Fue uno de los grandes
psiquiatras de la Historia y médico, psicólogo y ensayista. Jung nació en Suiza
en el año 1875 y murió en el mismo país
en 1961.Afirmó la existencia del inconsciente colectivo que es previo al
inconsciente individual. Analizó la personalidad y también conceptualizó la
introversión y la extroversión.
Jung se interesó mucho
por la filosofía. Leyó con gran interés los tratados de Kant y de otros
filósofos. Se interesó por la mitología y las religiones y por otras numerosas
cuestiones y materias. Fue, sin duda, uno de los mejores representantes de la
psicología analítica y transpersonal.
Buscó el entendimiento
de los entresijos y complejidades de la mente. Y también, simultáneamente, se
observa junto al rigor conceptual un deseo de querer ir en la vida hacia el
misterio de la misma o de lo incomprensible o divino en lo que estamos inmersos.
Según este gran
psicoterapeuta existe un inconsciente personal en el que permanecen los
conflictos de las vivencias de los
sujetos en forma de complejos. De todas maneras, la construcción de la
identidad hace que las situaciones y los problemas se resuelvan, ya que la
mente va cambiando y las interpretaciones de la misma también evolucionan.
La comprensión del
inconsciente es posible, según Jung, a través de los sueños y las expresiones
artísticas. Lo simbólico y lo espiritual son dimensiones a tener en cuenta en
los análisis de la mente humana, sin perjuicio de la utilización de métodos
rigurosos y científicos para el estudio e investigación de los procesos
mentales. También practicó la psicología experimental.
Como escribe Jung: «Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al
tocar el alma humana sea apenas otra alma humana». Indudablemente, los procesos
conscientes no son continuos de forma absoluta. De hecho, como afirma Jung la
consciencia es intermitente y discontinua.
Durante la noche las
personas mientras duermen están inconscientes
e incluso está comprobado que durante el día hay horas en las que los
individuos no son conscientes más que a medias o en una tercera parte. Algo también
explicado por Jung: «En el fondo son pocos los momentos en
los que se es realmente consciente, en los que la conciencia alcanza un cierto
nivel y una cierta intensidad».
Frente a esta
dispersión relativa de la vida de la consciencia aparece la continuidad estable
de la actividad inconsciente señala Jung. Pero existe algo asombroso y que no
percibimos conscientemente y es que mientras hablamos, escuchamos o leemos
sigue funcionando nuestro inconsciente. Se pueden establecer tres tipos de
contenidos inconscientes desde la perspectiva de Jung: asequibles, mediatamente
asequibles e inasequibles. Ciertamente,
en la vida cotidiana las personas realizan una multitud de cosas sin prestar
atención, casi de modo mecánico.
En cambio, en relación
con los contenidos mediatamente asequibles son una especie de recuerdos o evocaciones.
Por ejemplo, los olores pueden suscitar recuerdos y también las imágenes.
La infancia, de modo
general, en la edad adulta es difícil de
recordar con muchos detalles ya que forma parte de lo retenido en los
contenidos inconscientes inasequibles. Como escribe Jung: «la infancia está cubierta por una densa oscuridad». La conciencia y el inconsciente son dos territorios
complementarios y que son investigados por la psicología y la psiquiatría.
Ya el mismo Kant
pensaba que el inconsciente es la mitad del mundo que existe en las
profundidades de la mente y que concuerda perfectamente con las teorías del
sabio suizo. Como indica Jung: «La conciencia es una especie de
órgano de percepción y de orientación dirigido, en primer lugar, hacia el medio
ambiente». En este sentido, la labor de terapeuta y los libros de este psiquiatra y pensador
buscan que los sujetos avancen por la vida de una manera enriquecedora y
creadora. Destaca también el valor del contacto
humano y de la esperanza y el optimismo.
No cabe duda de que el
talento surge, en gran parte, del esfuerzo. La vida es, en sí misma, problema.
Ya que como dice Jung: «Nadie, siempre y cuando se mueva
entre las corrientes caóticas de la vida, está sin problemas». Ya lo afirmó también el filósofo José Ortega y Gasset con
su raciovitalismo.
Mirar a los
sentimientos y emociones es el camino que aclara la vida por vivir. La
importancia de la acción es máxima y nos impulsa a actuar para sacar lo mejor
de nosotros mismos. Esto está presente en los planteamientos de Jung. La vida es
una gran aventura para cada individuo hasta el último día de la existencia, con
ilusión y con objetivos, como si fuera a vivir varios siglos y esto nos lo dice
el inconsciente.
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