La expresión hablada
es muy importante actualmente. También lo ha sido en el pasado a través de los
milenios. Desde la niñez y la adolescencia la capacidad de hablar es
indispensable para la socialización y el aprendizaje.
Quizás una de las tareas
que requieren más esfuerzo y dedicación por parte de los docentes es
precisamente el refuerzo, desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje
hablado de una parte de los estudiantes.
No cabe duda de que la lectura y la escritura también son esenciales para
hablar bien, pero conviene tener presentes una serie de técnicas o
procedimientos que mejoran la forma de hablar.
A la hora de realizar
una exposición de un tema o de realizar un debate o plantear preguntas es
primordial que el tono de voz se oiga bien. La pronunciación también es
fundamental, ya que si no es clara no se oyen bien algunas palabras y eso mismo
empobrece el discurso y no es agradable para los que escuchan. Proyectar bien
la voz hacia los demás es lo exigible para que todos se enteren perfectamente
de lo que se está diciendo.
No es necesario que
cada persona se maneje con su voz como un locutor de radio profesional, pero si
es deseable que cualquier persona que hable
lo haga de un modo que sea fácil de seguir. Hablar demasiado lento o excesivamente
rápido tampoco es lo apropiado para que los demás se enteren realmente de lo
que se está diciendo.
Al hablar en público
con micrófono o sin él lo más recomendable es hacerlo con naturalidad, ya que
suele tener un buen efecto en los que
reciben las palabras. Ser uno mismo al hablar es, sin duda, lo mejor. Las
emociones y los sentimientos también pueden manifestarse a través de nuestra
entonación y ritmo. La articulación de los términos o su pronunciación debe ser
clara. Los locutores profesionales de radio o televisión, si pronuncian mal una
palabra, vuelven a repetirla bien y continúan con su discurso o exposición.
Dar vida a las palabras
a través del hablar es algo que se puede lograr a través de ciertas técnicas y
de la práctica. Hablar como si se estuviera contando una historia es algo que
suele gustar a los oyentes y al público en general. La realización de pausas al
hablar es algo requerido por el propio flujo del habla.
Lo que parece
indudable es que la expresión de las ideas debe realizarse con firmeza en todo
momento, aunque lo que se diga sea objeto de dudas. Porque es el modo de que el
público o los oyentes crean en la sinceridad y en la buena intención del que
está hablando. Y además así se establece una cierta confianza hacia la persona
que habla y comunica.
La adecuada
respiración es decisiva para mantener bien el tono y el ritmo de la
comunicación hablada. Ser auténtico cuando se habla es lo mejor para sonar como
uno mismo y a la vez diferenciarte de los demás hablantes.
Conviene evitar los
vicios de dicción y no emplear construcciones gramaticales incorrectas. En todo
caso, lo mejor es no usar términos o construcciones que generen
interpretaciones incorrectas de lo que se está transmitiendo verbalmente.
Para hablar mejor un
buen procedimiento es leer en voz alta y practicar de vez en cuando. Ser un
buen lector también es clave para la adquisición de vocabulario y para estar
más habituado a distintos tipos de construcciones gramaticales y estilos
literarios o de escritura.
En la Antigüedad el
arte de persuadir o convencer estaba en la boca y en el cerebro de los
oradores. La retórica fue decisiva en la Grecia antigua. Pericles, por ejemplo,
era además de un gran político también un notable orador. El arte de la
retórica o la oratoria era enseñado por los sofistas. Cicerón fue el más grande
orador de la época romana. Demóstenes varios siglos antes fue el mejor retórico en
Grecia. Como se sabe la tartamudez de Demóstenes fue vencida por él mismo a
base de esfuerzo, coraje, práctica y determinación. Y es que una perfecta
vocalización es muy necesaria para que las palabras lleguen con nitidez a los
oídos de las personas.
Actualmente, a través
de los diferentes tipos de micrófonos y aparatos que amplifican la voz y los
sonidos es más fácil hablar ante un
público en directo o en diferido a través
de la grabación de audios y vídeos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario