La repetición de
elecciones es la clara constatación del fracaso absoluto de la negociación
política entre los partidos para la formación de gobierno.
Si el 10N el resultado
es similar al de las anteriores elecciones generales y, según dicen los
expertos en estas cuestiones, puede serlo muy probablemente, el bloqueo
político puede prolongarse de modo indefinido.
La fragmentación de
los votos puede incrementarse, si aumenta la abstención por la irritación de
una parte de la ciudadanía ante la incapacidad para formar un gobierno estable,
que haga posible la toma de decisiones políticas que afectan a la mayor parte
de la población de una forma directa.
Se puede especular
todo lo que se quiera y pensar que esto no va a suceder, porque se lograrán
pactos de gobierno o coaliciones, pero
es probable que no.
Un país no se puede
permitir estar en una situación crónica de gobierno en funciones durante más
meses o años. Me parece que no. Es catastrófico desde un planteamiento
económico y social.
Aunque pueda pensarse
que es utópico o difícilmente realizable habría que cambiar algún artículo de
la Constitución española. De tal forma, que si después de un plazo de un mes,
pasadas las elecciones, no se llegara a la formación de un nuevo gobierno se
articulara un procedimiento político que hiciera posible que el partido con más
votos pudiera gobernar con unos meses de tiempo, antes de verse sometido a la
aprobación por la mayoría del Congreso.O con algún otro sistema parecido
consensuado por el Parlamento español.
Se perciben dos
bloques diferenciados en el panorama político español. El que dispone de mayor
número de escaños es el de izquierda. El bloque de centro derecha tiene menor
peso político en el Parlamento nacional. Aunque Pablo Casado espera conseguir
mayoría absoluta el 10N no es seguro que lo logre.
A esto se añade que
Rivera no quiere sumarse, de momento, a España Suma. Ciudadanos está a la
expectativa y parece que podría pactar en menos de un mes con el Partido
Popular. Todo esto depende, lógicamente, de los resultados electorales que
serán creo bastante parecidos a los ya conocidos de la última cita electoral.
Porque, si surge el
nuevo partido de Errejón y se presenta a las nuevas elecciones puede lograr un
considerable número de votos de Podemos y también, en parte, de Ciudadanos. E
incluso, tal vez más votantes, si se incorpora Carmena al partido de Iñigo
Errejón.
Si a esto se añade un
posible aumento significativo de la abstención, por motivos obvios, que están
en la mente de todos, parece que habrá la misma división de votos o incluso
algo mayor todavía.
Un dato importante a
tener en cuenta es que un 41% de los votantes le gustaría que Errejón creara su
partido para el 10N. Además, el 60% de los ciudadanos que votan a la izquierda
también ven con buenos ojos que surja el partido de Errejón.
Como se puede ver el
panorama político es muy complejo y
volátil. La intención de voto es difícil de predecir con aproximación. Los
sondeos y encuestas harán su labor las próximas semanas, pero tienen por
delante una tarea muy complicada.
Lo esperable es que no
se repita después del 10N una situación de bloqueo político similar a la
actual. Pensionistas, parados, funcionarios y trabajadores con salario mínimo
están afectados por la falta de un gobierno. El empleo público respecto a
ciertas oposiciones también está sujeto a las consecuencias de este bloqueo
político.
En definitiva, no es
racional que todo un país y especialmente sus ciudadanos sean los más afectados
por la falta de gobernanza o de gobernabilidad.
No se puede dejar caer
la responsabilidad en los votantes españoles que tienen perfecto derecho a votar lo que deseen. Son los políticos los
que deben asumir este fracaso en toda regla.
Una considerable parte
de los ciudadanos están irritados y descontentos por esta situación. Y tiene
difícil solución, si predominan los intereses partidistas sobre el bien general
de los ciudadanos españoles.
Es evidente que lo
primero es conformar un gobierno en solitario o en coalición o pacto con una
cierta estabilidad. Para lograr esto no cabe duda que debe ser prioritaria una
voluntad política firme y fuerte que posibilite alcanzar un acuerdo de gobierno
de una vez por todas. España como país no puede esperar más meses en esta
situación esperpéntica. Un gobierno en funciones no es suficiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario