La tercera edición
corregida y aumentada del libro de Félix Duque titulado Filosofía de la técnica
de la naturaleza está ya publicada. Es una obra o un tratado monumental y amplio de más de 500 páginas en las que este
filósofo realiza un recorrido a través
de la historia de la humanidad y de los procesos culturales. Se entiende
perfectamente que Duque esté convencido de que este libro podría haberse
llamado también Ensayo sobre la materialización de las Ideas.
Félix Duque es
Profesor Emérito de la Universidad Autónoma de Madrid y posee un gran prestigio
académico por su labor profesoral y por sus obras filosóficas. Nació en 1943 en Madrid.
Entre sus libros se
pueden citar algunos como, por ejemplo, Historia de la filosofía moderna. La
era de la crítica y Filosofía para el fin de los tiempos, La fuerza de la
razón. Invitación a la lectura de la “Crítica de la razón pura” de Kant,
etcétera. Es un gran especialista en el idealismo alemán, especialmente en
Hegel y Kant. Sus comentarios a la Ciencia de la Lógica y su traducción de la
misma son un hito más de su producción escrita como filósofo de primera línea.
A lo largo de la
Filosofía de la técnica de la naturaleza Félix Duque muestra una inmensa
erudición en el desarrollo de sus análisis y explicaciones. Es una especie de
tratado de antropología y, en cierto sentido, de filosofía de la historia
también. Desde una actitud crítica y con una precisión, rigurosidad y
minuciosidad digna de alabanza expone sus planteamientos acerca de las
transformaciones materiales y su influencia decisiva en el surgimiento de las
ideas y de las ideologías y estructuras sociales y políticas. Una de las
grandes virtudes o cualidades de la escritura filosófica de Duque es, a mi
juicio, la capacidad de establecer conexiones entre múltiples aspectos de la
técnica y la tecnología en relación directa o indirecta con los modos de vida y las realidades
históricas.
Escribe Duque sobre
nuestra actualidad lo siguiente: «Es tan solo en nuestra época cuando
tiende a cerrarse el desequilibrio entre reproducción e invención, mediante el
establecimiento planificado de instituciones científicas. Sería anacrónico
proyectar nuestro estadio natural sobre los anteriores». Es cierto, frente a la falta de consideración o
desprestigio de la técnica, por ejemplo,
en el primer tercio del siglo XIX en Alemania las cosas han cambiado de modo
radical afortunadamente. Como se sabe Humboldt en la Universidad de Berlín
fundada en 1812 prohíbe de forma contundente la enseñanza técnica. De todas
maneras, también es verdad que ya en el idealismo absoluto de Hegel aparece la
idea de dirección que presupone planteamientos o nociones de control, ordenación y planificación y que son
el antecedente de la sociedad de la información o digital de los siglos XX y
XXI.
La historicidad de los
seres humanos es una de las constantes de cualquier investigación antropológica
o histórica que se realice. Según Félix Duque
el origen no es sino que acontece históricamente. Y las conexiones entre
los mitos y las interpretaciones vinculadas a la técnica y lo natural son la
tarea de los filósofos, antropólogos e historiadores. La naturaleza inquisitiva
de los individuos es la expresión de asombro ante la realidad en su pluralidad
y multiplicidad enorme.
En su libro Félix
Duque habla del sentido de la técnica natural o de la naturaleza cibernética,
la globalización, el terrorismo, Internet y otras numerosas cuestiones. Y lo
hace con una riqueza conceptual y analítica abrumadora porque es extraordinaria.
El poder de crítica
que manifiesta el autor en esta obra es un ejemplo de su pensamiento innovador,
ya que profundiza siempre en las posibles causas de los problemas éticos,
sociales e incide con sus reflexiones en las complejidades vitales que afrontan
los seres humanos en un mundo fragmentado, disperso y que ha perdido, tal vez,
la unidad de sentido o los valores universales que hace décadas lo sustentaban.
Parece que estamos en
el fin de los tiempos, según Duque, y esto mismo da que pensar. Se puede
considerar que la tecnología nos puede llevar a una especie de paraíso terrenal
en las próximas décadas o que existe un cierto peligro de destrucción de lo
auténticamente humano, tal como se entiende desde hace siglos. Para Duque es evidente que la Red Social
constituida en Internet es capaz de producir cambios en los grupos sociales y
su entorno.
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