En el Principado de Asturias no se
quiere reconocer el talento y el
esfuerzo.
En Asturias seas escritor o artista,
aunque se tenga talento cuesta trabajo triunfar siendo la propia tierra.
En cambio, ser reconocido en otras zonas
de España es mucho más fácil y también fuera de España. Supongo que no hará
falta que los escritores lleguen a ser Premios Nobel o que se les conceda el
Premio Princesa de Asturias para que sea reconocida la calidad y el valor de su
obra escrita.
En la cuestión de los méritos se puede
medir y juzgar el valor de la obra de cada artista o escritor en función de su
repercusión en los medios y de la originalidad, valor y cantidad de sus
artículos, libros, etcétera. Pero esto en Asturias no se tiene en cuenta. Da igual
todo.
En la hermosa tierra asturiana todo se
basa en amiguismos e influencias.
Conozco varias personas que son más conocidas en otras provincias e incluso
fuera de nuestras fronteras. Todo el mundo tiende a reconocer los méritos
después de muerto, pero las flores y los elogios se dan en vida.
Es significativo que hasta Jesús fue
despreciado en su tierra. Ya que nadie es profeta en su tierra es una sentencia que dijo Jesucristo estando
explicando la ley en la sinagoga de Nazaret al ver que sus compatriotas, en vez
de aprovecharse de la ocasión que el Señor les ofrecía le despreciaban.
De todas maneras, los méritos son
reconocidos, pero es lamentable que tenga que ser en otras zonas de España o
del extranjero. Las ideas preconcebidas, los prejuicios o ideas erróneas son
frecuentes en la propia tierra de los escritores o artistas respecto a ellos
mismos.
Y resulta curioso que cuando se viaja a
otra parte de España o del extranjero se mira y reconoce a la persona de una
manera más objetiva.
Por tanto, ser profeta en otras tierras
es factible, porque no hay que luchar con tantos prejuicios o falsas ideas y el escritor o artista puede mostrar sus
escritos y su pensamiento o arte, sin
necesidad de estar justificando su obra, que ya es valiosa objetivamente, por
múltiples razones.
Una parte de la sociedad asturiana
funciona con estereotipos y rótulos dados, sin pensar a fondo las cosas. Existe
la costumbre de etiquetar a los demás de modo frívolo y sin pensar
detenidamente y, lo que es peor todavía, con ignorancia o desconocimiento. La
indiferencia es una constante en el devenir social en Asturias.
Y lo primero que habría que hacer es
reconocer las contribuciones culturales de los nacidos en esta bella tierra y
no ningunearlos o pasar de ellos. Ningunear significa menospreciar a alguien o
no tomarlo en consideración y no es una actitud buena desde un análisis ético.
También es cierto que en el resto de
España esto no sucede, afortunadamente, y valoran las aportaciones de
escritores y artistas de modo objetivo y muy positivo, aunque sean de una
provincia distante. Lo mismo sucede en países a miles de kilómetros.
Las ideas preconcebidas falsas son algo
demasiado frecuente. Pero, la verdad se abre paso inexorable y rápidamente y lo
realizado por escritores y artistas estará presente para siempre, a pesar de la
incomprensión y la falta de consideración de los méritos objetivos demostrados.
Además, los escritos y las obras de arte perduran en el tiempo.
De todas formas, existen escritores y
artistas que están triunfando, actualmente, y disfrutan de éxito y
reconocimiento cultural y social, aunque sean ninguneados en Asturias.
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