Publico artículos sobre cuestiones filosóficas y también sobre temas de interés general. Soy profesor de Filosofía, escritor y filósofo. Invito a los que lo deseen a visitar mi canal de Youtube: https://www.youtube.com/channel/UCcUgQXHBUIwjdluJYOHEpEA Libros de los que soy autor: Ensayos filosóficos, Esencia y transcendentalidad en el realismo de Zubiri, Diversa realidad y Perspectivas en Amazon y José Gaos y la filosofía coetánea, etcétera.
sábado, 31 de agosto de 2019
viernes, 30 de agosto de 2019
jueves, 29 de agosto de 2019
TODO CAMBIA
Los tiempos están
cambiando a un ritmo acelerado. La era digital en la que estamos instalados
supone un cambio de mentalidad en algunos aspectos. Lo que no puede significar
es que por ello se olvide la alta cultura y el arte y que una parte considerable
de la sociedad infravalore o menosprecie la producción de cultura o la
actividad de creación.Y es lo que está sucediendo.
Escritores de la talla
de Ángeles Caso, por ejemplo, ya han hablado de un desprecio de la cultura que,
indudablemente, se observa en el ambiente social.
Si bien también es
cierto que una considerable parte de la población aprecia y valora la creación
cultural. Que grandes libros tengan tiradas de 500, 1.000 o 2.000
ejemplares y, en cambio, otras obras de
mucha menos calidad sean valoradas más es realmente increíble.
Y que las editoriales
que publican libros de filosofía no se
atrevan, salvo excepciones, a poner en el mercado tiradas de más de 5.000
ejemplares es otro dato muy revelador de cómo está el nivel cultural en España. Además, novelas muy bien escritas son
despreciadas y no atraen la atención de
muchos lectores, porque no tienen la posibilidad de ser más conocidas con una
adecuada estrategia de marketing o difusión.
La gran cultura
siempre ha sido algo minoritario, pero en todo caso hay que darle el valor que
se merece. No puede quedar arrinconada como algo del pasado y que ya está
superado.
La mitad de la
población española no lee libros. Con este dato estremecedor no es extraño que
la cultura escrita esté en una especie de páramo desolador. Ahora bien, pienso
que existen motivos para el optimismo, porque las obras filosóficas y
literarias seguirán presentes en las bibliotecas públicas y particulares y también en la enseñanza media y
universitaria. El bagaje de la alta cultura no se va a perder nunca. Además, es
evidente que cada vez con los libros electrónicos el acceso a estas obras se ve
facilitado. Y también es cierto que cada día que pasa hay más libros en formato
PDF que pueden ser leídos gratuitamente en Internet.
La Biblioteca Nacional
de España en Madrid es una institución cultural de un valor extraordinario para
conservar los libros que se van publicando continuamente y funciona como un ingente depósito de la cultura y el saber
a través de los siglos.
Las obras de Platón,
Aristóteles, Descartes, Kant, Hume, Marx, Husserl, Unamuno, Bueno, Zubiri,
etcétera., seguirán leyéndose y también las de otros muchos filósofos y
literatos. Las magníficas novelas de Clarín, Dumas, Walter Scott, Dickens,
Zola, Víctor Hugo y muchas más forman parte de la cultura occidental.
La educación del gusto
es una asignatura pendiente en nuestro país.
Para que todo el mundo sepa apreciar las grandes obras de la cultura y
les dé el mérito que realmente se merecen y disfruten de las mismas.
Por supuesto, la
libertad de cada persona para elegir sus lecturas es absoluta.
No estoy diciendo que la cultura de menos calidad o de puro
entretenimiento o de simple consumo rápido haya que eliminarla. Lo que me
parece es que se está apostando en las televisiones por lo fácil. Están
sobrevalorando lo extraño, la novedad y la sorpresa y todo lo que se salga de
este esquema se considera que tiene poco valor para la mayoría de la audiencia.
Y todo esto tiene su
reflejo en la caída de los valores éticos en nuestra sociedad. No son
suficientemente puestos en práctica en muchas situaciones. Es, en parte, el
resultado negativo de una sociedad consumista y hedonista que solo piensa en
consumir de modo rápido y sin pensar mucho.
Pensar y divertirse no
es algo contradictorio. El pensamiento profundo parece que no es bien valorado
por una parte de la gente. No todo en la vida tiene que ser superficial y
ligero y esto es algo que muchas veces se olvida.
La capacidad de
argumentación parece que, en ciertos ambientes, se está perdiendo y es
conveniente formarla y reforzarla. No
vale decir, por ejemplo, que la
filosofía son fantasías y el resto de conocimientos no lo son, porque no es
cierto. La filosofía es pensamiento crítico, analítico y argumentativo. También
analiza la ciencia y sus procedimientos junto con otras tareas que realiza. La ética, la bioética y otras
ramas de la filosofía se aplican a la realidad humana buscando el bienestar
individual y colectivo.
miércoles, 28 de agosto de 2019
martes, 27 de agosto de 2019
lunes, 26 de agosto de 2019
KANT, HEGEL,SCHELER
La labor profesoral de
Ortega y Gasset se expresa también en los estudios de diversos filósofos que están recogidos en
sus obras.
A su muerte dejó una
biblioteca personal de 20.000 libros lo que da una idea precisa de la amplitud
de sus lecturas y de su intelecto. El raciovitalismo es la filosofía de Ortega
y con ella quiere impulsar la combinación entre razón y vida y alejarse de un conocimiento encerrado en
especulaciones muy abstractas.
Lo abstracción también
es necesaria pero vinculándola a la propia realidad vital. En este sentido,
buscó un cierto equilibrio que evitase los excesos del idealismo y del
vitalismo. Reconoce claramente su deuda con la filosofía kantiana, pero
construyó su propia filosofía.
Escribe Ortega que «Merced al genio de Kant se ve en su filosofía funcionar la
vasta vida occidental de los cuatro últimos siglos, simplificada en aparato de
relojería». Esto lo escribe con
ocasión del bicentenario del nacimiento del gran filósofo alemán. No cabe duda
de que con la figura de Kant la filosofía se transformó en una especie de
ciencia del conocimiento. Frente a la Antigüedad que se centraba más en el ser,
con la modernidad la actitud general cambia.
El idealismo absoluto
de Hegel es considerado y analizado por Ortega
con un planteamiento crítico que reconoce a la vez la reflexividad y
racionalidad de las ideas hegelianas, pero también dice que el pensamiento es
inextenso. Como escribe Ortega y Gasset «El pensamiento es inextenso y el Himalaya es un monte gigante, de gran
altitud y latitud, es decir, extensísimo. Esto pone de manifiesto el gran drama
del idealismo que Hegel intenta resolver».
A juicio de Ortega la
labor de Scheler era magnífica porque reafirmó la fenomenología y las normas
para la moral pública y privada de su época. Tomando como base la ética
kantiana.
Respecto a Bergson es
indudable que, como también afirma Ortega,
ha creado un intuicionismo espiritualista que supera la psicología del
positivismo de su tiempo. Sus análisis de la conciencia son extraordinariamente
precisos y minuciosos.
Se entiende
perfectamente que el filósofo español escriba en relación con Bergson que «Su primer trabajo, su tesis doctoral Los datos inmediatos de la conciencia fue una revolución que de súbito
lo elevó a la cima del renombre entre sus colegas».
Las obras
filosóficas de Simmel, Brentano y
Husserl son objeto también de la atención del creador de la Escuela de Madrid.
Por supuesto, Ortega se interesó por la filosofía y la sociología de otros
muchos pensadores como, por ejemplo, Cohen, Natorp, etcétera.
Además, la escuela
filosófica que encabezó fue esencial para que los lectores españoles e
hispanoamericanos dispusieran de ediciones en castellano de las obras que
conforman la fenomenología de Husserl y también los grandes tratados del
idealismo alemán.
Filósofos como Xavier
Zubiri, José Gaos, Manuel García Morente, Julián Marías y otros realizaron a lo
largo de los años un extraordinario esfuerzo por difundir el conocimiento
filosófico y también crearon o elaboraron una filosofía propia.
El presente y el
futuro de la filosofía en español no se conciben tampoco sin la creación
filosófica de Unamuno, sin su existencialismo que se debate entre la razón y el
sentimiento trágico respecto a la vida y la realidad humana finita. La finitud
es una de sus preocupaciones principales. No quiere morir para siempre. Quiere
vivir sin límite temporal ninguno. Y su razón le dice que no es posible.
El mismo Ortega
muestra que la vida en su tiempo ya se está transformando a un ritmo que se
puede calificar de rápido. Y es consciente de que las formas de vida se están
transformando. Esto lo dice en los años veinte del siglo XX. Murió en el año
1955. Si viviera actualmente estaría preocupado por la deriva consumista
existente y también por la destrucción del medio ambiente de nuestro planeta,
ya que alcanza proporciones tremendas.
De todas maneras,
Xavier Zubiri que fue amigo de Ortega poseía una interpretación de la realidad
abierta a los cambios y especialmente a
las ciencias. Partiendo de los avances científicos como modos de ampliar las
capacidades humanas y divinizar las
disposiciones de los hombres. Con el fin de hacer de lo humano algo divino y
viceversa.
Los conocimientos de
las diversas ciencias son muy valiosos y los filósofos con la filosofía de la
ciencia, la bioética y otras ramas del pensamiento filosófico también
contribuyen a la prosperidad de la
humanidad.
domingo, 25 de agosto de 2019
viernes, 16 de agosto de 2019
miércoles, 14 de agosto de 2019
TEMPERAMENTOS FILOSÓFICOS
Peter Sloterdijk es un
filósofo que ha transformado la filosofía con sus análisis y reflexiones sobre
la realidad posmoderna y digital. Nació en 1947 en Karlsruhe ciudad de
Alemania. Es rector de la Escuela Superior de Información y Creación de su
ciudad natal. También catedrático de la Cultura y de Teoría de Medios de
Comunicación en la Academia Vienesa de Artes Plásticas.
Su producción
filosófica es extensa y abundante. En su libro Temperamentos filosóficos
realiza un recorrido por las actitudes filosóficas de diferentes pensadores
desde Platón a Foucault. No cabe duda de
que cada persona puede escoger la filosofía que más le convence o le interesa y
lo hace, como también decía Fichte, según
el tipo de persona que es.
La forma del mundo ha
cambiado notablemente y de esto es plenamente consciente Peter Sloterdijk.
Insiste en ello en esta obra. De todas formas, es cierto que el cambio social y
cultural es reconocido por numerosos filósofos. Por ejemplo, el filósofo Félix
Duque también manifiesta que parece que ya estamos inmersos en la época de la
imagen, pero resulta que las palabras sirven para interpretar el mundo icónico
en el que estamos viviendo. A mi juicio, la complementación entre las palabras
y las imágenes o entre la escritura y lo audiovisual es posible y necesaria en
el mundo del siglo XXI, sin ninguna duda.
En relación con la
preferencia por unos sistemas filosóficos u otros considero que está bien, pero
es pensable que una actitud ecléctica es beneficiosa para ampliar ideas y
conocimientos y especialmente para estar abiertos a nuevas formas de pensar
desde una profunda coherencia argumentativa.
Se comprende
perfectamente que Sloterdijk celebre la apasionada búsqueda del saber por
Aristóteles y que escriba «Incluso en sus enumeraciones más
áridas y sus distinciones más trabajosas, la obra intelectual aristotélica atestigua una relación original ante el saber
y la alegría».
El afán
generalista en el conocer es un
planteamiento que está en la línea de grandes filósofos ya que la crítica de la
filosofía se aplica a las ciencias, la técnica y la tecnología, así como al
resto de campos del saber. Los genios universales del renacimiento y de los
siglos XVII y XVIII supieron dar unos impulsos enormes al avance de la ciencia
y pusieron las bases de la modernidad.
Un caso muy claro es
el del filósofo Leibniz que escribió 200.000 páginas a lo largo de su vida y
que abarcó todos los conocimientos de su época. Algo que actualmente ya no es
posible, como es obvio. Sloterdijk pone
de relieve la extraordinaria actividad de Leibniz y escribe que mostró «Una actividad competente en todas las direcciones: éste es,
según Leibniz, el modo más seguro, dentro de la limitación humana, de imitar a
Dios, el omnirrelacionante y omniactivo».
Otro de los grandes
filósofos influido en su juventud por el racionalismo de Leibniz fue Kant.
Construyó una nueva y grandiosa teoría del conocimiento y combinó el empirismo
y el racionalismo desde unos planteamientos que expresan la necesidad de los
juicios y las categorías del entendimiento y también de la experiencia. En
relación con el temperamento de Kant dice Peter Sloterdijk que «La pasión de Kant es la reducción de las pasiones a unas
proporciones civiles y la supresión de
todo avasallamiento gracias a una incesante autoafirmación».
Con el idealismo el yo
se diviniza desde la perspectiva de la filosofía de Fichte. La razón
especulativa con Schelling y Hegel alcanzó un vuelo teórico prodigioso, ya que
el idealismo parte de la mente o de la conciencia como creadora de las ideas.
La fenomenología de
Husserl es una especie de idealismo aplicado a las vivencias y a las
intenciones. Sloterdijk considera que el pensamiento racionalista y
teórico de Edmund Husserl adquiere otras formas y contenidos en la teoría de
sistemas.
Indudablemente, la
esencia del ser humano es la libertad. Es lo que protegen las leyes frente a la
violencia y los abusos. Esto lo expresó filosóficamente Jean Paul Sartre en su
filosofía existencialista y fenomenológica. Y al respecto escribe Sloterdijk: «Con una agudeza que lo elevaba a una especie de conciencia
universal, sintió que lo que deshonra a
los seres humanos es ser indolentes, encerrados e idénticos a sí mismos». En efecto, en un mundo como el actual en el que rigen, al
menos en teoría, los valores éticos, la realidad es que la libertad es más
necesaria que nunca.
martes, 13 de agosto de 2019
lunes, 12 de agosto de 2019
CARNAP
Rudolf Carnap es uno
de los grandes filósofos del siglo XX. En su Autobiografía intelectual explica
el desarrollo de su vida intelectual. Nació en Alemania en 1891 y falleció en
California en 1970
Es una lectura muy
recomendable para saber muchas cuestiones relativas a su propio itinerario como
filósofo y lógico. También aparecen en este libro sus planteamientos y análisis
en relación con otros pensadores y físicos como Einstein, por ejemplo. Fue uno de los creadores de la filosofía
analítica junto con Russell y otros. Estructuró el positivismo lógico y negó la
validez de las proposiciones metafísicas desde la perspectiva de la ciencia.
Si bien, a mi juicio,
la ciencia no agota los contenidos de conocimiento y no alcanza el saber
absoluto de todo. Por tanto, la metafísica es plenamente válida para entender
la realidad tanto material como humana.
Quería que la
filosofía se aproximara más a la
ciencia. De hecho, Carnap es un filósofo y lógico de la ciencia. Fue el líder
indiscutible del Círculo de Viena. Reconoce en su Autobiografía que el análisis
y la clarificación de conceptos e ideas
mediante la discusión y el diálogo es lo más apropiado para avanzar en
el conocimiento.
Es cierto, por otra
parte, que en las décadas de los años veinte y treinta con el surgimiento de la
mecánica cuántica apareció un nuevo reto
para la filosofía. El principio de incertidumbre de Heisenberg y la paradoja del gato de Schrödinger causaron
un gran revuelo y desconcierto en la física de esos años y también en el campo
filosófico.
Ya que la dualidad
onda partícula y la superposición de estados desafiaban las tesis de la física
clásica, tal como era puesto de relieve por físicos de la talla de Einstein.
Ante esta situación caótica Carnap y el Círculo de Viena querían hacer más rigurosos los métodos de
análisis de la realidad de la ciencia de su tiempo.
Y la solución para
ellos era la combinación de la lógica matemática de Russell y Frege con el
empirismo. Ya que los sistemas de la filosofía tradicional no ofrecían una
precisión lógica tan eficiente como la lógica formal y la actitud empírica.
Carnap en el prólogo a su libro Sintaxis lógica de
la ciencia de 1934, como también dice Manuel Garrido, insiste en el gran valor
de la lógica del lenguaje para la
ciencia.
Entre los discípulos
de Carnap está el filósofo norteamericano Quine que aunque está de acuerdo con
buena parte de sus planteamientos critica su optimismo cognitivo.
En lo relativo a su
formación Rudolf Carnap se muestra ávido de conocimientos y exigente con los
profesores universitarios y sus clases. Escribe en su Autobiografía intelectual
que «Cuando un curso no me gustaba, lo abandonaba y estudiaba la
materia leyendo libros que versasen sobre ella». Estaba especialmente interesado por la filosofía de la ciencia y la teoría del conocimiento como él mismo
reconoce. Consideraba que la matemática era la reina de las ciencias o, al
menos, eso se puede interpretar de su amor desmedido a este saber. Al respecto
escribe: «Disfruté enormemente en el estudio de las matemáticas». Es cierto que en filosofía existen numerosísimas disputas
conceptuales, algo que no suele suceder en ciencias exactas.
En la última parte de
su Autobiografía Carnap expresa su esperanza de que no se llegue a producir una
guerra atómica que destruya la humanidad tal como la conocemos y propone el uso
de la racionalidad y de la organización
como palancas del bienestar individual y social. Habla de la planificación
racional ya que, según su pensamiento, es lo que realmente resolverá los
grandes problemas del mundo. Y escribe también que «Enriquecer la vida
exige que a cada individuo se le dé la posibilidad de desarrollar sus
capacidades potenciales y la oportunidad
de participar en las actividades y experiencias culturales».
Se consideraba ateo,
pero eso no le impedía, todo lo contrario, repensar los problemas de la
realidad social de su tiempo y en sus ideas se muestra a la altura del siglo
XXI, ya que habla de «encontrar vías de organización de la
sociedad que concilien la vida personal y cultural del individuo con el
desarrollo de una organización eficiente del Estado y de la economía». Creo que vería con buenos ojos la renta básica para
garantizar una vida digna a todos los ciudadanos. Sus clases universitarias las
llevaba escritas. Una muestra más de su minuciosidad, rigor y orden.
domingo, 11 de agosto de 2019
sábado, 10 de agosto de 2019
viernes, 9 de agosto de 2019
jueves, 8 de agosto de 2019
miércoles, 7 de agosto de 2019
TRAS LA FÍSICA
El libro titulado Tras
la física del profesor Víctor Gómez Pin es una exposición de numerosas
cuestiones epistemológicas, antropológicas y metafísicas que delimitan el
contenido de lo que puede abarcar la filosofía de nuestro tiempo. La crítica y
los análisis filosóficos se aplican a toda la realidad, tanto física como
humana y en todos los aspectos pensables y observables.
Gómez Pin estudió
filosofía en la Sorbona. Logró el título de Doctor con una tesis sobre el orden
aristotélico. También colaboró en la fundación del departamento de filosofía de
la Universidad del País Vasco. Además, ha sido profesor de la Universidad
Internacional de Venecia. Impartió las asignaturas de Epistemología y Filosofía
y matemáticas en la Universidad Autónoma
de Barcelona y es Catedrático Emérito de la misma. Ha logrado los premios de
Ensayo de Anagrama y Espasa. También desde 1990 es coordinador del Congreso
Internacional de Ontología bajo el patrocinio de la UNESCO.
Al igual que Gustavo
Bueno está convencido de que los filósofos deben conocer disciplinas como la
matemática, la genética, la lingüística y la física. En general, deben
interesarse por las diversas ciencias existentes. Una de las tesis principales
de Gómez Pin es que la ciencia hizo posible el nacimiento de la filosofía con
los filósofos presocráticos en la Grecia antigua hace unos dos milenios y
medio.
Como escribe Víctor
Gómez Pin: «Filosofía sería el nombre mismo de esta disposición singular
del espíritu humano que aúna la exigencia radical de lucidez que caracteriza a
la ciencia y la búsqueda de lo incondicionado, la búsqueda de aquello mismo en
lo que la ciencia se sustenta». Se puede decir que la filosofía
procede de la física o, si se quiere, de
lo fenoménico o empírico.
En definitiva, de la
fisis o de la naturaleza en la que vivimos y de la que formamos parte. Las
grandes preguntas sobre lo natural y lo artificial y sobre otra infinidad de
cuestiones ontológicas o de la realidad son la expresión de la metafísica.
La mecánica cuántica,
por ejemplo, es analizada por Gómez Pin en su libro. Ya que reconoce que el
principio de realismo queda en entredicho con la dualidad onda y partícula y
con la paradoja del gato de Schrödinger, que por cierto mostraba mucho interés
por la filosofía y que fue amigo de
Zubiri.
Einstein, en cambio,
sostenía una interpretación de la física que estaba basada en una ontología y
teoría del conocimiento clásicas frente
a las conclusiones que se derivaban directamente de la nueva mecánica
cuántica.
En filosofía pueden
surgir las dudas sobre lo que los sentidos perciben, pero también sobre lo que
la razón concibe. Aunque para Descartes la razón bien utilizada nunca nos
confunde. Estas cuestiones también son analizadas por Gómez Pin en su obra.
Reflexiona sobre la naturaleza
sustancial y la cuántica y otros numerosos aspectos relacionados directamente
con la cuestión de los principios y de las metodologías científicas.
No cabe duda de que es
fundamental el análisis crítico y la reflexión profunda acerca de las conjeturas
problemáticas y los conflictos de interpretaciones y a esto se dedica también
Gómez Pin en sus lecciones impartidas a sus alumnos durante décadas de
enseñanza.
La filosofía surgió en
Grecia hace unos 2.500 años aproximadamente y deriva, en cierto sentido, de la
observación de la naturaleza. En este sentido Gómez Pin escribe: «En suma: surgida de las costas de Jonia, tras la física, y
como reflexión a la que la propia física se ve conducida, la filosofía tiene un
segundo nacimiento en Europa, como resultado de las aporías que de nuevo
encuentra la física».
En la última parte del
libro que consta de 624 páginas de texto analiza pormenorizadamente la mecánica
cuántica y las aparentes perplejidades a las que conduce o lo que se puede
pensar que es el ser cuántico desde un enfoque filosófico. Dedica su reflexión
al formalismo matemático.
El recorrido histórico
de Víctor Gómez Pin se inicia con los presocráticos y llega hasta la
actualidad. La vinculación entre la filosofía y la ciencia es puesta de relieve
continuamente a lo largo de sus explicaciones.
El subtítulo del libro
es revelador: Arranque jónico y renacer cuántico de la Filosofía. El saber
filosófico está especializado en los análisis de paradojas y problemas
epistemológicos aparentemente irresolubles desde unos principios que son los de
la Física clásica. Wolfgang Pauli dijo que la física del siglo XX «está hecha un lío».
martes, 6 de agosto de 2019
lunes, 5 de agosto de 2019
ASTURIAS ATRAE AL TURISMO
A pesar de lo que
pueda pensarse en Asturias no llueve tanto como anuncian o dicen en la
televisión. Tampoco se sufren calores
sofocantes ni inviernos fríos. Ciertamente, disfrutamos de un clima ideal que me
atrevo a calificar de maravilloso. Si a esto se añaden numerosas playas que
salpican de espuma todo su litoral junto
con las cercanas montañas, no cabe pedir
mucho más.
Además, se pueden
visitar numerosos pueblos típicos de gran encanto, con muchas rutas que
realizar y también con todo tipo de deportes que practicar.
Uno de los pueblos más
bonitos es Luanco, villa marinera por excelencia, donde además de los diversos
festivales que tiene, hay mucho más de
lo que hacer mención, como la famosa malla luanquina que desde hace siglos la trabajan y bordan toda a mano o las famosas marañuelas que tanto atraen a todos los que las prueban.
Y si menciono esta hermosa villa que es
digna de ver es porque en los telediarios siempre mencionan a Candás, por eso de
que es de allí la ex de Bustamante, pero no hay color en la comparación. Con
todo el respeto para los que viven en Candás, ya que también es una localidad
turística.
Tineo es un concejo
asturiano muy bonito y que merece ser conocido por todos. Con aldeas
especialmente preciosas como es el caso de Vivente, por ejemplo. El encanto
bucólico de sus campos y de sus fuentes, molinos y corrientes de agua dan paz y
alegría a los que disfrutan de su naturaleza. El origen romano de Tineo, el
monasterio de Obona, el roble de San Valentín y otros lugares son excelentes muestras de su brillante
pasado.
En el oriente de
Asturias está la carismática y emblemática Covadonga que es un santuario de la
cristiandad reconocido en España y en el mundo.
Asturias ya
recibe más de 2 millones de
visitantes cada año. Y si la industria
turística está a buen nivel también es cierto que puede alcanzar mejores
resultados. La clave es la mejora de las comunicaciones terrestres y aéreas.
Más conexiones con la meseta por carretera y que el AVE llegue ya a Oviedo y
Gijón que son las dos ciudades principales que tiran de la economía asturiana
sin olvidarse de Avilés, por supuesto.
Entre el turismo y la
digitalización de las empresas se puede pensar que Asturias puede salir del
estancamiento en el que está. Porque la muy baja tasa de natalidad y el alto
nivel de paro en comparación, por ejemplo, con Madrid, País Vasco y Cataluña
son la prueba objetiva de que el desarrollo de la comunidad autónoma de
Asturias no es el que debería.
En los Cursos de la Granja de 2019 ya han dicho los
expertos que la digitalización de las empresas es fundamental para impulsar el
real despegue económico de Asturias.
Para que nuestra
región sea más conocida en el planeta se requiere promocionar y publicitar la marca
Asturias por todas partes. Y esto se logra, en parte, a través de los medios de
comunicación.
La televisión, la
radio y los periódicos no son suficientes por sí solos para difundir la marca
Asturias. Es necesario que las propias empresas tanto grandes, medianas como
pequeñas se internacionalicen y se expandan por el exterior. Es el mejor procedimiento de marketing
posible.
Los productos
asturianos de todo tipo deberían venderse
y conocerse no solo en Europa. El mercado latinoamericano está abierto
para todas las empresas y creadores compartiendo una misma lengua. Y el mercado
asiático con un crecimiento enorme también está disponible. Con planteamientos
flexibles y profundamente estudiados se pueden construir estrategias para
entrar en mercados gigantescos como el indio o el chino, por ejemplo, sin
olvidarnos de Japón, otro gigante tecnológico.
Desde la perspectiva
cultural también se puede hacer mucho más.
Las editoriales asturianas deberían arriesgarse a publicar más libros.
Pueden ser de temática relacionada con Asturias, pero también de asuntos
universales que interesan, de forma general, a todos.
Que actores de la
talla de Mel Gibson se interesen por nuestra tierra es algo muy positivo. Y
que, tal vez, quiera hacer una película sobre la figura de Pelayo es otra buena
noticia para dar más a conocer la belleza del Principado y de su grandiosa
historia. Los Premios Princesa de Asturias son otro de los grandes activos de
nuestra región puesto que la proyectan
internacionalmente. Asturias no debe estar aislada.
domingo, 4 de agosto de 2019
sábado, 3 de agosto de 2019
viernes, 2 de agosto de 2019
jueves, 1 de agosto de 2019
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