Ya estamos en enero y
la vacunación masiva empieza a fallar. El
porqué no se sabe. Unos dicen que es falta de estructura y
planificación, otros que no están produciendo las suficientes vacunas. El caso es que o se
sigue una estrategia distinta o cuando
llegue junio no está la mitad de la población con la vacuna puesta.
Y es que estamos en
una pandemia de coronavirus y que no se
nos olvide de que ya estamos en enero y entramos de lleno en la tercera ola, lo
cual quiere decir que vendrá una cuarta y una quinta, etc. Y no se sabe hasta
cuándo, porque no se está poniendo remedio a este caos existente en España.
¿Por qué no se hace
más apoyo y más hincapié en la vacuna española en la que se está trabajando a
tope, pero sin los suficientes apoyos y dinero. No es la primera vacuna, pero
es la mejor en todos los sentidos. O se ponen las pilas o no se acaba con esta
pandemia en el año 2021.
Desde Nochevieja hasta
el 4 de enero de 2021 Sanidad notifica
30.579 casos de contagios y 241
muertos. Son cifras tremendas, terribles. Veremos a qué cifra vamos a llegar
cuando se actualicen los datos de verdad.
Ha salido en muchos
medios de comunicación la cuestión de que se han comprado poca cantidad de
vacunas en proporción a la población que vive en España. Con 47 millones de
personas el Gobierno español debería haber comprado mucha mayor cantidad a, al menos, dos farmacéuticas y primero y con
más tiempo de antelación. Como han hecho en otros países. Esto hubiera sido lo
lógico, lo coherente y lo racional.
Y es necesario que se
avance mucho más rápidamente con la vacuna española. Debería vacunarse a un
ritmo diario mucho mayor para vencer al coronavirus. Ya se observan muchas
quejas por la lentitud de la vacunación en toda Europa.
Está claro que no se
puede vivir de fantasías y suposiciones y el plan del Gobierno de vacunación es
demasiado optimista y lo escribo con todo el respeto. Pensar que para junio de
2021 ya van a estar vacunados 20 o 25
millones de personas en España es no estar en la realidad de lo que está
pasando. Pfizer ya ha afirmado que va a incrementar la producción de su vacuna.
El proceso de vacunación está siendo mucho más lento de lo que estaba previsto
y esto no se está diciendo a la población. Y esto es algo claramente
contraproducente, porque hace que se creen en la opinión pública falsas
expectativas e ilusiones. Este planteamiento habría que cambiarlo radicalmente
y poner sobre la mesa todas las posibles dificultades, problemas y
complejidades que supone la vacunación para informar adecuadamente a la gente.
La curva de contagios
no puede ser mayor que la curva de vacunación y esto está sucediendo ahora
mismo y se incrementará este mes de
enero con la llegada del frío y con las consecuencias de la relajación de una
parte de la población española.
La vuelta a la normalidad me parece que está todavía muy
lejos, porque con una campaña de vacunación tan lenta tardaremos varios años en
volver a una vida cotidiana normal. Y es posible que llegue otra pandemia. En
Israel ya han vacunado al 14% de la población. Las autoridades de este país de
nueve millones de habitantes negociaron
con varias empresas farmacéuticas antes de saber cuál sería la primera. En
Israel han vacunado a 150.000 personas cada día desde finales de diciembre
hasta principios de enero. Israel es el país más rápido del mundo vacunando.
En España a día 4 de enero
de 2021 van vacunadas 82.000 personas.
Es muy poco y somos 47 millones de
habitantes. Se tenían que haber comprado dos o tres vacunas diferentes, ya que
tenemos mucha población y disponer de más personal sanitario para poner las
dosis. En Israel y en otros países está siendo rápidos con la vacunación, pero
en España no.
En el Reino Unido
cierran los colegios durante un mes y medio por causa del excesivo número de
contagios y se confina a la población. Y ya han puesto un millón de vacunas.
Como dice Iker Jiménez los niños pueden llegar a su casa asintomáticos y contagiar a toda la familia y también dice que la campaña de vacunación en España va muy lenta y mucha gente seguirá sin estar vacunada. Pronostica un enero terrible. La responsabilidad social seguirá siendo esencial, si se quiere salir de esta situación y la gestión del Gobierno también.
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