Con las decisiones que
está tomando el Gobierno central se
deduce claramente que se está considerando y dando más valor a la economía que
a la salud. Es un gravísimo error. Y es una falta de responsabilidad en
relación con el derecho a la atención sanitaria de todos los ciudadanos. La técnica del ensayo y error
no debe ser la propia del campo de la atención hospitalaria ni tampoco de la
gestión de la misma.
Es necesario que
pongan en marcha medidas de restricción de la movilidad que sean completas y no
parciales o a medias, ya que es la única forma de hacer que baje
considerablemente el excesivo número de personas que se contagian por
coronavirus.
La medida más
efectiva, sin ninguna duda, es el confinamiento domiciliario, según dicen los
expertos. Con las medidas de restricción que impone el Gobierno del Principado
de Asturias creo que no se va a conseguir una gran reducción en la cifra de
contagios, porque no se aplica todavía el confinamiento en casa.
A mi juicio, se está
perdiendo un tiempo precioso y se está dejando avanzar al Covid-19. En las
últimas 24 horas Asturias ha registrado
18 fallecidos y 245 nuevos casos con una población de aproximadamente un
millón de habitantes. El esperar ha dicho el exdirector de emergencias de la
OMS Daniel López Acuña tiene un coste en
vidas. Es cierto, sin duda.
Con el coronavirus no
valen las actitudes especulativas y se
deben tomar, de manera inmediata, medidas de control de la movilidad muy duras.
El Gobierno español no se preparó
durante el verano ante la previsión de que iba a haber una segunda ola de la pandemia muy
fuerte en el otoño. Y las consecuencias
las estamos sufriendo ahora.
Es urgente que se
contrate más personal sanitario y que haya más hospitales de campaña o más
instalaciones sanitarias de calidad. El sistema de salud está prácticamente
colapsado y este mes de noviembre y los siguientes serán muy duros. Y es
evidente que todos los ciudadanos tienen derecho a una atención médica
adecuada.
Francia ha puesto en
vigor un confinamiento mucho más duro y que durará hasta el 1 de diciembre.
Este pasado fin de semana ha dejado en nuestro país 55.000 contagios y 379
fallecidos. No hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta de la situación
crítica que está atravesando nuestra
nación.
El 9 de noviembre el
Gobierno de Pedro Sánchez valorará el nivel de aumento de los contagios para,
tal vez, autorizar a varias Comunidades Autónomas el confinamiento
domiciliario.
En Cataluña en los
datos registrados las últimas 24 horas se han contabilizado más de 6.000
contagios. Son cifras exponenciales. Y no es suficiente con decir que han
bajado algo los casos de nuevos contagios, si es que se logra con las medidas
actuales.
Pensar que se va a
salvar la campaña de Navidad es vivir de ilusiones intentando infundir falsas
esperanzas a la ciudadanía. Lo que se debería hacer es decir la verdad y no
ocultar la realidad de lo que está sucediendo. La salud no se puede supeditar a
la economía y es lo que, en mi opinión, está haciendo el Gobierno en estos
momentos.
Si se ordena el
confinamiento en casa tiene que ser completo para las actividades no esenciales
y también para toda la actividad
escolar. La enseñanza online es posible y ya se ha puesto en práctica durante
la primera ola de la pandemia con buenos resultados. Lo primero es proteger la
salud y después viene todo lo demás. No al revés.
Daniel López Acuña,
experto en cuestiones sanitarias, se ha mostrado convencido de que lo mejor es
cerrar, al menos durante 15 días toda la actividad no esencial y también toda
la enseñanza presencial para cerrar un boquete abierto en el dique de
contención, por medio del confinamiento domiciliario.
Ya que, por ejemplo,
los asintomáticos son foco de contagios y los hay en todas las edades y
también las conductas de riesgo que están a la orden del día en diversos
espacios de convivencia.
La vida social no se
desarrolla en compartimentos estancos y las relaciones interpersonales o
sociales son difíciles de controlar. El comportamiento incívico e irresponsable
existe en relación con gente que no se
pone la mascarilla o se la pone mal y
con la que hace fiestas ilegales en sus domicilios y botellones en todo el territorio
español. También con los que no respetan la distancia de seguridad y tiene como
consecuencia que se siga acelerando la expansión del coronavirus.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario