La filosofía de Michel
Foucault es una de las más influyentes en el mundo contemporáneo. Nació en 1926 y falleció a los 57 años en 1984. Su labor como profesor
y escritor se expresó en obras decisivas para la comprensión de las relaciones
de poder. Criticó el modelo jurídico y
negó la validez de la concepción marxista de la sociedad y del poder.
Desde sus análisis se
entiende que la autoridad es el ejercicio de fuerzas que están sometidas a una
dinámica de conflictos y confrontaciones. Investiga de una manera profunda y
llega a la conclusión de la necesidad de adoptar enfoques de investigación más
positivos o científicos.
Existe en la sociedad
un juego de relaciones móviles y desiguales y unos puntos de resistencia
cambiantes en relación con el poder o la dominación.
Para Foucault es indudable que «El ejercicio del poder consiste en “conducir conductas” y en
disponer la probabilidad». El poder se manifiesta en las
acciones de gobierno. Realiza estudios acerca de la historia de las
instituciones sociales y también de las costumbres y formas de vida.
De este modo se da
cuenta de que no es suficiente con un análisis de la razón, ya que también es
necesario analizar lo irracional en el
ámbito de la sociedad. De todas maneras, conviene recordar que no apuesta por
lo irracional como sostiene Habermas.
Este filósofo francés
investiga sobre la dominación ejercida sobre los hombres y las mujeres a lo
largo de la historia y las manipulaciones hechas sobre la conducta humana. Y
llega a decir que existe una práctica de los estados modernos que denomina
Biopoder que se expresa en las formas de
«explotar numerosas y diversas técnicas para subyugar los
cuerpos y controlar la población». Son ejemplos claros de esto la
Inquisición, la esclavitud, etcétera.
Todo esto se
manifiesta también en la Biopolítica que
es un neologismo creado por Foucault y
que es la fuerza o coerción del poder aplicada
sobre la vida de los individuos y las poblaciones. Es como si los
Derechos Humanos saltaran por los aires.
En sus investigaciones
elabora una crítica histórica de la modernidad
que surge de lo planteado por Kant. Es, por tanto, una actividad
original de examen de la realidad a lo largo de los siglos y también de la
actualidad continuando la senda kantiana. Está muy influido por el vitalismo de
Nietzsche y también por otros filósofos
alemanes.
Comparte con Heidegger
sus críticas al sujeto cartesiano y a la técnica occidental por la
deshumanización que causa. Se puede ver que existe una microfísica del poder.
Es definible claramente un poder social que está constituido por una
multiplicidad de poderes que se observan
en la esfera social aunque estén, a mi juicio, bajo el dominio del poder
estatal y del imperio de las leyes.
Foucault insiste en
que no existe un único poder, porque son objetivables o identificables
múltiples relaciones de autoridad que se interconectan y manifiestan
sutilmente.
Actualmente, se echa
de menos un mayor reforzamiento del poder individual o de la autonomía de cada
persona frente a entidades que pretenden dominarlo en diversos aspectos de la
vida.
La sociedad parece que
es más importante que los sujetos y no debe olvidarse que los derechos
individuales y el respeto absoluto de los mismos es lo que reafirma el valor de
los planteamientos humanistas y democráticos.
Analizar los
micropoderes que actúan en la sociedad también es necesario después de la
muerte de Foucault. Porque estamos viviendo en una realidad muy dinámica y
cambiante. La velocidad de cambio y transformación es muy rápida y la confusión
y las consecuencias inesperadas por causa de la complejidad son enormes.
De todos modos, el
respeto a las minorías y la democracia deliberativa y colaborativa son recursos
o medios que potencian la justicia y el equilibrio social en un mundo tan
globalizado e interconectado como el actual.
Ya se está planteando
la posibilidad de que existan unas relaciones de poder más horizontales y menos
jerárquicas desde planteamientos que consideren también la necesidad de
incorporar datos procedentes de los expertos para tomar mejores decisiones.
Los debates y
discusiones sobre cuestiones de legislación laboral y sobre otras cuestiones
sociales y económicas deben basarse en confrontaciones de ideas y
argumentaciones para hallar vías de salida a los problemas propios de un cambio
de era o de civilización. La aceleración tecnológica está teniendo efectos que
se dejan sentir en el rápido cambio social
y esto repercute en la vida de todos.
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