Parece claro que el uso excesivo del
wasap causa problemas. La mensajería instantánea es una herramienta poderosa
que y es un medio para comunicarse que proporciona enormes ventajas. Hace unas
décadas al no existir este tipo de aplicaciones la intercomunicación era menos
intensa y variada. Había menos sistemas para poder comunicarse a distancia.
Ahora bien, el uso racional del wasap es algo que estimo que habría que tener
en cuenta. Están saliendo a la luz caso de adicción al wasap y esto es algo
preocupante. Entre los jóvenes y también en los adultos se observa a través de
las noticias que salen a la palestra un cierto número de casos de uso
desproporcionado de las aplicaciones de mensajería a través del móvil.
En muchas situaciones es precisa la
terapia para que las personas afectadas por la adicción al wasap cambien su
conducta y desarrollen una vida normal sin ser víctimas de la obsesión por
estar mandando y recibiendo miles de mensajes cada día. Porque parece razonable
pensar que la vida no se basa exclusivamente en estar sin parar tecleando
mensajes en el móvil casi las 24 horas de cada día.
Los especialistas hablan de este tipo
de adicciones y las comparan con el consumo de una sustancia. Y es preciso
diferenciar ente uso, abuso y dependencia. El wasap se puede utilizar de forma
racional sin pretender controlar a los demás con su uso, ya que, si se quiere
ejercer una vigilancia sobre otras personas se pueden producir, como es lógico,
múltiples problemas y conflictos. Está claro que hay un derecho a la privacidad
y la intimidad personal. Lo presencial es vital en la comunicación entre
personas y parece aumentar la tendencia a estar en relación a través de la
comunicación telemática. Los gestos, la expresión facial y corporal, el tono de
voz, etc., son aspectos cruciales y determinantes en las comunicaciones
humanas. Lo que se dice también es importante, pero las formas de hablar y de
expresarse también lo son.
No hace falta pensar mucho para saber que no es aconsejable
discutir a través del wasap, por razones obvias. Y también es evidente que en
determinadas horas conviene o es mejor no estar pendiente de los mensajes.
Aunque esto como es natural depende del carácter de cada persona y de su manera
de entender la vida y su realidad. Y es
evidente que la libertad de cada uno es incuestionable en relación con el uso
del móvil y de sus aplicaciones.
Considero que la planificación de los
tiempos durante el día es esencial para que se puedan evitar las adicciones
al wasap y también el abuso en la
utilización de los móviles. Y la mensajería instantánea es un peligro a la hora
de estudiar para los jóvenes. Lo dicen los expertos en estas cuestiones. Porque
puede bajar mucho el nivel de concentración y atención en el estudio o en
cualquier actividad intelectual.
Las nuevas tecnologías son
herramientas de comunicación muy útiles, si son bien usadas. La racionalidad y
el sentido común deben orientar su utilización.
En el caso de menores los padres
pueden acceder a varias aplicaciones que
controlan el tiempo y horas de uso de móviles y tabletas de niños y
adolescentes y lo considero
perfectamente razonable.
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