jueves, 28 de febrero de 2019

900 ARTÍCULOS



Ya he escrito novecientos artículos que han sido publicados. Realmente, es una actividad apasionante la de escribir. No la cambio por nada. Hace posible expresar las ideas propias de infinitas maneras. Se puede escribir acerca de infinidad de temas o cuestiones. A lo largo de mi trayectoria como escritor disfruto especialmente como articulista.
Aunque en el fondo, tanto escribir libros como artículos es parecido. La diferencia es que en los libros aparecen más páginas y palabras. Puede pensarse que los libros son un conjunto de artículos o capítulos. De hecho, también se pueden recopilar los artículos publicados en forma de libros.
Escribir artículos hace posible ofrecer planteamientos acerca de una infinidad de cuestiones. Se pueden comentar asuntos políticos, sociales, culturales, etcétera. Es posible poner en negro sobre blanco ideas, explicaciones, reseñas de libros, críticas y comentarios. 
Los artículos son más o menos largos. Pueden ser de unas 700 palabras o casi dos páginas, o  bien, de miles de términos en el caso de los artículos académicos, ponencias, comunicaciones o conferencias, disertaciones o charlas.
Grandes escritores como Larra y Francisco Umbral destacaron como extraordinarios articulistas. Otro gran escritor español como es Azorín se dedicaba con entusiasmo a escribir artículos que consideraba importantes en su producción escrita al igual que sus novelas. También el pensador, literato y profesor Umberto Eco  dedicó parte de su valioso tiempo a escribir artículos. Filósofos de la talla de Unamuno y Ortega y Gasset han sido grandes articulistas. Comentaban cuestiones políticas, sociales, literarias, filosóficas y artísticas.
Además, el artículo es un formato de escritura muy apropiado para nuestro tiempo posmoderno y líquido. Se lee y permite enterarse de cuestiones interesantes de un modo ameno e instructivo.
Si se reúnen cien artículos se puede publicar un libro. Y esto lo hacen muchos escritores en todo el mundo, algo lógico, por otra parte y perfectamente entendible.
En el fondo, con los artículos de investigación se obtienen grandes resultados en diferentes ámbitos de la realidad y en diversas disciplinas. Los artículos no son un género menor, porque de la calidad y la cantidad de los mismos también sale la excelencia.
Sirven para ejercer cierta influencia en el ambiente social y para plantear críticas constructivas que son útiles y beneficiosas. Además proporcionan ideas que pueden ser valiosas para los demás y para la sociedad en su conjunto. Enriquecen también un panorama cultural que no está muy sobrado de estímulos para pensar libremente acerca del mundo y de la realidad en la que estamos viviendo.
De cada artículo puede surgir un libro, si se desarrollan extensamente las líneas maestras o principales que están escritas en el mismo. Lo que sucede es que, normalmente, no da tiempo a escribir mil libros o más en una vida, en cambio, al escribir artículos un escritor puede llegar a publicar más de mil escritos.
Además, los artículos son útiles para darse a conocer más y también para impulsar libros y la trayectoria de los escritores. Incluso la versatilidad de los artículos hace que sean usados también en técnicas de venta de productos y de  cursos online y formación en distintos campos del saber y del conocimiento. Y son perfectamente compatibles con material audiovisual en su publicación.
Muchos grandes escritores perfeccionaron su escritura redactando artículos. No cabe duda de que, cuanto más se escribe, mejor se hace y esto lo saben bien todos los que se dedican por gusto o placer a escribir.
Incluso en la enseñanza es evidente que los estudiantes desarrollan sus habilidades en el lenguaje escrito si escriben más y si lo hacen también con artículos o relatos. Como se puede observar todo son ventajas.
Se puede decir que para escribir artículos la documentación puede ser muy importante. Depende del tema y el enfoque que se quiera dar al artículo. Por ejemplo, si es de investigación sobre asuntos políticos o sociales conviene documentarse bien antes de comenzar a escribir. Actualmente, con los ordenadores personales la tarea de escribir es, a mi juicio, más rápida y menos compleja, en cierto sentido, ya que no hace falta tachar y emborronar los papeles, si se quieren cambiar palabras o frases o ampliarlas. Y esto es una  gran ventaja, sin duda. Además la investigación de cualquier tema se ve inmensamente facilitada por medio de Internet, aunque con un uso crítico del mismo y con otras  fuentes de información como son los libros de papel y digitales.


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