lunes, 26 de marzo de 2018

ESCUELA DE FRANKFURT




Son un grupo de investigadores  que consideran las teorías de Hegel, Marx y Freud y que también son representantes de la denominada teoría crítica. Analizan las condiciones sociales e históricas de la realidad y plantean la necesidad de un cambio transformador. El libro de Max Horkheimer del año 1937 titulado Teoría tradicional y teoría crítica es la que sirve de texto fundacional de la teoría crítica.
No fue una escuela lineal y única. Era una teoría social y política de izquierdas, pero que no se aliniaba con la ortodoxia marxista de la URSS. Se buscaba una renovación crítica del marxismo. Habermas pertenece a la segunda generación de la Escuela de Frankfurt.
Es, sin duda alguna,  uno de los centros de investigación y de irradiación del pensamiento  más  influyentes del siglo veinte. Ha hecho de la filosofía política y de la razón sus temas fundamentales de reflexión. Desarrolló la crítica de la razón.
Marcuse 1898-1979 fue discípulo de Adorno y logró la celebridad por el movimiento estudiantil de 1968, que lo proclamó su guía, desarrollando las consecuencias de la dialéctica negativa para la crítica de la sociedad industrial avanzada.
Con Habermas nacido en 1929, último heredero de la Escuela de Frankfurt, ayudante primero de Adorno y luego de Gadamer, la dialéctica negativa se mezcla con la hermenéutica deudora de Nietzsche y Heidegger, para cumplir el destino trágico de la razón  y dar origen a la teoría  de la acción comunicativa y a una versión procedimentalista del derecho basada en una interpretación kantiana de la filosofía de Hegel que Habermas reconoce  le provoca miedo y le parece inalcanzable.
Los miembros de la Escuela de Frankfurt proceden del ámbito de la filosofía. Sus planteamientos críticos son elaborados desde una perspectiva social y política en contra de la injusticia y la irracionalidad existente en la sociedad del siglo XX. Pero sus análisis se pueden aplicar también al siglo XXI y estoy seguro de que con más intensidad y razón.
El Big Data y el control de los datos de todos los internautas es una realidad ya y es algo que da que pensar, porque, por ejemplo, en China el gobierno utiliza un procedimiento o una aplicación electrónica en Internet para controlar las navegaciones de los chinos y dar el visado o no en función de los datos acumulados y registrados. Es algo claramente injusto y que invade la privacidad.
La Teoría crítica propuesta por la Escuela de Frankfurt se fundamenta en  la negatividad, ya que no es posible una total conceptualización de la realidad. Algo que es afirmado por Adorno. Según estos pensadores no se puede construir una utopía positiva. Lo que es factible es decir lo que no queremos para el futuro o, lo que es lo mismo, se puede describir una utopía negativa.
La Teoría crítica considera que la realidad social contemporánea  es irracional, injusta y opresora en gran medida. De lo que se trata es de logar una sociedad más racional y humana.
En este sentido, es evidente que los planteamientos de Habermas que ataca el neopositivismo y el decisionismo de Albert discípulo de Popper se centra en el deseo de hacer ver que es posible una racionalidad de los fines y también que debe afirmarse el carácter normativo  de la ciencia social.
Lo que reafirma la necesidad de una racionalidad científica y social mucho más amplia que la establecida por el positivismo. En realidad, el problema fundamental es tener clara la forma de racionalizar la sociedad para que sea más justa y solidaria. Habermas con su teoría de la acción comunicativa quiere dar razón, según sus propias palabras, de los fundamentos normativos  de una teoría crítica de la sociedad y lo consigue. Otra cuestión es llevarlos a la práctica  y a la sociedad. Lo que no significa que no sea algo posible y factible en el ámbito político y social.



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