no tienen infección activa. La muestra es de casi 70.000 participantes.
El test aplicado detecta  también anticuerpos IgM que se producen a partir del sexto o séptimo día de la aparición de los síntomas.  Parece que alrededor de un 90% de los contagios no han sido detectados por el sistema sanitario español. Algo fácilmente entendible, si se considera lo que sucedió en los meses de marzo y abril principalmente, con la sanidad casi desbordada  y con la falta de respiradores para todos y de equipos de protección adecuados para todo el personal sanitario.
Como se sabe la inmunidad de grupo o de rebaño se alcanza, según los expertos en estas cuestiones médicas, con una prevalencia del 60%. Aunque entran las dudas sobre que será mejor. De todas formas, el porcentaje del 1% de mortalidad de los casos tratados parece que es de las más altas en nuestro país, en comparación con otros.
Tal vez sea debido a la virulencia especial del coranavirus que ha llegado a nuestro territorio o a otros factores por saber o investigar. No ha habido contagio masivo, pero eso no quiere decir que no se deba extremar la prudencia y la cautela en relación con el uso de la mascarilla y la distancia social de dos metros.  Si esto no se respeta, por una parte de la población, el riesgo de contagios se dispara de una manera inevitable. Depende de la responsabilidad individual y de la racionalidad de cada uno.
Somos seres racionales, ya lo decía Aristóteles, pero no  es suficiente con decirlo es preciso demostrarlo o ponerlo de manifiesto con los comportamientos en la interacción social. Es una cuestión de vida o muerte, no es una broma. Y ya están aumentando los contagios y las muertes.
Con el desconfinamiento o la desescalada nos jugamos mucho. Y podemos volver al confinamiento si no se cumplen las medidas a rajatabla por todos. No vale que una parte las cumpla y otra no. Volveríamos al encierro en casa.
La población en un porcentaje del 95% no está inmunizada. No se sabe si la inmunidad es permanente  o dura un año o dos. Casi todo son interrogantes. Tampoco se puede asegurar que una vacuna efectiva contra el coronavirus esté disponible para todos a principios del año 2021 Incluso algunos expertos creen que se tardará cinco años en poder tener una vacuna.  Otros dicen que tendremos que aprender a convivir con el Covid-19 para siempre. Casi todo son especulaciones.
Las certezas se están encontrando a través de la investigación científica y también por ensayo y error. Se van probando métodos de control con la supervisión de los expertos  y se van observando los resultados.
Los temidos rebrotes pueden ocurrir en otoño o en el primer trimestre del próximo año, según pronostican los científicos e investigadores. Pero también pueden adelantarse, si no se observa por parte de toda la población una conducta responsable de cara  a uno mismo y a los demás, en directa relación con las medidas de distanciamiento social y de uso de la mascarilla. 
Si por mi fuera se tendrían que usar obligatoriamente las mascarillas en espacios públicos para evitar la transmisión del coronavirus. Está demostrado científicamente que es una barrera eficaz y que evita contagios y salva vidas. Garantizar la salud y la supervivencia es mejor que enfermar o morir por no usar la mascarilla por su incomodidad. Es preferible estar algo incómodo pero vivir que disfrutar del máximo confort y morir antes de tiempo por el Covid-19. Exceptuando los que no pueden llevarla por razones médicas.
El orden, la responsabilidad y la disciplina son importantes en todos los órdenes de la vida y especialmente en la situación causada por esta nueva peste que es el coronavirus. Aparentemente, un mal silencioso y minúsculo, pero que puede quitar la vida de modos terribles. Quizás, no fuera mala idea que se publicaran relatos o testimonios de lo que muchos pacientes con coronavirus han sufrido en estados de mucha gravedad  y lo que han sentido para que toda la población recapacite y reflexione más. Nos estamos enfrentando a un cambio de época.

lunes, 11 de mayo de 2020

CAOS TOTAL




Llaman al INEM, según oigo, y los contestadores están sobresaturados. Los números de teléfono en los que sale un contestador es algo frecuente  y después pasa a automático y se corta la llamada, etcétera. Inaudito. Es un descontrol total.
Existen quejas por falta de atención a las personas que no tienen ni paro ni ERTE ni nada y no tienen ni donde vivir ni dónde comer y son personas que nunca estuvieron en la pobreza. Soluciones ya. 700.000 afectados por ERTE no han cobrado la prestación. La gente no puede esperar para comer.
Porque aumenta el número de familias que necesitan ayuda para comer. Cruz Roja y Atresmedia se unen para ayudar a los desfavorecidos y también Cáritas ofrece asistencia a los que la necesitan, pero no es suficiente. 
El Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto ya, porque mucha gente no puede esperar más en esta situación a junio para recibir el ingreso mínimo vital y eso suponiendo que lo puedan lograr con los requisitos que tienen que cumplir.
Si los que no eran pobres ahora lo son y los que ya lo eran son los que mueren, al igual que una parte de los pensionistas,  hay  personas que piensan que, de esta manera, se pagan menos pensiones. Y debe primar la salud y la vida y no la economía, porque, de no ser así, es como volver a los tiempos bárbaros o al salvajismo del sálvese quien pueda.
Los recortes en Sanidad están pagándose con creces por desgracia. Que contraten a todas las personas que les rescindieron el contrato en el ámbito sanitario  y que se ponga el sistema sanitario al nivel asistencial de hace diez o quince años. Es inaudito que en los tiempos que estamos  y con la pandemia que tenemos se pretenda priorizar la economía por encima de la salud de todos. A ver si somos un poco personas.
Por ejemplo, el Hospital de Cabueñes de Gijón iba a ser ampliado, por el aumento de la presión asistencial se entiende, pero por causa de la pandemia del coronavirus se ha paralizado el plan de construcción.
A mi juicio, lo que es indudable es que estar vivo es más importante que cualquier variable económica. Los estados actuales tienen numerosos mecanismos para afrontar la crisis económica. Pueden hasta endeudarse o incrementar las ayudas económicas a más cantidad de personas, a través de la renta mínima, a todos los sectores de población que la necesiten. Es una forma también de redistribución que garantiza que todas las personas tengan sin excepciones un ingreso mínimo para poder vivir con dignidad.
Se comprende que la fase 1 sea algo gozoso, porque permite aliviar un poco la crisis económica y también las posibilidades de compra y ocio de los ciudadanos. Pero hay un claro peligro y es que, si se disparen otra vez los contagios y lleguemos en unas semanas o meses a la situación del principio de la difusión de la pandemia, las consecuencias serán mucho peores  todavía o podrían serlo. De hecho, la tasa de contagios sube en Alemania en plena desescalada y es un dato de hoy mismo 11 de mayo de 2020. Es un ejemplo de lo que puede pasar en España en las próximas semanas y meses.
Por tanto, debe extremarse la cautela en relación con la distancia social de dos metros y con el uso de la mascarilla en casi todos los espacios, así como con la higiene de manos. Si una parte de la población que puede ser de un tercio o casi la mitad no sigue a rajatabla las medidas impuestas por el Gobierno el riesgo de rebrotes se multiplica. Es así de claro y rotundo. Se puede mirar para otro lado y tomarlo a broma, pero luego no valdrá de nada quejarse por la situación a la que se llegue. La responsabilidad individual es la clave en un país con 47 millones de habitantes.
Por muchos controles que se realicen, si no se respetan las normas de seguridad para evitar contagios, no creo que salgamos bien como país de esta terrible pandemia. El coronavirus no ha desaparecido sigue presente y no conviene olvidarlo de cara a los meses de las vacaciones y el calor. Según uno de los tres virólogos más importantes del mundo, que es Adolfo García Sastre, hay diez veces más infectados de los que aparecen en los recuentos oficiales de los gobiernos. Con lo que  en España podría haber no 227.436 contagiados sino 2.274.360, en realidad. Y ya han muerto 26.744 personas en nuestro país. Sobran los comentarios.

jueves, 7 de mayo de 2020

FILOSOFÍA DE SCHELLING




Una explicación de  la filosofía de este pensador idealista genial que fue Schelling requeriría muchísimas páginas. En este artículo expongo algunas cuestiones y rasgos de su pensamiento. Comienzo con una breve explicación de algunos de los hitos de su vida.
Nació en Alemania en 1775 y falleció en Suiza en 1854. En 1798, a los 23 años, fue nombrado profesor de la Universidad de  Jena, ya que fue un niño prodigio de la filosofía. Unos años antes se había formado en el Seminario de Tubinga en el que tuvo de compañeros a Hegel y Hölderlin. Siguió enseñando en varias universidades alemanas. En 1841 fue llamado para suceder a Hegel en la cátedra de Berlín.  Y formó parte de la reacción crítica contra la filosofía de la razón o negativa de Hegel.
En 1847 interrumpió sus cursos públicos por motivos de salud. Escribió y publicó un buen número de tratados filosóficos ya desde su juventud. Se interesó especialmente por la naturaleza y el arte. En sus primeros escritos se nota la influencia de Fichte otro gran filósofo idealista. Schelling elaboró  el concepto de  lo infinito que para él es absoluta identidad de sujeto y objeto, de espíritu y naturaleza.
En su libro de 1797 titulado Ideas para una filosofía de la naturaleza Schelling parte del fenómeno de la combustión que había sido descubierto en 1783 por Lavoiser y que convierte en falsa la teoría del flogisto y del conocimiento de lo natural y  de la experiencia de la realidad empírica. Considera que la vida inorgánica también está dotada de organización y evolución. Reconoce el valor de la naturaleza que se transforma en espíritu.
En su filosofía trascendental del año 1800 muestra con desarrollos explicativos como el espíritu se resuelve en la naturaleza. Su obra Sistema del idealismo trascendental es una de sus obras filosóficas  más brillantes por la gran profundidad de sus reflexiones. Algo, por otra parte, característico de su producción filosófica.
Schelling escribe en relación con su filosofía del arte que «el universo está en Dios como absoluta obra de arte y como eterna belleza». En la parte final de su vida afirma la autonomía de la realidad en contra del racionalismo o idealismo absoluto de Hegel. Es la filosofía positiva.
De todas maneras, siempre tiene en su mente un principio del romanticismo de su juventud y es el reconocimiento de lo infinito que se manifiesta en el orden progresivo de la naturaleza y la historia y  que es un indudable nexo de unión con Fichte y Hegel.
De lo que escribe el profesor Fernando Pérez-Borbujo en su libro Schelling el sistema de la libertad  se deduce que el pensador alemán  afirma la razón con el ejercicio de la capacidad de elegir o de ser libres, pero como una evolución hacia una metáfora de la voluntad.
En relación con las etapas de la filosofía de Schelling son una clara muestra de cómo fue cambiando su pensamiento desde la juventud hasta la vejez. En la primera etapa está influido por Fichte que fue uno de los grandes impulsores y creadores del idealismo alemán. De este periodo es el libro de Schelling  Del Yo como principio de la filosofía que es del año 1796.
En la segunda etapa elabora la filosofía de la naturaleza y trascendental. La tercera fase o etapa es la de la identidad que llega hasta 1809 con su libro Investigaciones filosóficas sobre la esencia de la libertad humana y sus objetos. La cuarta fase está explicitada por su obra Las edades del mundo desde 1811. Y en  la quinta fase construye su filosofía positiva que valora lo mundano y la realidad material frente al idealismo hegeliano exclusivamente basado en la razón.
Cuando Schelling llegó a Berlín, por iniciativa del rey Federico Guillermo IV, con el fin de eliminar la «simiente del dragón del panteísmo hegeliano» en su primera lección universitaria en esta ciudad ante un nutrido auditorio de más de 500 personas, el 15 de noviembre del año 1841, ofreció su filosofía como una alternativa madura y más amplia que la de su compañero de Tubinga.
Al principio de la misma dijo: «Si no estuviera yo profundamente convencido de que puedo prestar con mi presencia aquí un servicio fundamental a la filosofía, más aún, un servicio mayor que cualquier otro prestado hasta este momento, no me encontraría ahora delante de ustedes». Es una muestra clara y contundente del carácter y talante de este filósofo. Su filosofía está abierta para todos los que lo leen y piensan con él a través del tiempo.


lunes, 4 de mayo de 2020

BERGSON Y LA FELICIDAD



Desde los planteamientos filosóficos de Bergson y en un  acercamiento a su idea de la felicidad se puede analizar lo que pensaba sobre la vida humana. Existen infinidad de interpretaciones posibles  si se reflexiona sobre las numerosísimas páginas que escribió y publicó de Filosofía.
Por ejemplo, en su libro Las dos fuentes de la moral en las páginas finales este premio Nobel se expresa de modo muy rotundo y dice que el placer es un medio de burlar a la muerte por parte de los seres humanos. Ante el inexorable paso del tiempo es lo que nos salva de los estragos de su avance, aunque sea de una manera provisional y fugaz, porque todo cambia rápidamente.
En relación con la supervivencia después de la muerte Bergson está convencido de que si hubiera otra vida eterna se desvanecerían todas las alegrías y también la felicidad. En esta hipotética y fantástica vida celestial escribe Bergson «Subsistirían los placeres, pero sin brillo y descoloridos, ya que su intensidad radicaba  en la atención que poníamos en ellos». Una vida inmortal no sería feliz del todo o sería aburrida.  La alegría de una existencia supraterrenal sin fin sería una satisfacción intelectual desprovista de placer y emoción auténticos.
De esto se deduce, a mi juicio, que la emoción y la finitud temporal son el núcleo de la felicidad desde una interpretación de la filosofía bergsoniana que, como dice Gustavo Bueno, también puede ser considerada como un materialismo pluralista, aunque teóricamente es un espiritualismo.
Bergson reconoce, de forma explícita, en sus obras la radical incertidumbre de la existencia y la inseguridad propia de la realidad humana.  Incluso pone de relieve el carácter de imprevisibilidad de la vida que oscurece el tiempo del existir, en ciertos sentidos, aunque también le da cierta emoción y pasión.
Ahora bien, la intuición es lo que realmente nos hace conscientes de nuestra libertad. La filosofía es lo que nos humaniza más y, al mismo tiempo, nos eleva por encima de la contingencia y del azar que están presentes, de modo continuo, en la condición humana.
De hecho, la moral de la sociedad abierta corresponde a toda la humanidad y se opone a la moral cerrada. El tema fundamental de la producción filosófica de Bergson es la conciencia. Y su método es la liberación de las estructuras intelectuales artificiales o ficticias de la vida de la conciencia para  alcanzar una verdadera y profunda pureza de  la misma. Si bien lo intelectivo forma parte también de la consciencia humana.
Bergson no afirma una moral del sentimiento o de la emoción, porque las representaciones mentales son formas transformadas de sensaciones sentidas por el sujeto que conoce y siente al mismo tiempo. En este sentido, existe una relativa similitud con la inteligencia sentiente planteada por Xavier Zubiri.
No es extraño que Bergson escriba que «El genio ha sido definido como una larga paciencia». En efecto, parece indudable que la paciencia es una de las condiciones de la felicidad, ante los avatares y circunstancias de la vida real y esto se conecta también con el placer de la creación intelectual o artística. Incluso también  desde el enfoque de los talentos de los sujetos creativos.
Como escribe Bergson: «Todos los grandes pensadores de la humanidad han dejado la felicidad como algo vago, de modo tal, que así se pueda definir en los términos que cada uno quiera». Pone  énfasis también en el cultivo de lo que denomina el yo social. De esta manera, se muestra el carácter social de los seres humanos  que es esencial en todos los sentidos. Bergson está seguro de que las emociones nuevas son una de las claves fundamentales tanto en las grandes creaciones artísticas como en la ciencia y en la cultura. Y escribe: «Creación es, ante todo, emoción». La significación del pasado es crucial, porque el presente se construye desde lo sucedido en el transcurso temporal.
Pero, Bergson no posee una concepción del tiempo estática sino dinámica. Es lo que hace posible las invenciones y los descubrimientos sin límites. Como escribe el filósofo francés «Donde hay felicidad, hay creación. Cuanto más rica es la creación, más profunda es la felicidad». Por tanto, la confianza en el valor de la intuición creadora y en la evolución biológica y de la sociedad es algo que se puede analizar en el pensamiento bergsoniano. Para él existir es cambiar, madurar y crear sin fin. Es otra de las expresiones de la felicidad.