jueves, 31 de enero de 2019

CAMPANELLA







Fue un filósofo con un temperamento combativo que construyó una utopía.  Tomás Campanella nació en Italia en 1568  y murió en un convento de París en 1639. Aunque entró en la orden dominica en 1582 no disfrutó de paz y tranquilidad. Su actividad como escritor en una época dominada por el dogmatismo religioso más cerrado y la Inquisición le valió persecuciones y condenaciones, por parte de la orden a la que pertenecía. No existía verdadera libertad de expresión y todo lo que se publicaba o decía estaba sometido al control de la Iglesia. Escribió  a lo largo de su vida numerosas obras y una de ellas fue, precisamente, una defensa de Galileo.
Su libro más conocido, citado y famoso es la Ciudad del Sol en el que plantea la creación de una comunidad universal. Es un tratado político y teológico y que sigue la senda abierta por la Utopía de Tomás Moro. Lo escribió en el año 1602 en prisión y fue publicado en 1623 en Frankfurt. En esta obra utópica que es la Ciudad del Sol aparece ya la formulación de un concepto de religión natural.
Campanella elabora la estructura de un Estado ideal y perfecto gobernado por un príncipe sacerdote y en el mismo todo está minuciosamente dispuesto y organizado por hombres de ciencia. Existe comunidad de bienes y de mujeres, al igual que en el modelo de Estado platónico, y se busca también la estabilidad y la justicia. Se puede afirmar que es un Estado teocrático y que se apoya en principios comunitarios e igualitarios. Incluso pensaba en ser el legislador y cabeza del mismo, algo que parece excesivo desde la perspectiva actual. De todos modos, sus tratados revelan una poderosa inteligencia.
Campanella proporcionó fundamentación teórica a una especie de reforma religiosa con la finalidad de reunir a todos los seres humanos  en una sola comunidad. Es entendible que lo pretendiera, si se piensa en la enorme división política y religiosa existente en el primer tercio del siglo XVII y también en la última parte del siglo XVI. La unidad política y religiosa fue uno de sus grandes sueños y aspiraciones.
A lo largo de su existencia Campanella pasó por muchas penalidades e infortunios. Por ejemplo, pasó unos 27 años encarcelado. Para no ser condenado a muerte fingió que estaba loco a pesar de las torturas a las que fue sometido de forma bárbara. Con esta estrategia logró que se le cambiara la máxima pena por la  cadena perpetua en 1602.
Campanella poseía un espíritu indomable que solo venció la muerte. Es curioso que dispusiera de fuerza y energía para desde su celda estando encarcelado lanzar llamamientos  a todos los reyes y príncipes de la tierra. Buscaba la renovación del mundo  por medio de una religión y de un Estado universal.
En 1626 fue puesto en libertad por el poder español. Se refugió en Francia en 1634 y, por fin, alcanzó paz y sosiego con la protección del rey Luis XII que le concedió una pensión. De este modo, pudo dedicarse a la publicación de sus obras hasta su  fallecimiento en 1639.
Sus escritos son una muestra también de su interés por todas las ciencias de su época. Con su erudición y con sus reflexiones críticas construye o elabora tratados que influyen, considerablemente, en su propio periodo y también en siglos posteriores.
Vivió, pensó, escribió y habló en la etapa histórica de la Revolución científica. Las ideas que revolucionaron la ciencia  y el conocimiento eran la manifestación de la libertad de investigación y de pensamiento que son las bases de toda actividad científica  y de todo saber o conocimiento.
Es verdad que en el caso de Campanella perviven elementos mágicos y espiritualistas, pero sus atrevidas especulaciones y sus planteamientos intelectuales fueron considerados heréticos y peligrosos y no había razones para esta persecución de sus ideas. El pesado manto de la Inquisición y la oscuridad y  dogmatismo fanático de parte del estamento eclesiástico de la época  hicieron el resto.
La intolerancia de este periodo de la historia europea castigó dura e inmerecidamente a Campanella. De todas formas, es evidente  que pensadores y científicos como él iniciaron un camino sin vuelta atrás hacia nuevos modos de pensamiento. Afortunadamente, con el paso de los siglos se fue suprimiendo la censura de lo que se publicaba, lo que contribuyó a una mayor difusión de los saberes y de la información.


martes, 29 de enero de 2019

BACON Y LOS ÍDOLOS

BACON Y LOS ÍDOLOS



Francisco Bacon impulsó la Revolución Científica. Nació en Londres en 1561 y falleció en 1626.  Buscaba con sus investigaciones y erudición la reforma de la sociedad  por medio de la ciencia aplicada. En su obra La nueva Atlántida plantea esta idea que puede parecer una utopía y  que en cierto sentido también  había sido pensada, en algunos aspectos, por el humanista y político Tomás Moro. 
Bacon considera que debe ser conseguido un cierto cambio en los procedimientos científicos para hacerlos más sistemáticos y ordenados. Por tanto, los métodos y objetivos de las diferentes ciencias debían ser transformados para evitar errores, falsedades y equivocaciones que no producían conocimiento verdadero.
Su libro más conocido es Novum Organum de 1620. Como escribió Bacon era necesario en su época «Establecer y extender el dominio de la raza humana sobre el Universo, lo cual depende, por entero, tanto de las artes como de las ciencias». En su filosofía y en sus obras Bacon critica la lógica vulgar  y también la metafísica y lógica aristotélicas por considerar que estaban basadas en nociones confusas como substancia, cualidad, etcétera. A mi juicio, esto no es cierto. Otra cuestión diferente es pensar que cada sistema filosófico y cada pensador crea o elabora  categorizaciones y conceptualizaciones nuevas que pueden ser objeto de análisis y reflexión, pero desde una perspectiva constructiva.
Respecto a los denominados ídolos de la mente, según Bacon existen cuatro tipos principales. Los ídolos son nociones e imágenes falsas que se apoderan de la mente y tienden siempre a reaparecer. Proceden de los errores y confusiones de los seres humanos. Y desde un enfoque científico y técnico nos alejan de la verdad y, por tanto, son negativos. Y si se analizan filosóficamente se pueden entender estos engaños de la mente.
Los ídolos de la tribu se manifiestan, por ejemplo, en la tendencia a la generalización en relación con opiniones y también en la imposición  de metas o fines a la Naturaleza o, lo que es lo mismo, en la afirmación de un finalismo o teleologismo en lo natural.
Si pensamos en los ídolos de la caverna, según el filósofo inglés, proceden del temperamento individual y de la educación, lecturas y experiencias particulares de cada sujeto. En consecuencia, se fundamentan en la naturaleza humana. Es preciso ser objetivos y no caer en planteamientos irracionales. Las lecturas son importantes porque aportan conocimientos que son necesarios y útiles  en cualquier ciencia sea humana o natural.
Los ídolos del foro se basan en la fuerza de las palabras. El mundo de lo fantástico puede, según Bacon, desviar del conocimiento preciso de la realidad. A mi juicio, es indudable  que el lenguaje escrito es muy poderoso, pero no considero que por su fantasía pueda perturbar la mente, simplemente agudiza la inteligencia y la sensibilidad.  Que sean los ídolos más peligrosos para el pensador británico es entendible, si pensamos en sectas que han surgido con documentos escritos y que a lo largo de la Historia han causado muchas persecuciones, guerras y muertes.
Por último, Bacon afirmó la existencia de los ídolos del teatro que son los principios falsos y las malas reglas de demostración o de la lógica vulgar. Como se puede observar lo común de los ídolos es que producen errores, confusiones y dudas. Por tanto, la objetividad, el rigor, la precisión y la revisión de los datos es fundamental para el logro de conocimientos científicos y técnicos.
Estaba de acuerdo con el nominalismo de Guillermo de Ockham y con la captación de lo singular a través de los sentidos. Era la expresión del rechazo también de la disputa de los universales, ya que no existen. El empirismo del gran teólogo y filósofo franciscano inglés es aceptado también por Bacon.
Pensaba que la ciencia debe disponer de un objetivo práctico. El claro propósito es la transformación de la Naturaleza para ponerla al servicio del hombre.
Aunque Bacon no inventó la inducción que había sido utilizada en la filosofía griega antigua  estableció un procedimiento de exclusiones. Además, las tablas de presencia, ausencia y grados están planteadas con la intención explícita de hallar las formas y con el logro de un orden experimental sistemático y consistente en las investigaciones de las ciencias.
La inducción procede de lo particular a lo general. En cambio, la deducción va de lo general a lo  particular. La Química es una ciencia dura,  experimental e inductiva.


jueves, 24 de enero de 2019

ESTÉTICA DE HEGEL




Las Lecciones sobre la Estética de Hegel son una gran obra de 883 páginas.  Sus lecciones de Estética comenzaron en 1817 en Heidelberg y continuó impartiéndolas desde 1820  a 1829 en la Universidad de Berlín. Estos cursos fueron publicados de forma póstuma entre 1836 y 1838 por un antiguo alumno de Hegel llamado Hotho. Con los apuntes del propio Hegel y los cuadernos y apuntes de los oyentes se editaron las Lecciones.
El filósofo alemán tardó en abordar el desarrollo sistemático de su Filosofía del Arte, pero el resultado fue magnifico por su profundidad, extensión y minuciosidad.
El arte para Hegel revela el verdadero ser del Espíritu. Se puede afirmar que el contenido del arte es la verdadera realidad, ya que es la manifestación sensible de la Idea. El mundo sensible no se basta a sí mismo, porque se funda en el espíritu o la razón, según Hegel.
Para este gran pensador que es el creador del idealismo absoluto está claro que: «La belleza artística es la belleza generada y regenerada por el espíritu, y la superioridad  de los bello artístico sobre la belleza de la naturaleza  guarda proporción  con la superioridad del espíritu y sus producciones  sobre la naturaleza y sus fenómenos». Reconoce que es delimitable una cierta belleza natural, pero no es del mismo tipo ontológico que lo creado por el arte humano, por la falta de criterios de la armonía natural de lo fenoménico.
En relación  con las características de los artistas en sus Lecciones sobre Estética dedica páginas a su descripción e interpretación. Además, en referencia a la cuestión de la inspiración que ha sido en la Antigüedad atribuida a las Musas considera que es una cuestión más bien circunstancial y que deriva del virtuosismo adquirido con esfuerzo y perseverancia partiendo de una predisposición previa.
O, al menos, es lo que se puede interpretar de sus palabras cuando escribe «Ahora bien, la actividad de la fantasía  y la ejecución técnica, consideradas como circunstancia del artista, es lo que, en tercer lugar, se suele llamar inspiración». Considera acertadamente Hegel que el talento o el genio no son innatos de una forma absoluta y radical. En efecto, pienso que el desarrollo y el perfeccionamiento del talento con la dedicación es algo evidente y que no puede ser negado. Y los grados de logro son variables, pero se materializan en la realidad a través de la práctica y la actividad continua.
Respecto a la originalidad en el arte Hegel plantea dos características que son la racionalidad del contenido que se elabora artísticamente y la verdad que refleja a través del mismo.
En el fondo el arte es combinación de elementos de un modo armonioso o agradable generalmente. La actividad del artista es básicamente imaginativa y combinatoria.
O, como dice Hegel, es la fantasía del  creador la que produce o elabora obras artísticas. A mi juicio, es lógico  que escriba sobre el proceso de creación lo siguiente: « Sin ponderación, sin selección, sin diferenciación, no puede el artista dominar ningún contenido que quiera configurar, y es una necedad creer que el auténtico artista no sabe lo que hace. Igualmente necesaria le es la concentración del ánimo».
Se entiende, por otra parte, que desde la perspectiva hegeliana se considere que la experiencia de la realidad o del mundo ofrece materiales muy valiosos a todo creador y esto mismo también es cierto si se aplica a las vivencias de los autores o artistas que han conocido la alegría  y el dolor en su trayectoria vital y comprenden la naturaleza humana en toda su  profundidad.
El arte figurativo, literario y musical se basa en la elaboración de emociones  partiendo de realidades vividas o experimentadas en persona. Es la fuerza de lo vivido la que nutre la composición artística en muchas ocasiones.
No cabe duda de que la significación de la fantasía es puesta de manifiesto tanto por Schelling como por Hegel. Y es que la combinación entre lo fenoménico y lo sensible y lo ideal o racional es lo característico de la libre creación en el arte. 
Hegel como pensador sistemático que era no podía dejar de lado una labor analítica sobre lo que representaba el mundo artístico en su tiempo y lo logró con sus lecciones de una manera magistral  mostrando una gran erudición. Era un gran lector y leía tanto sobre cálculo infinitesimal  como sobre cualquier materia.






ESTÉTICA DE HEGEL

martes, 22 de enero de 2019

FORO DE DAVOS Y GLOBALIZACIÓN




Es positivo que se reúnan muchos jefes de gobierno de todo el mundo. También  lo es, sin duda, que altos ejecutivos de las mil empresas más importantes del mundo estén presentes en Davos en el Foro Económico Mundial.
Casi tres mil personas para discutir y aportar ideas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y promover el desarrollo sostenible del planeta. Son grandes retos en los que, a mi juicio, nos estamos jugando mucho. Se diría que estamos apostando por la supervivencia del mundo o de la naturaleza.
Reducir las desigualdades sociales y económicas y garantizar unas condiciones de vida dignas  y adecuadas para los casi ocho mil millones de habitantes del globo no es una tarea fácil ni sencilla, pero es posible, si se aplicaran las políticas necesarias.
La globalización 4.0 o si se quiere tecnológica es  el presente y el futuro de la Humanidad. Los diversos sectores que conforman  la sociedad actual deben inspirarse en los valores éticos de la justicia, la igualdad, la solidaridad, etcétera.
Las empresas públicas tanto como las privadas deben responder ante los ciudadanos y la sociedad  y no deben ser entidades desvinculadas de las consecuencias que producen como resultado de su actividad.
En este tipo de foros a nivel mundial se observa que lo esencial es la convergencia de esfuerzos en unas mismas direcciones que beneficien a los ciudadanos y a la tierra. Y esto es lo realmente difícil. Poner de acuerdo en objetivos sociales, económicos y culturales a numerosas personas y países parece algo utópico, pero debe intentarse.
Frente al caos del escenario social y político mundial parece que debe imperar la cordura y las argumentaciones racionales y profundas. Está claro que el coraje y la perseverancia son potencias básicas para triunfar y lograr propósitos y objetivos que pueden ser cuantificados.
Se entiende perfectamente, por tanto,  que una de las múltiples actividades del Foro sea, por ejemplo, en el apartado de narradores “El camino a la resiliencia”.
En relación con las grandes preguntas a las que nos enfrentamos en la actualidad  es evidente que se pueden plantear muchas. Estoy convencido de que con un PIB mundial que se ha duplicado desde 1990 se podría realizar una política económica mundial o internacional más justa y con una mejor distribución de la riqueza en los distintos Estados.
Debería lograrse un gobierno mundial, al menos, desde la perspectiva económica para reducir las grandes desigualdades económicas. El cosmopolitismo es la expresión de la ciudadanía global y es también la manifestación de que los derechos individuales deben ser respetados en todos los países sin diferencias de ningún tipo.
La inmigración es la búsqueda de unas formas de vida aceptables y proporciona una regeneración económica a las naciones con la población envejecida por la baja natalidad.
Indudablemente, la mayor responsabilidad la tienen, en mi opinión, los líderes del mundo que son los que realmente pueden cambiar la forma de hacer las cosas, porque son los que marcan, fundamentalmente, las direcciones de la actividad empresarial y productiva y también las  decisiones políticas.
En lo que respecta a la cultura soy pesimista. Primero, porque en España, por ejemplo, el 40% de las personas no leen libros. Es un dato estremecedor y que indica que no existe el interés que había hace décadas hacia la cultura libresca.
Están cerrando librerías, si están especializadas en libros de Ciencias Humanas y, en ocasiones, aunque no lo estén. La cultura de la imagen o de lo visual es lo que predomina sobre todo en las generaciones más jóvenes, pero también en los adultos y los mayores.
Estamos asistiendo a una transformación de modelo de sociedad. Y no todo tiene que ser rápido o veloz. Lo virtual no debe sustituir a lo real o presencial pero puede complementarlo.
En cambio, asistimos a la infravaloración de la alta cultura que todavía sigue siendo disfrutada por minorías en todo el mundo que la saben apreciar.
Las vivencias de la realidad ya son cada vez más diferentes a las de hace decenios. La omnipresencia de los móviles inteligentes ha cambiado las costumbres de una manera  considerable. Estamos en otro mundo.
Pero las ventajas de la revolución digital pueden ser empleadas en mejorar el mundo laboral, social y también la calidad de vida de todos los ciudadanos. Poner  un mínimo de orden en el inmenso caos del mundo  es una de las claves.


FORO DE DAVOS Y GLOBALIZACIÓN

jueves, 17 de enero de 2019

TEORÍA DE LA SUPOSICIÓN DE OCKHAM




Guillermo de Ockham elaboró una sutil filosofía del lenguaje. Ciertamente, la labor teológica y filosófica de este  sabio franciscano y profesor universitario fue enorme y se muestra en sus obras.
Rechaza la teoría aristotélica de la sustancia por considerarla inconsistente con su nominalismo y con el valor de la experiencia o de lo empírico. Aplicando su planteamiento crítico respecto a las entidades innecesarias está convencido de que se debe negar la teoría de la potencia y el acto de Aristóteles. Afirma que el ser y la cosa coinciden y por tanto no hace falta multiplicar las mediaciones conceptuales para conocer la realidad.
En la Suma Lógica y en otros escritos Ockham desarrolla admirablemente una teoría de las consecuencias  con una clara influencia de la lógica estoica  y establece que el silogismo es, en realidad, una clase particular o específica de tales consecuencias. De hecho, se puede constatar que su lógica anticipa bastantes teoremas del moderno cálculo proposicional.
La  navaja de Ockham opera ya que considera que el sujeto y el predicado están en lugar del mismo objeto existente. En este sentido parece claro que los excesos de la jerga escolástica no son compatibles con su planteamiento empirista y realista.
No en vano afirma Alfonso Flórez autor del extraordinario libro titulado La filosofía del lenguaje de Ockham publicado en la Editorial Comares que «La consideración del lenguaje ocupa en Ockham un lugar especial…». Se entiende que escriba el lógico inglés que «No toda oración es enunciativa sino sólo aquella que es verdadera o falsa». En relación  con la forma de entender la lógica por el pensador franciscano cabe decir que la considera como el estudio de los términos y condiciones de verdad de las proposiciones y razonamientos.
El nominalismo de Ockham se extiende, como es natural, a su gnoseología o teoría del conocimiento. Su lógica parte de planteamientos nominalistas. En su filosofía la propiedad básica de los términos es la suposición. Es, en realidad, la dimensión de significación o semántica  de los términos en las oraciones o proposiciones y presupone la referencia de los vocablos a objetos diversos.
Como también señala Abbagnano «Los objetos a los cuales se refiere  la suppositio tienen que tener un modo de existencia determinado: o como realidades empíricas (cosas o personas)  o como conceptos  mentales o como signos escritos».
Para Ockham la suposición personal es cuando los vocablos o los términos están en lugar de las cosas.  En cambio en la suposición simple el término está en representación del concepto, pero con un segundo significado indirecto, por ejemplo, al decir hombre es una especie». La suposición material es la plasmación de la significación como signo verbal o escrito. Respecto al concepto o término mental escribe Ockham en su tratado Suma Lógica: «Pero aquello existente en el alma que es signo de  una cosa, y de lo que se compone  la proposición mental, tal como la proposición vocal se compone de palabras, a veces se llama intención del alma, a veces concepto del alma, a veces pasión del alma, a veces semejanza de la cosa, y Boecio en el Comentario a Sobre la interpretación lo llama intelecto».
Ockham suprime el valor ontológico de los universales. En esto como en otras cuestiones es un precursor. También separa de manera más clara y rotunda la filosofía de la teología. Utiliza un criterio de demostración  que se fundamenta en la deducción lógica.
Da una extraordinaria significación e importancia  a los hechos y a lo singular o particular en su epistemología y en sus planteamientos filosóficos. Se le ha considerado un empirista radical. Porque reitera que el conocimiento intuitivo o directo de las cosas concretas es lo realmente válido.
También es preciso valorar sus obras teológicas y su filosofía política que parten de la realidad, pero que analizan cuestiones referidas a la voluntad divina  y a otros aspectos muy sutiles relacionados con lo divino.
Según su teología no hay nada físicamente imposible para Dios, porque es omnipotente. No estaba de acuerdo con la doctrina de la iluminación de San Agustín y tampoco con la teoría de la abstracción de Santo Tomás de Aquino.
Es evidente que Ockham ejerció una gran influencia en el pensamiento medieval y también en el comienzo del Renacimiento. Nació en 1285 cerca de Londres y su muerte se produjo  en el año 1349 en Alemania  a causa de la peste negra.



TEORÍA DE LA SUPOSICIÓN DE OCKHAM

martes, 15 de enero de 2019

EL MUNDO FELIZ



El libro El mundo feliz de Luisgé Martín plantea en sus páginas un enfoque virtual de la realidad humana. Por supuesto, la obra aporta análisis muy profundos y sugerentes sobre la revolución de las formas de vida y las costumbres.
Expresa el autor con un bello estilo una apología de la vida falsa, como señala el subtítulo del libro y la argumenta de un modo racional aunque discutible. En todo caso, lo que pone de manifiesto a lo largo de las 161 páginas de su ensayo es la fragilidad de la existencia y la  aparente falta de sentido de  la misma, desde su perspectiva metafísica o filosófica.
Llega a decir: «Como si el sentido de la vida existiera realmente». Desde su consideración de que la vida real es un acto ridículo se sobreentiende lo que se deduce. No puede ser otra cosa que la irracionalidad y el absurdo. Me parece un planteamiento demasiado radical.
Es cierto que el azar interviene de un modo decisivo en muchos aspectos y en numerosas situaciones de la realidad humana, pero eso no quiere decir que no se pueda encontrar sentido  y un cierto nivel de racionalidad en los esfuerzos  y en las realizaciones de las personas.
Las grandes preguntas sobre el dolor humano no han sido resueltas. Y es verdad que se puede pensar con Camus que una dicha o felicidad eterna no compensa un instante de dolor o de gran sufrimiento humano.
El pesimismo de Martín respecto a la vida humana, a mi juicio, es evidente y se entiende. La brevedad de la vida con sus goces y alegrías aparentemente no es suficiente para neutralizar las adversidades. Considero que es una interpretación de la realidad demasiado psicologista y reduccionista. No se debe focalizar la atención en lo negativo de forma excesiva.
Se debe analizar la realidad humana desde una perspectiva más amplia.Y si se hace así, se proyecta todo en un conjunto de situaciones  claramente positivas y satisfactorias.
Aunque también reconoce el autor que la intensidad es preferible a la mediocridad. En efecto, al llegar a la vida lo mejor es vivirla con todo lo que implica, pero aceptando que existe goce y sufrimiento y suelen estar combinados en los diferentes momentos de lo humano en el mundo material.
Es cierto que lo intenso es mejor recordado. No importa tanto si fue una intensidad absolutamente gozosa o fue sufrimiento sentido con profundidad. El poso que queda en los recuerdos puede ser maravilloso. Es la magia o lo contradictorio de los sentimientos que pueden ser tristes y recordarse como alegres y viceversa con el paso del tiempo y dependiendo de la interpretación que le demos a cada vivencia o recuerdo. Algo que también depende, en parte, del estado de ánimo de cada persona en un momento determinado.
Se puede pensar que los caminos vitales no conducen a ninguna parte como viene a decir Luisgé Martín.Una transformación vital profunda parece que no es posible con los inventos y la cultura. Aunque  desde mi análisis estoy convencido de que los cambios sustanciales de las personas suceden o se producen, fundamentalmente, por el transcurso de los días. Nuestra mente o cerebro va cambiando por la información y el conocimiento que nos inunda y bombardea cada jornada y esto es algo indudable.
Martín cita el libro de Cioran  titulado Del inconveniente de haber nacido y está de acuerdo con sus tesis fundamentales al plantear que es una crueldad traer a seres humanos a la vida, ya que llegan a un mundo cruel en el que están condenados a una muerte que llegará inexorablemente y en soledad. Considero que es una interpretación demasiado radical y excesiva de lo que son los seres humanos y de los siglos de progreso y avance social hasta llegar al siglo XXI.
Parece factible que en unas décadas desaparezcan los Estados o las naciones y se llegue a una humanidad sin fronteras, con unas condiciones de vida muy diferentes a las existentes actualmente por la tecnologización creciente del mundo.
El autor se muestra partidario del transhumanismo o de la unión del hombre con la máquina para ser  realmente felices. Las investigaciones y predicciones de  Raymond Kurzweil son  apasionantes y nos dicen que a mediados de siglo se podrá disponer de una copia de nuestra mente en un ordenador o en la nube virtual. De hecho, ya existe una red Eter9  que está activa ya y sirve para que lo que suba cada individuo funcione a su muerte como un avatar que seguirá produciendo contenidos siguiendo la pauta y los modos expresivos que ejercía cada sujeto en su vida física. Las máquinas y la robotización, según Luisgé Martín, nos salvarán de una vida  desgraciada  y nos proporcionarán tiempo de ocio sin trabajo en el futuro o sea la felicidad o Matrix.

EL MUNDO FELIZ

miércoles, 9 de enero de 2019

SCHRÖDINGER

SCHRÖDINGER




Fue un gran físico y creó la mecánica cuántica. Ya desde adolescente destacó por su brillantez intelectual y por su amor a la investigación y al saber. Se interesaba también por el latín y el griego y, en general, por la cultura clásica o las humanidades.
La filosofía griega le atraía de forma especial. No en vano en su primer año de Bachillerato escribió por placer un cuaderno con las ideas principales y más interesantes para él desde Tales hasta Platón  y de unas treinta páginas. Curiosamente, en su época de bachiller quería ser poeta. Y siempre reconoció  que la filosofía le condujo hacia la Física y la Matemática. Sus inquietudes e intereses siempre fueron muy amplios. Entendía la unión de  ciencia y  filosofía.
Su formación como físico y matemático fue muy profunda y amplia. Destacaba que le habían influido especialmente en su juventud los conocimientos y las investigaciones físicas de Boltzmann, aunque también se entusiasmó con las aportaciones de Planck y Einstein.
Escribe Schrodinger que «Es muy posible que las leyes de la naturaleza sin excepción tengan un carácter estadístico. Postular una ley absoluta de la naturaleza, como en general se da hoy por sentado, va más allá de los límites de la experiencia». Según su planteamiento el determinismo estricto no regula del todo las leyes microscópicas.
En el otoño de 1925 escribió un breve ensayo sobre sus ideas filosóficas. En 1960 añadió cinco apartados más a los ya escritos y se publicó con el nombre de Mi concepción del mundo. Es un claro ejemplo de su gran interés por las cuestiones metafísicas o filosóficas.
La paradoja del experimento imaginario del gato de Schrödinger es muy conocida y es una manera de dejar constancia de las complejidades interpretativas de la dualidad onda y partícula. La luz está formada por partículas y ondas a la vez. Con una partícula radiactiva con una probabilidad del 50% de desintegrarse el veneno se liberará y el gato morirá.
En la clásica descripción del sistema el gato está vivo o muerto antes de que se abra la caja, en la mecánica cuántica hasta que no interviene el observador el gato está en una superposición de estados posibles. Está vivo y muerto al mismo tiempo, pero esto desde la lógica no es posible. Sigue habiendo numerosas interpretaciones especulativas sobre esta cuestión y continúa siendo discutido, ya que es una especie de incógnita.
En el año 1926 la actividad de Schrödinger fue asombrosa. Es su año admirable. Publicó diez artículos, dos capítulos de revisión en sendas enciclopedias y un par de reseñas científicas que le valieron el reconocimiento internacional de la comunidad científica, especialmente de los físicos, como es lógico.
El  espectacular desarrollo de la mecánica ondulatoria  en un corto espacio de tiempo fue obra de Schrödinger. Se le concedió el Premio Nobel de Física de 1933. Recorrió varios países  a lo largo de su vida  y fue profesor en prestigiosas universidades hasta su jubilación.
En Santander  Schrödinger dio seis conferencias sobre La nueva mecánica ondulatoria que fueron transcritas y publicadas por el filósofo español Xavier Zubiri y también en 1934 impartió una conferencia en Santiago de Compostela concretamente el 6 de agosto.
Ya en Alemania Zubiri se había hecho amigo de Erwin Schrödinger. Ambos compartían conocimientos acerca de filosofía y física. Las conversaciones con Zubiri fueron muy provechosas para el genio de la física. A su vez los conocimientos e ideas que transmitió  Schrödinger al filósofo español aumentaron su formación en el campo de la física. También Einstein fue amigo de Zubiri y conversaron sobre temas científicos y filosóficos.
Ya al acercarse a la treintena Schrödinger pensó en  dedicarse a la filosofía y, aunque las circunstancias se lo impidieron, durante su vida siempre sintió pasión por las cuestiones filosóficas. Como dato curioso es interesante saber que le gustaba escribir para sí mismo.
Le atraía especialmente España y lo español y no sorprende que aprendiera castellano y lo podía leer y escribir con facilidad. En sus escritos aparecen comentarios sobre la filosofía de Unamuno y Ortega. Y también utiliza citas de autores como Calderón y otros.
Como se puede observar la filosofía de la ciencia y la historia de la ciencia son partes que conforman el campo de lo filosófico en su más estricto sentido y significado. Y también existe y se cultiva la denominada filosofía de la cultura. La  metafísica analiza toda la realidad.


jueves, 3 de enero de 2019

HOOKE

VÍDEO DE AGRADECIMIENTO

VUELOS BARATOS

HOOKE




Robert Hooke es un gran científico inglés del siglo XVII y principios del XVIII. Nació en 1635 y dejó este mundo en el año 1703. Polemizó sobre numerosas cuestiones de la física y de la ciencia en general y fue un genio creativo de primer nivel. Su curiosidad fue inmensa.
Su actividad también fue frenética en una considerable parte de su existencia. Su libro Micrografía es una de las grandes obras de la ciencia del siglo XVII, sin ninguna duda.
Es cierto que le perjudicó la polémica y enfrentamiento con Newton en gran medida causada por la negativa actitud de este hacia Hooke y que no estaba justificada. Hooke residió e investigó en el Gresham College en Londres desde 1665 hasta su muerte en  1703.
Su habilidad para la experimentación le valió el nombramiento de responsable de experimentos en la Royal Society,  que es una de las primeras sociedades científicas de la época y de las que han poseído mayor prestigio por los grandes científicos que reunió.
La realización de experimentos con aire comprimido, bolas de vidrio que explotan, observaciones microscópicas y las pruebas de la potencia explosiva de la pólvora captaron la atención y provocaron una gran curiosidad en las reuniones semanales en las que se entretenían los científicos que  contemplaban los ensayos o pruebas experimentales de Hooke.
Con la Royal Society surgió también la primera revista científica que se tituló Philosophical Transactions. El nombre de la publicación es revelador ya que indica que se trataban cuestiones de filosofía natural que equivale a física y ciencias naturales incluyendo también la matemática.
Hooke quiso dedicar sus esfuerzos prioritariamente en la década de 1660 y posteriormente a diversas tareas científicas. Elaboró una lista en la que exponía a que deseaba dedicar su atención: magnetismo, investigación sobre la pólvora, observación de los cielos, mejoras en la navegación, relojes mecánicos de resorte, óptica, máquinas para el comercio y el transporte, indagaciones sobre las formas y cualidades de los cuerpos, etcétera.
En realidad, le interesaban todo tipo de conocimientos, especialmente los científicos. El resultado de sus investigaciones y descubrimientos es asombroso, porque es evidente que contribuyó con inventos y aportaciones teóricas en muy diversos campos del conocimiento especialmente en los citados anteriormente.
Fiel a la influencia del pensamiento espiritualista de la época en la que vivió escribe Hooke al maravillarse por la belleza del mundo animal  «¿Puede haber alguien tan estúpido que crea que todas estas cosas son el producto del azar?». Se podría contestar desde los conocimientos de las ciencias del siglo XXI que, con lo que se sabe de la naturaleza y del universo esto es realmente posible, ya que el azar interviene de modo muy considerable en los fenómenos naturales.
Hooke investigó también, entre otras muchas cosas, acerca del movimiento vibratorio y fue capaz de pensar en el modo de contar el número de vibraciones del ala de una mosca o de una abeja comparando el sonido de la misma con el de una cuerda musical. Es una muestra más de su ingenio y de su habilidad para las mediciones y para las cuestiones técnicas y tecnológicas. En la mejora de la precisión de los relojes logró avances increíbles.
En relación con la teoría de la generación espontánea no estaba de acuerdo con la misma, ya que consideraba realmente factible que algunas formas de vida se desarrollaran desde la materia en estado de descomposición.
Como muestra de su interés por conocer la vida animal en su complejidad pueden servir estas palabras de Robert Hooke en su observación de los piojos, ya que describe como uno le chupa la sangre: «que aunque ya no le cabía más, con todo proseguía chupando más rápidamente que nunca, así como vaciándose con la misma rapidez por detrás. La digestión de esta criatura ha de ser muy veloz, pues aunque veía que la sangre que chupaba era más espesa y negra, cuando estaba en las tripas era de un color rubí muy bonito, apareciendo blanca aquella parte que se digería en las venas». Todo un ejemplo de la minuciosidad y precisión de sus observaciones  y de los análisis que realizaba.
Hooke era un filósofo natural o físico y científico que también se interesó por la elasticidad de los materiales, ya que desarrolló ventanas de guillotina y aplicó sus extraordinarios conocimientos científicos con la finalidad de mejorar considerablemente las técnicas de construcción. También fue inspector urbanístico.


martes, 1 de enero de 2019

KANT Y LO TRASCENDENTAL

BERKELEY

PENSIONES Y ECONOMÍA SUMERGIDA

INDIGNACIÓN SOCIAL ENORME

RESPONSABILIDAD POLÍTICA

EXPRESIÓN ESCRITA

PARA QUÉ SE CREA

REFLEXIONES SOBRE EL AÑO NUEVO

LAS POSIBILIDADES DE LA ERA DIGITAL

PROBLEMAS POLÍTICOS EN EL 2019