Parece
increíble que no se respete el valor ético de la solidaridad.No puede ocurrir
que haya ciudadanos que se queden sin luz por razones económicas al no poder
pagar la electricidad. El caso de la
anciana de Reus es intolerable y tremendo.
Ya
que es penoso que esta persona haya muerto olvidada de todos por un incendio
causado por una vela, porque le fue cortada la luz. Aunque ya está iniciada una
investigación para aclarar lo sucedido es lamentable, a mi juicio, el cruce de
acusaciones entre el ayuntamiento y la empresa suministradora de la energía
eléctrica. La justicia tendrá que delimitar responsabilidades, si las hubiere,
y dictar sentencia.
Considero
plenamente razonable que Errejón haya exigido que se cumpla la ley contra la
pobreza energética y el respeto a los
derechos humanos. La aplicación de la normativa vigente no puede depender de
malentendidos, errores y fallos. Estamos en un estado de derecho que se
caracteriza por fundamentarse en el imperio de la ley. Y esto no son meras
palabras.
En
este sentido me parece que la iniciativa puesta en marcha por Podemos y que se
denomina Vamos es algo necesario para impedir que sigan produciéndose casos
similares al de la mujer mayor de Reus.
Los
servicios sociales y los organismos administrativos que correspondan deben
estar muy atentos a las posibles situaciones de precariedad o de pobreza de los
ciudadanos, especialmente, si son mayores, por razones fáciles de entender.
Existen
una serie de necesidades básicas que el Estado debe garantizar a todos los
ciudadanos. De lo contrario iremos de mal en peor en una sociedad
individualista, agresiva e insolidaria. Algo que, en el fondo, perjudicará a
todos. Todos podemos ser vulnerables a
lo largo de la vida y es conveniente tenerlo en cuenta.
En
un ambiente materialista y consumista no se piensa más que en lo propio, pero
se debe considerar que el bienestar de todos es lo realmente esencial. Y no
cuesta tanto que los que dirigen el país se ocupen con eficacia y eficiencia de que se apliquen
medidas de protección y ayuda a los que las necesitan. Deben existir
procedimientos de aviso e información que impidan que nadie quede sin
electricidad por no disponer de medios económicos suficientes. Actualmente, con
Internet y la informatización de numerosos datos de los ciudadanos por parte de
las empresas y de las administraciones, si existe coordinación, se evitará
siempre que vuelva a suceder lo ya comentado.
De
todas formas, estimo que es cierto que la sociedad civil debe movilizarse más,
de modo pacífico, para exigir sus derechos.Y esto pasa por la organización algo
también reiterado por Pablo Iglesias estos días.
Al
final, la política está, sobre todo, en las acciones y decisiones cotidianas
que propician el bienestar general y especialmente el de los más necesitados.
Es una tarea compleja pero muy gratificante.
Puesto
que las actividades solidarias y las iniciativas que afirman de verdad unas
condiciones vitales dignas para todos son algo fundamental en una democracia
social que merezca tal nombre. Lo restante es secundario.
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