martes, 22 de noviembre de 2016

SIN CORTES DE LUZ



Parece increíble que no se respete el valor ético de la solidaridad.No puede ocurrir que haya ciudadanos que se queden sin luz por razones económicas al no poder pagar la electricidad.  El caso de la anciana de Reus es intolerable y tremendo.
Ya que es penoso que esta persona haya muerto olvidada de todos por un incendio causado por una vela, porque le fue cortada la luz. Aunque ya está iniciada una investigación para aclarar lo sucedido es lamentable, a mi juicio, el cruce de acusaciones entre el ayuntamiento y la empresa suministradora de la energía eléctrica. La justicia tendrá que delimitar responsabilidades, si las hubiere, y dictar sentencia.
Considero plenamente razonable que Errejón haya exigido que se cumpla la ley contra la pobreza energética  y el respeto a los derechos humanos. La aplicación de la normativa vigente no puede depender de malentendidos, errores y fallos. Estamos en un estado de derecho que se caracteriza por fundamentarse en el imperio de la ley. Y esto no son meras palabras.
En este sentido me parece que la iniciativa puesta en marcha por Podemos y que se denomina Vamos es algo necesario para impedir que sigan produciéndose casos similares al de la mujer mayor de Reus.
Los servicios sociales y los organismos administrativos que correspondan deben estar muy atentos a las posibles situaciones de precariedad o de pobreza de los ciudadanos, especialmente, si son mayores, por razones fáciles de entender.
Existen una serie de necesidades básicas que el Estado debe garantizar a todos los ciudadanos. De lo contrario iremos de mal en peor en una sociedad individualista, agresiva e insolidaria. Algo que, en el fondo, perjudicará a todos. Todos podemos ser vulnerables  a lo largo de la vida y es conveniente tenerlo en cuenta. 
En un ambiente materialista y consumista no se piensa más que en lo propio, pero se debe considerar que el bienestar de todos es lo realmente esencial. Y no cuesta tanto que los que dirigen el país se ocupen  con eficacia y eficiencia de que se apliquen medidas de protección y ayuda a los que las necesitan. Deben existir procedimientos de aviso e información que impidan que nadie quede sin electricidad por no disponer de medios económicos suficientes. Actualmente, con Internet y la informatización de numerosos datos de los ciudadanos por parte de las empresas y de las administraciones, si existe coordinación, se evitará siempre que vuelva a suceder lo ya comentado.
De todas formas, estimo que es cierto que la sociedad civil debe movilizarse más, de modo pacífico, para exigir sus derechos.Y esto pasa por la organización algo también reiterado por Pablo Iglesias estos días.
Al final, la política está, sobre todo, en las acciones y decisiones cotidianas que propician el bienestar general y especialmente el de los más necesitados. Es una tarea compleja pero muy gratificante.
Puesto que las actividades solidarias y las iniciativas que afirman de verdad unas condiciones vitales dignas para todos son algo fundamental en una democracia social que merezca tal nombre. Lo restante es secundario.



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