jueves, 29 de noviembre de 2018

PATINETES Y BICICLETAS



El civismo y el respeto a los demás es  fundamental y las aceras son para los peatones. Así de claro y contundente. Lo que no es lógico es que las personas que caminan por las aceras tengan que ir pendientes de que no les atropellen bicicletas o patinetes.
Si se piensa en los ciudadanos mayores es evidente que, en muchos casos no pueden reaccionar con rapidez para evitar ser golpeados por los patinetes fuera de control. Es plenamente entendible que en Madrid no puedan circular estos vehículos por las aceras. Su lugar natural y apropiado son las calzadas o los carriles para bicicletas.
La velocidad que pueden alcanzar los patinetes no debería ser superior a los veinte o treinta kilómetros por hora. Pero parece que se pueden trucar para que alcancen más velocidad. Esto también tendría que ser prohibido por las autoridades y por las normas y leyes pertinentes.
Entiendo perfectamente que Tráfico quiera prohibir que los patinetes vayan por la acera y que circulen a más de 25 km/hora. El caso de la anciana que falleció hace unos meses atropellada por un patinete es terrible.
La legislación sobre Vehículos de Movilidad Personal es absolutamente necesaria. No tengo nada en contra de los patinetes y las bicicletas pero tienen que circular por las calzadas o los carriles habilitados para este tipo de aparatos.
Uno de los problemas, a mi juicio, en este tema es que debería ser regulado de un modo igual o uniforme en todo el territorio de España. Parece que esto se puede lograr a través de las normas que está estudiando y analizando la Dirección General de Tráfico.
En efecto, me parece de sentido común que tengan la obligación de usar casco protector y chaleco reflectante por la noche  los que circulen en patinetes y también que puedan tener que pasar controles de alcoholemia o drogas al igual que los conductores de automóviles o motos. Y esto tendría que hacerse obligatorio en toda España.
Cada vez están circulando más patinetes por todos lados y esto representa un riesgo para la integridad física de muchas personas y no solamente de las mayores. Las aceras no se pueden convertir en una especie de carreteras.
En lo referido al uso de auriculares y móviles mientras se conduce un patinete está claro que debe ser prohibido, porque se aumenta mucho el riesgo de accidentes por la disminución  del nivel de atención.

Y, generalmente, los  que sufren más daños con los accidentes son los peatones que se mueven con normalidad y respeto  por las aceras y que pueden sufrir graves lesiones o perder la vida por la falta de responsabilidad y precaución de otros.
Todo esto que expreso puede ser objeto de crítica y comentarios, pero, a mi juicio, es racional, coherente y consistente. Puede parecer excesivo, pero viendo lo que sucede en la realidad de todos los días considero que no lo es.
Las normas y las regulaciones están bien, si son justas y proporcionadas y buscan la garantía de los derechos de los ciudadanos. Lo que no puede ser es que el desorden y la arbitrariedad sea lo que predomine en la utilización de este tipo de vehículos de movilidad personal.
En relación con las bicicletas se están produciendo atropellos en toda España, ya que en muchas ciudades y pueblos circulan por las aceras, aunque no esté permitido en muchos casos. Y el parque de bicicletas es de millones con lo que esto supone. Y en muchas ocasiones los atropellos que producen roturas de huesos, fisuras, heridas y quedan impunes, porque no existe suficiente vigilancia o  el número adecuado de cámaras que graben lo que sucede en las vías públicas. Y es evidente  que se deben  exigir responsabilidades a los causantes.
Ya se sabe que es muy difícil controlar este tipo de situaciones para que no se produzcan, pero con la puesta en vigor de una  normativa racional se conseguiría o, al menos, habría muchos menos casos de personas arrolladas por este tipo de vehículos.
En definitiva o como conclusión es necesario pensar más en los derechos de los demás y no exclusivamente en la comodidad y la rapidez. Adelante con el  uso de patinetes por las calzadas, ya que esto facilitará llegar más rápidamente al trabajo y de una forma más barata, sostenible y sin contaminar el medio ambiente y mejorará la calidad del aire respirado.


TUTORIAL PARA TOMAR APUNTES EN CLASE

lunes, 26 de noviembre de 2018

CONTRADICCIONES SOBRE GIBRALTAR

ÉTICA DE RUSSELL

ÉTICA DE RUSSELL




Elabora una ética emotivista de los valores. Bertrand Russell a lo largo de su trayectoria vital en sus libros y en su enseñanza fue analizando cuestiones éticas y cambiando de actitud ante las mismas. Algo lógico, si se piensa en la evolución del pensamiento de este gran filósofo.
Su dilatada producción filosófica muestra variados planteamientos en relación con sus ideas éticas. Pensó que se podía estar seguro de que la razón era o debía ser el fundamento de las pasiones, especialmente, en la primera etapa de su existencia.
En su primer periodo como pensador está influido por el intuicionismo de Moore lo que presupone la afirmación de una visión intuicionista y objetivista de los valores. Lo que indica que sostiene un cierto objetivismo gnoseológico similar o parecido al de Moore.  
Cuando era adolescente consideraba que el utilitarismo era perfectamente compatible con una ética laica como la que defendió hasta su muerte en 1970. Se entiende que escriba: «Las reglas morales hacen exigencias, ordenan, recomiendan y guían. El que la persona tenga ciertas emociones o sentimientos o esté de acuerdo con cierto curso de acción no explica que esa persona actúa éticamente».
En 1910 Russell en su libro La ética es una ciencia establece que el fin  de la misma es la búsqueda de proposiciones verdaderas acerca de la conducta virtuosa y viciosa. Y considero que es un planteamiento absolutamente válido. En efecto, es posible y necesario que exista una armonía entre razón y pasión en las conductas humanas.
De hecho, Nicolás Zavavdivker afirma que Russell es uno de los primeros en desarrollar una teoría emotivista de los valores. Y es cierto que ocurre a partir de la madurez de Russell. Claro que se puede analizar la subjetividad de los valores y de los sentimientos en los que se fundan, pero esto, a mi juicio, no justifica que se niegue de un modo rotundo la posible objetividad de lo bueno o de la verdad y lo correcto éticamente. Desde mi planteamiento está claro que las emociones son también analizables por el raciocinio o por la inteligencia.
Los impulsos son algo positivo, pero deben estar guiados y controlados de alguna manera por el intelecto, en relación con el logro de conductas que respeten normas éticas de sentido común. Si no establecen unos indicadores que sirvan para calificar los comportamientos se cae en el subjetivismo relativista más absoluto. Es cierto que Russell está convencido de que la sociedad o la colectividad influye grandemente en la moral y las costumbres y es algo indiscutible, pero aunque puedo estar de acuerdo en que la ética no es una ciencia como las matemáticas o la física esto no significa que no se pueda establecer una moral mínima que sea universalizable.  Creo que Russell podría aceptarlo si todavía viviera. Porque consideraba positivamente la teoría del sentido común en ética y era un genio de la argumentación.
Lo que no supone que no se deba contemplar el valor de las emociones y sentimientos en las cuestiones morales. El bien general de la sociedad puede ser coincidente con las buenas actitudes éticas. El pacifismo de Russell no le impedía defender sus ideas con fuerza y firmeza.
La afirmación del valor de la libertad y de la justicia fue proverbial en Bertrand Russell y es ampliamente reconocida su labor y actividad en defensa de los valores o derechos humanos primordiales. Su sabio escepticismo y su profunda sabiduría e ironía le ponían en guardia contra las injusticias y cualquier clase de explotación, tiranía o tortura.
El liberalismo de Russell puede ser objeto de análisis y discusiones que pueden llevar a discrepancias, pero su actitud ética es muy matizada, especialmente en la segunda parte de su vida.
Se puede pensar que es posible la combinación de su intuicionismo objetivista y cognitivista con su emotivismo ético basando ambos en una especie de eclecticismo ético en el que domine una ética mínima de la solidaridad, ya que la justicia y el bien aunque no sean objetivables como las teorías científicas, si poseen en sí mismas verdad y valor. De lo contrario, en la realidad práctica se instala un relativismo absoluto que anula las diferencias entre lo bueno y lo malo y deja sin sentido a las distinciones morales. Por ejemplo, la tortura es la negación absoluta de la dignidad humana y es inaceptable siempre. Indudablemente no debe haber excusas para emplearla.

domingo, 25 de noviembre de 2018

VALIDEZ JURÍDICA DEL ACUERDO SOBRE GIBRALTAR

PASIÓN Y PENSAMIENTO

GRACIAN Y EL CONOCIMIENTO

GRACIAN Y EL CONOCIMIENTO

VOLUNTAD Y CONCIENCIA EN MARCO AURELIO

POPPER Y EL PROBLEMA DE LA DEMARCACIÓN

JUSTICIA Y RAZÓN

jueves, 22 de noviembre de 2018

TEOFRASTO



Fue un filósofo y botánico amigo de Aristóteles y continuador de la investigación y la docencia en el Liceo. Nació hacia el 371 a. C. y falleció en el año 287 a.C. 
En su larga vida  se interesó por todos los campos de conocimiento existentes en su época. Aunque su  nombre era Tirtamo es conocido por el apodo de Teofrasto que le dio el Estagirita y que indica su forma de disertar que se caracterizaba por un estilo divino y una gracia especial. Teofrasto fue discípulo de Platón y también gozó del magisterio de Aristóteles.
De hecho, una vez fallecido el creador de la Academia, y después de un tiempo se incorporó al Liceo aristotélico. Colaboró de una forma extensa e intensa en los procesos de investigación, especialmente, en relación con el estudio de las plantas. Se le puede considerar como el padre de la Botánica. Entre sus libros destacan Historia de las plantas, Sobre las causas de las plantas, Sobre las sensaciones, Caracteres morales, Poética, Sobre la música, Sobre el entusiasmo, Sobre el estilo, Sobre la comedia, etcétera.
Escribió  la mitad  de lo que dejó escrito Aristóteles, esto es, unas 230.000 líneas. Su producción comprende 225 títulos. No cabe duda de que en Teofrasto se nota que sus planteamientos son fundamentalmente empíricos y no tan especulativos como los de Aristóteles.
Aunque también su maestro era un gran naturalista y un excelente observador de los animales y de la realidad. Lo que está claro es que Teofrasto distingue muy claramente el reino vegetal del animal. Algo que en su época era objeto de dudas, matices, controversias  y discusiones eruditas.
Respecto a la cuestión filosófica de la finalidad o de la teleología escribe Teofrasto «Debemos tratar de poner un límite a la asignación de causas finales. Éste es el prerrequisito de toda la investigación científica del universo, o sea, de las condiciones de existencia de las cosas reales y de sus relaciones recíprocas». Me parece acertada su reflexión porque es evidente que la naturaleza es muy compleja e interviene el azar y, por tanto, el finalismo es una explicación especulativa o teórica sin base empírica suficiente.
Otro de los grandes méritos de Teofrasto es que realizó la primera clasificación de las plantas basada en sus propiedades médicas. En relación con  su libro Caracteres  describe los tipos morales que conoció en  la realidad de su existencia. 
Incuestionablemente, es el primer escrito en el que aparece una organización sistemática de una serie de conductas humanas, desde una interpretación antropológica y ética. Al principio de su obra Caracteres escribe: «El fingidor es un individuo de la siguiente especie. Está dispuesto, tras haberse acercado, a  entablar conversación con sus enemigos y a no dar pruebas de su odio. Alaba, cuando están presentes, a unas personas a las que él atacó en secreto, e incluso les expresa su pesar si son derrotados». Se puede ver que conoce muy bien los entresijos de las circunstancias y conflictos humanos. Si se piensa en la tacañería también la define de un modo muy ajustado ya que dice en su tratado que «La tacañería es una ausencia de generosidad en lo que atañe al gasto». Y aunque se extiende en más detalles y explicaciones acerca de la misma es indudable que la define muy bien en una sola frase.
Respecto a la música considera que posee una función liberadora, ya que alegra  y produce generalmente efectos positivos en el alma y en el cuerpo. El arte musical produce, según Teofrasto, tristeza, deleite o entusiasmo.
Aunque se conservan fragmentos de una parte de las obras de este pensador y botánico también  se dispone de obras que nos han llegado en su totalidad y que han influido en otros filósofos, moralistas y  científicos, por ejemplo, en Linneo, La Bruyére, etcétera.
Teofrasto fue el director del Liceo tras la muerte de Aristóteles durante 36 años. Fue un gran investigador y erudito y  siguió los procedimientos llevados a cabo por el Estagirita, aunque con un enfoque personal. Parece ser que completó o perfeccionó algunos escritos de Aristóteles, pero elaboró una obra original de extraordinaria importancia.
Al final de su vida se desestimó un cargo por irreligiosidad contra él. Era muy popular y la acusación no tenía ningún fundamento.  Fue enterrado con grandes honores. Aristóteles y Teofrasto iniciaron el conocimiento de la naturaleza   a través de la investigación  en diversos campos o disciplinas.





TEOFRASTO

lunes, 19 de noviembre de 2018

TORTURA Y PODER



Está claro que la tortura no puede ser objeto de justificación, ni siquiera la aparentemente civilizada.
Después del 11-S algunos parece que consideran adecuado recurrir a la tortura no letal para el logro de información o confesiones.  Amnistía Internacional en 2016 ha hecho públicos datos estremecedores. Resulta que los países que han torturado son nada menos que 122 y pueden ser algunos más. Realmente esto significa que los Derechos Humanos son papel mojado o sin valor en muchos Estados que, en principio, es de suponer que se consideran civilizados.
Como escribe Donatella Di Cesare al hablar del torturado «Lo que le aflige es la angustia de un morir interminable». En efecto, la práctica de la tortura o violencia a lo largo de la historia es una muestra de la  fuerza descomunal del poder  que supera los límites de la dignidad, la decencia y el respeto.
Se entiende que el politólogo Henry Shue rechace el empleo de torturas al igual que Walzer. No se puede legitimar la tortura para conseguir información apelando al argumento de las manos sucias  y al del mal menor. La dignidad de cada persona no es algo negociable ni matizable desde premisas utilitaristas o pragmáticas.
Y no es lo mismo la guerra que la sistematización de las torturas en un ambiente de lucha contra el terrorismo o contra la violencia. Existen numerosas estrategias de investigación con las técnicas tan desarrolladas de la inteligencia artificial para el logro de datos clave e información decisiva que evite otros males mayores.
Esta cuestión  se ha tratado en películas y se ha conectado con la de los daños colaterales a población civil indefensa. En este sentido se plantean dilemas morales que ponen en el foco de atención el valor infinito de cada existencia.
También Kafka en uno de sus relatos manifiesta que el poder frente al individuo que supuestamente ha desafiado la autoridad estatal puede llegar a extremos terribles. Escribe el gran escritor checo en La colonia penitenciaria redactado en 1914 «Nuestra sentencia no parece severa. Al condenado se le escribe en el cuerpo, con la rastra, la orden que ha incumplido».
Y no conviene que en la actualidad se cruce la línea que lleve a un Estado policial, aunque sea desde un marco fundamentado en leyes. No sería un sistema político realmente democrático, porque no se respetarían los derechos cívicos fundamentales de todo ciudadano. El dolor no debe ser lo que marque la obediencia a las leyes. 
El texto de la Convención contra la tortura que entró en vigor en 1987 fija muy claramente que no se inflijan intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves para obtener información, etcétera.  Indudablemente, queda mucho camino por recorrer, porque esto no se respeta todavía en muchos países aparentemente civilizados.
La vigilancia para que no se siga practicando la tortura es algo útil, pero no evita  que se siga produciendo, porque el poder de algunos Estados es tremendo. La función de los medios de comunicación es, por tanto, primordial, ya que la equivalencia entre saber y poder, en realidad, no es tal. La fuerza del poder es lo determinante de forma general, aunque sea injusto.
Ya escribió Foucault que «En toda infracción, hay un crimen majestatis, y en el menor de los criminales un pequeño regicida en potencia».  En efecto, parece, según este filósofo, que el poder estatal tuviera que vengarse de los actos o conductas que ponen en peligro la paz social o el bienestar común y la autoridad legítima de los gobernantes.
En la Antigüedad existían las torturas en casos de enfrentamientos bélicos, guerras civiles y luchas por el poder. Además, si se piensa en las decenas de miles de esclavos de la Atenas antigua y de Roma es evidente que la realidad social estaba marcada por la explotación y la discriminación.
La Inquisición es otra muestra de barbarie que justificaba el uso de distintos procedimientos de tortura en sus interrogatorios  y que causó un inmenso dolor y sufrimiento a numerosas personas que eran inocentes y no se merecían, en modo alguno, ser tratados de esa manera tan cruel y despiadada. Con el paso del tiempo o de los siglos se tomó conciencia del horror de tales prácticas.
Y es que los principios cristianos son lo más opuesto que cabe imaginar a la tortura. El amor, la compasión, la solidaridad y otros valores éticos expresan, indudablemente, la humanización.



TORTURA Y PODER

jueves, 15 de noviembre de 2018

ALCOA Y EL ABANDONO DE ASTURIAS



El presente y el futuro industrial y económico de Asturias están en el aire. Que Alcoa pretenda cerrar las plantas de Avilés y La Coruña y despedir a numerosos trabajadores está creando una gran alarma social, especialmente en Asturias. Porque los puestos de trabajo indirectos afectados son miles  a lo que se debe sumar muchas  familias  más.
Es lógico, por tanto, que en Avilés la ciudadanía se manifieste o concentre de modo masivo exigiendo que no se cierre. Los beneficios que ha logrado Alcoa hasta ahora presuponen un compromiso con sus trabajadores. Y estos se merecen un proceso de diálogo y negociación con los representantes sindicales y con el  Ministerio para buscar alternativas que no supongan la pérdida de puestos de trabajo. En este tipo de sectores estratégicos el Estado debe impulsar una política de apoyo a las empresas más activa.
Y si uno de los motivos aducidos por la multinacional del aluminio es la elevada factura eléctrica que supone casi 50 millones de euros considero que no es suficiente razón para no negociar un posible abaratamiento de los costes energéticos y otras medidas que garanticen los puestos de trabajo en la planta avilesina y en la gallega.
Arcelor también paga 68 millones de euros por consumo eléctrico y no se plantea el cierre de instalaciones. Tal vez porque es una multinacional más potente y mejor dirigida y organizada.
La Dirección General de Trabajo ha instado a aplazar los despidos. La rapidez con la que se ha iniciado la tramitación del ERE extintivo da a entender que no existe una real y verdadera voluntad de negociación por parte de la empresa o, al menos, es lo que parece, si se analiza la realidad de los hechos.
Alcoa negociará los despidos colectivos, pero parece decidida a vender las plantas a otra empresa. En este caso la viabilidad de la nueva empresa sería clave para el mantenimiento de los beneficios y la sostenibilidad del empleo. El Ayuntamiento de Gijón apoya  a los trabajadores de Alcoa y rechaza el cierre de las plantas de Avilés y La Coruña y también manifiesta que la multinacional no avisó de sus intenciones.
Parece inconcebible que la dirección de Alcoa se cierre en banda a negociar con el Ejecutivo central tarifas eléctricas considerablemente más baratas para mejorar resultados y ser más competitiva o flexibilizar las condiciones de préstamos o apoyos financieros recibidos y otras medidas que hagan que sea rentable suponiendo que no lo sea.
Ante esta descripción sucinta y breve de una parte de los hechos conviene poner  de relieve que la situación social de Asturias es tremendamente difícil, si se piensa en el progresivo desmantelamiento industrial y empresarial que está sufriendo día tras día. 
En el Principado de Asturias cada vez las cosas son más difíciles para los que quieren encontrar empleo y no me extraña viendo lo que está sucediendo con la desaparición de tejido productivo o empresas. Muchos jóvenes se están marchando a Madrid o Barcelona o a Londres y a países europeos para encontrar el ansiado trabajo del que poder vivir.
Parece que lo de ser paraíso natural resuelve todos los problemas económicos de esta gran comunidad autónoma, pero, por desgracia, no es cierto. Se necesita más tejido empresarial que dinamice la región. Porque Asturias está perdiendo algunos trenes del desarrollo tecnológico, industrial, productivo y comercial. Sin mejores comunicaciones con la meseta y con el extranjero la economía no despega.
Esperemos que el esfuerzo de los Comités de Empresa y de la ciudadanía se escuche también en Bruselas y en la Unión Europea para que aporten también posibles cauces de negociación o canales de ayuda económica que se sumen a los ya existentes en diversos ámbitos productivos. La deslocalización de empresas es otra amenaza o peligro que está presente en las mentes de los ciudadanos.
El abaratamiento de los costes de producción estoy convencido de que debe realizarse, pero no a costa de los trabajadores. No estoy diciendo que sea el caso de Alcoa, pero es un elemento a considerar también en el esfuerzo consciente por evitar el cierre de empresas. Creo que el Gobierno central debe desempeñar un papel decisivo en el desenlace de este ERE de esta compañía aluminera.
Indudablemente Asturias y sus ciudadanos se merecen unas condiciones de igualdad económica respecto a otras Comunidades Autónomas que poseen más nivel de renta per cápita.







ALCOA Y EL ABANDONO DE ASTURIAS

ALCOA Y EL ABANDONO DE ASTURIAS

lunes, 12 de noviembre de 2018

WITTGENSTEIN

CÓMO APROVECHAR LOS LIBROS EN PDF

WITTGENSTEIN



Es uno de los filósofos más influyentes del siglo XX. Wittgenstein vino al mundo en Viena en 1889, último hijo de una familia muy rica de ascendencia judía y dejó de existir en 1951 a consecuencia del cáncer. Publicó el Tractatus Logico-Philosophicus en 1922, aunque lo escribió durante la Gran Guerra en la trinchera  expresando en el papel los pensamientos de la primera etapa de su filosofía.   En el año 1929 llegó a ser profesor investigador del Trinity College y, en 1939, sustituyó a Moore en su cátedra de Filosofía.
Es un pensador que conforma el denominado neoempirismo o la filosofía analítica del lenguaje. Los grandes iniciadores de la filosofía analítica son tres: Moore, Russell y Wittgenstein. En 1924 escribe «La filosofía que propugno es considerada como una especie de realismo. Pero mi propia lógica es atómica, y es este aspecto el que deseo subrayar. Por ello, prefiero describir mi filosofía como atomismo lógico y no como realismo, con o sin algún adjetivo antepuesto».
Frente a la lógica monista afirmada por el idealismo de Bradley, el filósofo y lógico Bertrand Russell, propone junto con Wittgenstein que el mundo posee la estructura de la lógica matemática. El universo no es un todo interdependiente como pensaba Bradley o, al menos, es de lo que están convencidos los filósofos analíticos.
El Tractatus puede ser interpretado desde diversas lecturas y lo presentó también como tesis doctoral.  No cabe duda de que es la respuesta que Wittgenstein da al funcionamiento de la lógica, porque, a su juicio, es la estructura sobre la que se constituye el lenguaje descriptivo o, dicho de otro modo, la ciencia y el mundo.
Como él escribe en este libro: «Los límites de mi lenguaje son los límites de mi  mundo». En efecto, la forma lógica es la base o el fundamento del pensamiento, el lenguaje y el mundo. La teoría de la figuración es la de la significación y la verdad en el lenguaje. La realidad se describe con figuras. Es entendible que, según esto, una proposición será significativa o tendrá sentido en la medida en que represente un estado de cosas lógicamente posible. En este primer periodo elabora una teoría del lenguaje como representación.
El segundo Wittgenstein piensa de modo pragmatista. Lo relevante es el estudio o la investigación de los comportamientos de los usuarios del lenguaje. En realidad, es lo mismo que decir cómo aprendemos a hablar y para qué nos sirve o es útil.
Está convencido de que es imposible la existencia real y efectiva de un lenguaje privado que sea realmente comunicativo y social. Desde sus planteamientos Wittgenstein establece que lo absurdo de una proposición estará en usarla fuera del juego de lenguaje que es apropiado.
Con lo que no estoy de acuerdo es en que haya de guardarse silencio sobre el sentido del mundo o de la vida, la ética o la estética como pensaba este filósofo nacionalizado británico. Porque la falta de claridad al hablar de estas cuestiones es algo que sucede también en las ciencias naturales en ciertos sentidos.
Curiosamente los empiristas lógicos consideraban que podemos hablar de todo lo que importa en la vida. Para Wittgenstein, en cambio, lo interesante de la existencia no debe ser objeto de verbalizaciones. Es su planteamiento que está determinado por un excesivo logicismo. La obra principal de esta segunda etapa es Investigaciones filosóficas, redactada entre 1936 y 1949. En la Segunda Guerra Mundial colaboró como ayudante en un hospital.
Realmente está claro que una de las actividades decisivas de los que filosofan o de los que piensan es la realización de una crítica del lenguaje lo más precisa y rigurosa posible. El significado de una palabra es su uso en el lenguaje, según Wittgenstein. Su estilo es conciso y aforístico y esto ha dado lugar a que, a veces, no se lo entienda de modo claro.
Clarificar las proposiciones o frases  o la realización de crítica del lenguaje es esencial en filosofía. Si bien, desde mi análisis, los filósofos no deben conformarse con eso. La creación de pensamientos, reflexiones, ideas, sistemas filosóficos y nuevas teorías es una tarea fundamental de cualquier pensador y es una labor complementaria de la pura actividad analítica del lenguaje. Ambas están integradas o interrelacionadas.
Por ejemplo, en la Hermenéutica la función interpretativa aplicada a los diferentes lenguajes es la clave para entender efectivamente la realidad y los distintos saberes.




                                                                               

jueves, 8 de noviembre de 2018

UTILITARISMO



Stuart Mill es uno de los filósofos que creó el utilitarismo. Nació en Londres en 1806 y murió en 1873. Desde niño recibió una formación amplia y profunda. Aprendió lenguas clásicas  y estudió diversas disciplinas bajo la dirección de su padre Jaime Mill. De los catorce a los dieciséis años se trasladó a Francia y adquirió conocimientos de Química, Botánica y aprendió la bella lengua francesa. Hacia los veinte años Stuart Mill superó una crisis existencial y se convenció de la gran significación de los sentimientos y las emociones y también del gran valor de la poesía y el arte.
Pensaba que no se puede ser una máquina de pensar y que sentir con intensidad también es algo imprescindible y útil para una existencia placentera. La cultura y la educación  deben abarcar todas las expresiones artísticas existentes.
Realmente logró un conocimiento enciclopédico y esto le sirvió también para la elaboración de una amplia obra filosófica de gran interés. Fundó una Sociedad Utilitarista para extender más el principio utilitarista que impulsa la búsqueda de la máxima felicidad para el mayor número posible de personas.
En este sentido conviene poner de manifiesto que está de acuerdo con los planteamientos de Bentham y de su padre. De todos modos, también es cierto que es difícil ser convencido de que la moral pueda ser una ciencia exacta pretensión explicitada por Jeremy Bentham.
No cabe duda de que los esfuerzos en la elaboración y aprobación de leyes de protección de la infancia por parte de Bentham dan una idea de su actitud filantrópica y solidaria con los pobres y los más desfavorecidos de su tiempo. En la Inglaterra de finales del siglo XVIII y primer tercio del XIX existían bolsas de pobreza considerables.
Bentham falleció en 1832, pero sus ideas utilitaristas y, en general, su filantropía y solidaridad con los más necesitados de su época fueron apoyadas también por Stuart Mill aunque con planteamientos propios, pero siguiendo una senda similar.
En el utilitarismo se considera que el placer es uno de los objetivos principales de todo ser humano y también lo es, obviamente, el no experimentar dolor. También es indudable que la idea de libertad es esencial, porque lo que condiciona excesivamente la individualidad es, a juicio de Mill, despotismo. El liberalismo político de Mill se concreta en la defensa de los derechos de las mujeres y en la conquista del derecho al sufragio femenino.
Como escribe Mill «Más vale un hombre insatisfecho que un cerdo satisfecho». En efecto, el valor del pensamiento y de los placeres nobles que son la cultura, el altruismo y los buenos sentimientos y actitudes éticas es muy superior a los placeres bajos o fáciles que para este filósofo británico son los sensoriales.
Para él es incuestionable que es definible o determinable una jerarquía de placeres. Los mejores son los intelectuales y los materiales o sensitivos están en un nivel inferior.  Esto, por supuesto, es matizable, porque este planteamiento es un dualismo reduccionista que no valora que la inteligencia es un conjunto de capacidades sensoriales y combinatorias.  Sentir y pensar no son algo contradictorio, ya que ambos forman parte de la inteligencia en su uso o funcionamiento en la percepción de la realidad.
En relación con el liberalismo político elaborado por Mill está claro que promueve un indudable reformismo social civilizador que supone un derecho a la educación y también una legislación laboral y social realmente humanizadora.
En lo referido a la economía liberal desarrollada por Mill cabe decir que es la puesta en cuestión de algunos efectos perversos de la economía capitalista. En realidad, es la denuncia de las injusticias que causa un capitalismo sin un control legal y estatal adecuado que evite la explotación laboral y otros excesos y desigualdades.
Respecto a la calidad o la cantidad de los placeres los planteamientos  de Bentham y Mill son complejos. Se le atribuye a Mill la afirmación de los grados de calidad del placer y a su amigo Bentham la cantidad de placeres como lo más importante.
Considero que el criterio principal, a mi juicio, es la cantidad, si hubiera que decidirse por uno.  No en vano, en prácticamente todos los aspectos de la existencia la acumulación de experiencias es fundamental tanto en el campo laboral como en otros. De todas formas, es posible un planteamiento intermedio o ecléctico combinando calidad y cantidad. Considero que es lo más juicioso.


UTILITARISMO

lunes, 5 de noviembre de 2018

SHAFTESBURY



Es un filósofo británico que defendió la libertad de crítica. Nació en Londres en 1671 y falleció en Nápoles en 1713. Su educación primaria fue profunda, ya que aprendió griego y latín y otras materias con la supervisión de un gran filósofo Locke.
La amistad y la sociabilidad son esenciales virtudes cívicas desde la filosofía moral de este pensador. Y fue el primero que lo afirmó pensando en la dignidad humana. Sus obras más importantes son: Ensayo sobre el mérito y la virtud de 1699, Carta sobre el entusiasmo de 1708, Sentido común de 1709 y Características de hombres, costumbres, opiniones y tiempos de 1711.
Elabora una ética del sentimiento y de la simpatía que conduce al bien universal y particular. Considera que es fundamental producir una cierta armonía social. Está convencido también de que el ser humano posee un sentido moral de modo innato. En este sentido, su pensamiento moral es el antecedente de la ética emotivista de David Hume.
Shaftesbury estaba influido por la filosofía griega antigua y el Renacimiento y pertenecía a la escuela neoplatónica de Cambridge. Sigue la senda de Ficino al entender que la belleza es principio del amor y que conduce a la belleza espiritual o inmaterial mediante un proceso finalista o teleológico y progresivo que supone intenciones o propósitos.
El entusiasmo es la elevación del espíritu o de la mente propia de los genios. El gusto en el arte se puede educar, aunque también, en parte, es innato para este filósofo y político inglés.  A igual que Alberti considera que arte y naturaleza son el resultado de la armonía del Universo. La doctrina de Shaftesbury fue muy bien valorada por sus coetáneos británicos y también por Diderot y otros pensadores como, por ejemplo, Herder y Goethe.
En el ámbito religioso considera acertada la religión natural que también es la expresión de la confianza en un Dios bondadoso y en una naturaleza humana en la que, en general, se puede confiar. De hecho, escribe en su Carta sobre el entusiasmo «sostengo, que siempre que se trate de la religión con el debido respeto, jamás se abusará del humor, ni se pecará de exceso de libertad o confianza al examinarla». Parece una reflexión  aplicable a los momentos actuales.
En general, afirma la libertad del ingenio de cada uno y la libre reflexión siempre desde una actitud respetuosa a las discrepancias de los interlocutores o de las personas que no estén de acuerdo con lo afirmado en relación con las cuestiones religiosas, políticas o sociales.  
Como escritor Shaftesbury da muestras de su exquisita formación, ya que conoce  a los clásicos griegos y latinos y también expresa sus ideas de forma muy elaborada y retórica, con gran ingenio y agudeza en su estilo filosófico y literario. Se conjugan de una forma bella.
El esteticismo de este brillante filósofo inglés  se plasma en la combinación de ética y belleza o de saber y hermosura. Lo bueno y lo bello coinciden en gran medida, según un planteamiento con el que estoy de acuerdo.
En relación con lo que entiende por divino lo deja muy claro al escribir que «amar a los hombres, buscar el bien común  y promover el interés del mundo entero en la medida de nuestras posibilidades  es seguramente el colmo de la bondad y constituye ese carácter que llamamos “divino”». En efecto, es la exposición o formulación de los principios básicos del utilitarismo ético y social más elaborado posteriormente por Hume, Bentham y Mill.
Se trata, por tanto, de divinizar las buenas actitudes y costumbres en el mundo para transformarlo, en cierta manera, en una realidad mejor. También critica las supersticiones y valora la necesidad de plantearse la posibilidad de la inexistencia de Dios, pero en una apuesta por su existencia, si se perdiera, no pasaría nada grave. Es una cuestión compleja que es analizable desde muy diversas perspectivas valorativas. 
Dice, al respecto, Shaftesbury «La mejor defensa  contra la superstición, señor, consiste en recordar que no hay nada en Dios que no sea divino, y que, o bien no existe en absoluto, o bien es verdadera o perfectamente bondadoso». No existe un planteamiento intermedio. Lo racional y lo propio del sentido común es pensar en su existencia o inexistencia y actuar en consecuencia, pero desde la consideración de las ideas de creyentes y ateos. Las obras filosóficas de Shaftesbury son  profundas con un bello estilo.
  




SHAFTESBURY

jueves, 1 de noviembre de 2018

TIEMPO Y MUERTE



No cabe duda de que el tiempo es más importante que el dinero. Porque somos seres hechos de tiempo. Como decía Séneca en su tratado acerca de la brevedad de la  vida el que derrocha su tiempo no  lo va a recuperar nunca. Si lo derrocha a manos llenas no debería quejarse de que la vida es corta. Es larga si se aprovechan bien los días, horas, minutos y segundos de los que disponemos.
La vida es elegir y tomar decisiones. Esto lo reafirmó José Ortega y Gasset en su filosofía raciovitalista. También Jung un psiquiatra conocido y que ha dejado un gran legado con sus obras está convencido de que es mejor vivir la existencia como una gran aventura y con pasión, igual que si fuéramos a vivir centenares de años.
La intensificación de los momentos de la vida es uno de los procedimientos que posibilita sacar más rendimiento al paso inexorable del tiempo.  Ya Pascal decía que somos una caña pensante y casi cualquier cosa nos puede matar, pero pensamos y esto no lo hace la naturaleza y es que lo que nos convierte en extraordinarios y eternos.
Feuerbach que fue un filósofo alemán ateo y materialista consideraba que el amor es Dios y la divinidad es una proyección inventada e ilusoria de las cualidades o atributos humanos convertidos en supremos e infinitos en la figura artificial de Dios. Rechazaba también la existencia real de otra vida después de la muerte. En consecuencia, consideraba que las metas de los hombres debían dirigirse a la divinización de lo humano en toda su amplitud y profundidad.
De hecho para el filósofo Xavier Zubiri es indudable que el hombre es una manera finita de ser real y efectivamente Dios. Incluso reconociendo que el ser humano es una animal de realidades. Es la experiencia de ser Dios que es, en el fondo, la realidad absolutamente absoluta.
Los hombres y mujeres somos una especie de dioses finitos que debemos sacar lo mejor de nosotros mismos en esta vida finita  y ser lo más felices que podamos.
Desde este planteamiento general se comprende que es contraproducente tener miedo a la vida. Al contrario, lo realmente mejor es afrontar la existencia con pasión, entusiasmo y fuerza. El riesgo y la incertidumbre forman parte inseparable de las circunstancias vitales y del transcurrir del tiempo y esto es preciso aceptarlo.
Ya Tierno Galván en su libro ¿Qué es ser agnóstico? planteaba una serie de cuestiones que siguen siendo de interés en este momento. Parece que el conformarse con la finitud es lo más racional, lo que no presupone que las personas creyentes no puedan pensar en otra existencia espiritual en otra dimensión después de dejar este mundo material.
Lo que, a mi juicio, está claro es que la búsqueda de la felicidad es uno de los motivadores fundamentales de la vida. El filósofo Julián Marías en su libro La felicidad humana y también en sus lecciones o conferencias pone de relieve que se logran islas, periodos o momentos de bienestar, pero la felicidad absoluta es imposible en todo momento y esto es verdad también para los multimillonarios. No podemos hacer todo lo que queremos o imaginamos, porque somos seres limitados, finitos.
Lo que no significa que no podamos hacer muchísimas cosas, más de lo que creemos, a priori, que podemos realizar. Una de las claves está en ser perseverante, tenaz y hacer cosas importantes para nosotros todos los días. La acumulación de pequeños pasos diarios lleva al éxito y al logro de las metas planeadas.
En la vida la acumulación de experiencias, vivencias, recuerdos, creaciones, conocimientos, escritos, videos, viajes, etcétera, es un bagaje decisivo y que inevitablemente se abre paso en el presente y en el futuro, a pesar de todos los obstáculos, avatares y circunstancias  de la realidad. Y esto mismo ya eterniza lo  creado para siempre.
Se puede vivir con una actitud que califico de transcendentalismo estético. La vida y el tiempo son belleza que nos transciende y nos proporciona placeres estéticos sensibles que  son ideales porque poseen significación teórica también desde un enfoque sentiente y a la vez intelectivo.
La vida es, en parte, un eterno retorno de lo mismo, aunque renovado desde la singularidad de  la libertad de cada sujeto. Y, en este sentido, todo lo que nos hace únicos y diferentes es lo que plenifica lo que ya somos.



TIEMPO Y MUERTE