Parece que estamos entrando en una nueva
etapa de la historia europea.Y se va a caracterizar por la seguridad relativa
ante los ataques terroristas de los yihadistas. Nadie puede estar tranquilo,
porque el azar será más decisivo, si cabe, en la vida de las personas. También
se puede llamar destino, si se quiere.
La vigilancia para evitar este tipo de
ataques es difícil y compleja, pero se está realizando con los medios humanos y
materiales disponibles. No se pueden llenar todas las calles y plazas de España
de policías para garantizar la seguridad de todos. Es terrible que personas
inocentes pierdan la vida por el fanatismo intransigente, pero es lo que está
ocurriendo.
Ya no se puede estar seguro en ningún
sitio. Habrá que afrontar esto con valentía y extremar las precauciones. Mucho
más no se puede hacer. La casualidad y la buena o mala suerte parece que son lo
determinante en el fondo.
Considero que el Estado debe dedicar más
dinero a la lucha contra el extremismo islamista para lograr mayores niveles de
investigación en el CNI y en las fuerzas policiales. Y, si es necesario, pasar
al nivel 5 de alerta con la intervención de un contingente militar. De momento,
no se ha considerado necesario, pero veremos la evolución de los acontecimientos.
Se ha incrementado el número de policías presentes en las zonas más
concurridas, pero puede no ser suficiente.
La coordinación entre los distintos
cuerpos policiales es esencial y la colaboración de otros países para compartir
información también lo es.
El factor sorpresa está en manos de los
yihadistas y es difícilmente eliminable o superable.
Las 15 personas que han resultado
muertas por el atropello masivo en Las Ramblas
de Barcelona dejan un dolor imborrable en las conciencias de todos, ya
que han sido vidas cortadas de raíz, de modo absurdo.
Por desgracia, con el fanatismo no se
puede dialogar ni utilizar argumentaciones y razones, ya que es la expresión de
la irracionalidad más absoluta.
El cristianismo es una religión de paz.
La inmensa mayoría de los musulmanes son gente pacífica. Es suficiente con que
unos miles no lo sean para que estemos viendo estas atrocidades en Europa.
Da la impresión de que la resignación y la resistencia son
las actitudes que van a permanecer, ante este tipo de terribles ataques, que
pretenden sembrar el miedo y el horror.
Se podía pensar que al perder territorio
el Estado Islámico en Siria e Irak iba a haber menos ataques yihadistas, pero
parece que no, hasta el momento. Marruecos y otros países del Magreb creo que deberían
tomar más medidas para impedir la radicalización de una parte de sus
ciudadanos, especialmente de los jóvenes.
La religión de Mahoma es profesada por
1.500 millones de personas. Indonesia es el país con mayor número de
musulmanes, ya que son 200 millones en Pakistán viven 159 millones de
seguidores de las enseñanzas del Corán. Si hubiera un 0,1% de yihadistas
radicales violentos serían unos 150.000. No tengo nada en contra de la religión
musulmana y de los creyentes pacíficos que son la inmensa mayoría, al
contrario, los respeto. Y la cultura musulmana es bella.
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