Existen muchas formas
de entender la naturaleza humana. Si bien se sabe que es de una determinada
manera, si se analizan los sentimientos, emociones, instintos y temperamentos
existentes a través de los tiempos. También la razón y la racionalidad deben
ser la base de lo que es la naturaleza de los hombres y las mujeres.
Como dice Leslie
Stevenson que es profesor honorario de Filosofía en la Universidad de San
Andrés en Escocia en el libro Trece teorías de la naturaleza humana «Este libro está pensado para todo aquel que se sienta
interesado por una “filosofía de la vida”».
En efecto, la
ideología acerca de la vida define en muchos casos la teoría de lo que se
considera la mejor existencia incluso aunque no resista la confrontación con objeciones
intelectuales y morales muy sólidas.
Estoy convencido de
que lo fundamental es la racionalidad y los derechos que son lo que debe
dirigir las líneas maestras del desarrollo de las vidas reales de los
individuos, porque, si no sucede esto, se pierde la libertad y la capacidad de
dirigir el destino individual.
Por eso en la
convivencia social frente a los
legítimos intereses personales debe prevalecer el respeto a los derechos
de los demás, ante todo. La libertad de pensamiento y de acción está limitada
por unas leyes que garantizan la libertad de todos e impiden que se imponga la
fuerza para que nadie sea avasallado por nadie.
Es evidente que desde
este planteamiento se puede tener la ideología que se quiera y también se es
plenamente libre para afirmar la teoría de la naturaleza humana que se desee.
La condición es el reconocimiento de los
derechos de todos, sin excepciones.
En el confucianismo
que es la teoría de la naturaleza humana que más me convence de las
desarrolladas en Oriente se propone que, si cada persona se cultiva a sí mismo,
también puede dar paz y seguridad a los
demás. La autodisciplina es eficaz para resistir los males de la existencia y
para hacer frente a los problemas de la realidad sin ningún miedo.
Actuar por nada, sin
la búsqueda de provecho es otro de los atrevidos planteamientos o propuestas de
Confucio. Lo correcto moralmente es uno de los principios fundamentales de la
filosofía vital de este sabio chino. Por tanto, es una fuente de pensamiento
positivo y también su doctrina se conforma como un método práctico y útil para
la superación de la modernidad líquida en la que vivimos y para evitar la
destrucción de los que nos hace realmente humanos: la cultura, el arte, la
creación, etcétera.
En cambio para Platón
lo realmente decisivo es el gobierno de la razón. Desde el idealismo el creador de la Academia establece la
naturaleza tripartita del alma y su superioridad respecto al cuerpo. La teoría
de la reminiscencia y el intelectualismo
moral dan forma, junto con otros desarrollos teóricos y prácticos, a su
concepción de una naturaleza humana fundamentada en las ideas o lo inteligible
frente a lo corpóreo o material. Rechaza rotundamente el atomismo materialista
que sostenía que el alma humana estaba formada por átomos que tras la muerte se
dispersaban en el aire.
Aristóteles a
diferencia de su maestro y amigo Platón se muestra convencido de que existe un
mundo y no dos. El mundo sensible o material es el único realmente existente. Y
la inmortalidad individual es negada claramente por el estagirita.
Se comprende, por
tanto, que el sabio macedonio insista en el ideal de la realización humana,
pero indicando que la razón y la prudencia deben ser la base de los
comportamientos, ya que nos diferenciamos de los animales por nuestra
naturaleza racional. Su pensamiento filosófico es un realismo. Para el gran
científico y filósofo heleno no cabe duda de que con buenos hábitos o
costumbres y con la doctrina del justo medio en las conductas se puede alcanzar
el bienestar o felicidad.
Hume es otro filósofo
que dedicó su tratado filosófico más extenso e importante a estas cuestiones de
lo que se entiende por humano. En efecto, su Tratado de la naturaleza humana es
una obra extraordinaria en la que están ya desarrollados sus conceptos y
teorías fundamentales. Su empirismo también explica que afirme el emotivismo
moral que supone la puesta en primer plano de los sentimientos sobre la razón
en cuestiones de conducta.
Kant era consciente
del lado negativo de la naturaleza humana. Si bien también creía firmemente en
la realización del potencial humano como ideal. Su optimismo ilustrado era
plenamente racional. El progreso de la ciencia le da la razón. Para Sartre la
libertad es el eje central de la vida humana y la que le da su sentido absoluto.
Capacidad de ejercer la libertad para mejorar la existencia del modo que cada
persona desee.
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