Este
filósofo que vivió a caballo de los siglos XVII y XVIII, escribió, entre otras
obras, Los Fundamentos de derecho natural y de gentes, publicada en 1705. Su
trayectoria intelectual se puede calificar de ilustrada.
Defendió
la libertad de pensamiento que expresó en sus escritos, y en su enseñanza
universitaria en la Alemania de su tiempo. Frente a la intelectualidad germana
subordinada a los límites establecidos por el poder constituido, se mostró
crítico y con libertad de raciocinio, respecto a lo que consideraba actitudes propias del despotismo ilustrado,
etc.
También
fundó la primera revista cultural alemana, lo que da idea de su capacidad para
impulsar el conocimiento, y su difusión general. Fue profesor en Leipzig,
ciudad en la que nació. Pero la intolerancia existente hizo que los poderosos
lo expulsaran de su ciudad natal.
Aunque
siguió el camino iniciado por Pufendorf desarrolló un pensamiento
iusnaturalista propio y original. Thomasius no estaba de acuerdo con ciertos
planteamientos de la Iglesia luterana. También polemizó con algunos jesuitas
por sus tesis acerca del derecho natural. Aunque apreció la obra de Gracián.
Además en su biblioteca particular
figuran obras de Cervantes, Miguel de Molinos, etc. Lo que demuestra su interés
por la cultura, y por la filosofía y teología españolas.
En
Prusia, en la nueva Universidad de Halle, Christian Thomasius desarrolló su
labor docente, y fue un pensador
relevante en el centro de la Ilustración alemana del norte de Alemania. Su
constante actitud crítica promovió las reformas del derecho del Antiguo
Régimen. Lo que pretendía es que, por ejemplo, se prohibiera la confesión
mediante torturas, y los procesos de brujas, etc. Thomasius menciona al huma
nista Juan Luis Vives en relación con la
eliminación de la tortura de las leyes procesales penales.
En
este sentido, los principios del derecho natural se oponen, radicalmente, a
estos excesos que son injustos, y no respetan la dignidad humana, y el derecho
al honor de las personas.
De
las obras de Thomasius se deduce que para este filósofo era necesaria la
existencia de estados éticos, basados en la racionalidad del derecho natural.
Algo parecido a un hegeliano estado ético.
La
vena educadora de este profesor universitario se expresó en la ciencia y los
conocimientos que impartió, y también se manifestó en su intento de formar el
carácter de sus alumnos. Respecto a sus lectores, quería proporcionar
argumentos con una dialéctica brillante, persuasiva y agradable.
Thomasius
tuvo en cuenta la duda cartesiana, ya que sirve para destruir los prejuicios,
pero consideraba que existían principios evidentes en el ámbito del derecho
y de la filosofía. Por tanto, a su
juicio, era innecesario seguir la duda metódica, como punto de inicio, según la
metodología de Descartes.
Su
talante crítico se mostró en desacuerdo con la filosofía de Leibniz y Spinoza.
De todos modos, conocía la filosofía antigua, la Lógica de Port-Royal, el
ramismo, etc. Era un gran erudito, y mostró una actitud ecléctica ante la
diversidad de doctrinas y teorías. Lo que me parece juicioso y coherente.
Parte
de la premisa de que el hombre ha sido creado por la divinidad como animal
racional. El mismo Aristóteles insiste en la racionalidad que los seres humanos
muestran con la capacidad de hablar y pensar. Y la libertad va unida a la capacidad racional desde la
interpretación de las ideas de Thomasius.
Por
tanto, las cuatro normas o deberes fundamentales que están basados en la ley
natural según este filósofo son: primero evitar la soberbia, segundo no dañar a
otros, y resarcir o reparar el daño causado, y tercero promover cuanto sea
posible lo que es útil a los demás. Respecto a la cuarta norma, considero que
no es tan esencial, ya que se refiere al mantenimiento de la palabra dada,
porque está sujeta a distintas condiciones y supuestos en el ámbito moral y
legal.
Pero
la clave de estas normas o principios de derecho natural, a mi juicio, radica
en la utilidad de las mismas para la vida social e individual.
Por
tanto, Thomasius sigue con la tradición iusnaturalista de Grocio y Pufendorf, y
afirma la necesidad de la existencia de un derecho positivo, superando o
sobrepasando el sentido hobbesiano del
estado. Puesto que el derecho natural que afirma tiene en cuenta, muchos más
aspectos relativos a la experiencia humana, desde la perspectiva de un
consciente pesimismo realista.
Aunque
considera realizable el progreso de la sociedad, y lo impulsa, decididamente, con su actividad filosófica.Pienso
que se puede establecer, de modo general, que la ley natural es el fundamento
de la ley positiva. Y que la fuerza
vinculante es coactiva para obligar a su cumplimiento. Thomasius escribe que el
necio solo obedece coactivamente.
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