Es un filósofo y
escritor que fue decisivo en la Ilustración con su Enciclopedia. Su existencia
se desarrolló desde 1713 hasta 1784. Poseía una gran fuerza intelectual y se
interesaba por todo.
Comenzó su educación
en el colegio jesuita de Langres y llegó a ser profesor a los 19 años en el año
1732. En los campos del conocimiento y de la cultura en los que intervino con
sus escritos causó un gran impacto
positivo.
En los salones
parisinos fue uno de los grandes impulsores de los debates críticos y del
cuestionamiento de las ideas. Junto con
D’Alembert fue dando forma a la Enciclopedia con 18.000 páginas lo que supuso
un gran avance en la sistematización de una parte considerable del conocimiento
existente en el siglo XVIII. De los 72.000 artículos de los que consta la
Enciclopedia unos 6.000 están escritos por Denis Diderot. Su amigo D’Alembert
comentó que los enciclopedistas lo discutieron y analizaron todo.
En 1746 escribe su
primer tratado filosófico que es Pensamientos filosóficos. En esta obra afirma un cierto deísmo y explica
que la religión natural puede ser suficiente para los anhelos humanos.
Respecto a su postura
filosófica cabe decir que mantuvo un planteamiento filosófico materialista pero
no dogmático. Se le puede considerar ya más avanzada su vida como un pensador
ateo. De hecho, piensa acertadamente, a mi
juicio, que el ateo es un hombre
que utiliza la razón, cosa que no hace el supersticioso.
Por desgracia y al
igual que otros filósofos franceses ilustrados fue censurado con frecuencia por
el Antiguo Régimen que ejercía un poder
represivo y no permitía la libertad de expresión.
En lo relativo a su
actividad o tarea como escritor es conveniente poner de relieve que también
escribió artículos para revistas y la producción escrita de Diderot también
abarca la novela y otros géneros literarios.
Denis Diderot da un
gran valor a las pasiones. Ser apasionado es lo más adecuado para vivir una
existencia más intensa, plena y satisfactoria. Y escribe al respecto en su
libro Pensamientos filosóficos: “Se increpa sin fin contra las pasiones; se le
imputa todas las penas del hombre y se olvida que son también la fuente de
todos los placeres”.
Diderot sentó las
bases para el estallido de libertad provocado por la Revolución Francesa frente
al despotismo y la injusticia social reinante en la Francia de finales del
siglo XVIII. Sus obras influyeron en los países europeos por medio de
traducciones y también a través de sus tratados escritos en francés, ya que el
dominio del francés no era algo infrecuente en determinados ambientes
culturales de España y de otras naciones del continente europeo.
Si por algo se
caracterizó el talento intelectual de Diderot fue por ser un agudo razonador.
Comprendió que el uso profundo y riguroso del lenguaje y de los conceptos es
esencial. Si a esto se une una gran capacidad de observación y su finura de
análisis de la realidad y de las circunstancias y caracteres se entiende
perfectamente que destacara como un filósofo de primera línea en su época.
Por ejemplo, al
analizar el escepticismo escribe: “El verdadero escéptico ha contado y sopesado
las razones. Pero sopesar razonamientos
no es asunto de poca monta”. Es una consideración muy oportuna y valiosa
y que es aplicable también a la actualidad. Diderot es plenamente consciente de
las dificultades de alcanzar la
verdad o lo indudable en determinadas
cuestiones, por la diversidad de formas de pensar.
Diderot escribió
también Investigaciones filosóficas sobre el origen y naturaleza de lo bello.
Considera que el gusto se basa en lo bello y no al revés. Y para apoyar más sus
planteamientos cita a Wolff: “La belleza
consiste en la perfección, de manera que, gracias al poder de esta perfección,
aquello que parece revestido de ella es susceptible de producirnos placer”. En la obra de Diderot Jacques el fatalista se analiza sutilmente la
psicología del libre albedrío.
Los libros de Diderot
son de lectura amena y tratan temas
filosóficos que siguen siendo de interés en el siglo XXI, porque son
intemporales. Se ocupó también de investigar la naturaleza humana.
En el invierno de
1773, con 60 años, Diderot fue invitado a la corte de San Petersburgo y pasó
unos meses como consejero de la zarina. Esto pone de manifiesto que su saber político también
era altamente valorado.
https://youtu.be/43u7jBrUSrY
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