Sin duda, las
consecuencias negativas de la ludopatía se sienten en nuestro país de un modo
muy claro. La afición al juego o a las apuestas
con dinero está adquiriendo niveles peligrosos para numerosas personas
en España.
El juego responsable
es un planteamiento teórico que funciona bien en la propaganda, pero que, en la
realidad de cada día, no se suele cumplir.
Echar las casas de apuestas de los barrios de Madrid como ha planteado una manifestación en la
capital del país parece excesivo, porque la raíz del problema no es esa.
También es cierto que
la regulación y los controles y permisos de estas casas de juego deben ser
rigurosos, pero esto mismo creo que no evita los muy graves problemas derivados
de la ludopatía que ya padecen jóvenes y adultos en todo el territorio español,
pero especialmente en las ciudades.
El juego que se ofrece
a través de Internet tiene un alcance inmenso y ante esta situación de hecho es
difícil que se logre que una considerable parte de la ciudadanía juegue con
responsabilidad y no pierda su dinero y sus ahorros y se arruine en bastantes
casos. Con lo que esto supone de cara a la destrucción de los hogares y las
familias en relación con la falta de medios económicos para vivir.
La teoría de probabilidades
deja muy claro que los jugadores siempre pierden y si juegan mucho pierden
mucho también de un modo inexorable, ya que las casas de apuestas y el juego
online siempre obtienen grandes
beneficios.
La publicidad en los medios de comunicación de
masas como son la radio y la televisión es continua y masiva.
Y esto perjudica ya que hace que mucha gente se aficione al juego
compulsivo o sin medida. Debería
limitarse mucho la publicidad del juego, por motivos obvios.
Unas buenas campañas
de concienciación y sensibilización son muy necesarias para que toda la
población se diese cuenta de verdad de los grandes perjuicios que causa la
adicción al juego.
Es cierto que existen
tratamientos médicos contra la ludopatía, pero no siempre son efectivos, por
causa de la falta de una voluntad fuerte. Los jugadores no suelen seguir las
pautas de no volver a reiniciar sus conductas de juego por varios motivos y por
el ambiente social.
La ludopatía, en mi
opinión, se combate con educación e información
de una manera insistente y repetitiva para que todo el mundo se entere
bien. Si no se hace esto suficientemente es casi imposible que los problemas
derivados del juego se solucionen.
Seguirá produciéndose
la ruina de muchos individuos y familias por causa de las apuestas de todo tipo
que se realizan en nuestra sociedad. Y esto viene de largo, con los bingos,
juegos de cartas con dinero, máquinas tragaperras, apuestas deportivas,
etcétera. Además, Internet tiene un efecto multiplicador, porque cualquiera
puede apostar digitalmente con un clic.
Las diversas casas de
apuestas de fútbol, por ejemplo, están haciendo furor en una parte de los
jóvenes y esto está haciendo mucho daño, a mi juicio, porque están en el
comienzo de una vida que presupone esfuerzo, racionalidad, coherencia, sentido
de la responsabilidad y estos valores son puestos en entredicho, de una manera
evidente.
Se cree que jugar es
equivalente a ganar y no es cierto. Y
esta actitud la promueven las casas de apuestas para convencer de que se
juegue. Si una gran parte de la población se lo cree parece que no hay solución.
Por supuesto, si la
gente jugara muy poca cantidad de dinero
no habría mayores problemas, pero no sucede así la mayor parte de las veces.
Puede haber una minoría que juegue muy poco dinero, pero el resto es todo lo
contrario.
Porque es una cuestión
de acumulación de apuestas y de pérdidas que no son recuperadas o compensadas.
Y a medida que pasa el tiempo, las semanas o los meses y años, las pérdidas
pueden ser muy cuantiosas.
Es necesaria una campaña impactante similar a las de
tráfico a través de un organismo como Sanidad, por ejemplo, u otro de carácter
público y estatal para que se pueda
lograr que la gente tome conciencia real de lo devastadora que es la ludopatía
para los que la padecen y sus familias. De esta manera, si se cambiaran
los hábitos y las conductas de una parte de los españoles en relación con el
juego las cosas irían a mejor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario