martes, 26 de enero de 2021

SOCIEDAD DE LA DIVERSIÓN



La libertad filosófica se ha ejercido a lo largo de la historia. Actualmente  es más necesaria que nunca. En todos los sentidos. Vivimos en una sociedad que está cambiando de forma muy acelerada. El problema  es que este cambio social generalizado tiene consecuencias positivas y también negativas.

La sociedad materialista y consumista  en la que vivimos está cambiando numerosos paradigmas y patrones de conducta  y esto produce efectos indeseados.

No es incompatible vivir con profundidad y no quedarse en lo superficial  en casi todo y es la tendencia general. Por lo menos es lo que se observa  de un modo cada vez más intenso. No hace falta más que observar comportamientos y analizar los contenidos de las redes sociales y también las formas de pensar más extendidas.

Ciertamente, a lo largo de los siglos la marginación, el desprecio a los demás, la exclusión, la persecución y la falta de respeto  y la ingratitud han estado presentes y las han sufrido, por desgracia, numerosos filósofos y científicos y también artistas.

Y la situación no ha cambiado sustancialmente en pleno siglo XXI. Es verdad que los derechos humanos y las legislaciones de los países democráticos amparan y protegen  la libertad de expresión  y el derecho al honor y a la buena imagen de las personas. Sin embargo, esto no suele ser suficiente  ante la avalancha de faltas de respeto y la intolerancia que se percibe en una parte de la sociedad.

De todos modos, es evidente que  la capacidad crítica y la libertad de opinión  forman parte imprescindible  de lo que se entiende que es una sociedad libre.

El profesor y filósofo Víctor Gómez Pin en su libro El honor de los filósofos realiza un brillante recorrido por las situaciones vitales  de pensadores y hombres de ciencia. Su lectura sirve para que sepamos de los problemas  a los que se tuvieron que enfrentar  por causa del fanatismo, la intolerancia, la incomprensión  y la ingratitud de su tiempo.

También es verdad  que científicos como Newton y otros fueron mejor aceptados y extraordinariamente reconocidos  en vida, pero esto no sucede siempre. El azar de la existencia  es algo consustancial  a la propia realidad humana, pero eso no debe impedir  que se reconozca  y aprecie la verdad y el esfuerzo y sobre todo la calidad y amplitud de lo elaborado y realizado por las personas.

El relativismo social existente parece que está laminando la alta cultura y el pensamiento riguroso y profundo, pero es una falsa impresión, porque perviven y lo que desparecerá sin dejar ninguna huella será la superficialidad  y las cosas superficiales que se hacen en la sociedad.

También es cierto que la digitalización  de la realidad  a la que estamos asistiendo asombrados  parece que democratiza el saber  y la cultura, pero es, en parte, un espejismo, ya que se necesita esfuerzo, disciplina y organización para crear, absorber y aplicar los conocimientos aprendidos.

En la enseñanza, por ejemplo, con el Diseño Universal de Aprendizaje  se está intentando que la formación sea muy inclusiva, pero algo está fallando, si una considerable parte del alumnado llega a los centros de Secundaria  con serios problemas de comprensión lectora  y otra parte con problemas de más entidad todavía, ya que no saben leer. Hacen falta más recursos en la enseñanza de los ya existentes.

Por supuesto, esto se soluciona  con el esfuerzo docente de los profesores, pero esto da una idea de cómo está la sociedad. Porque la atención individualizada y personalizada y la atención a la creciente diversidad  del alumnado es una tarea que siempre puede ser mejorada y ampliada.

La sociedad del espectáculo o de la diversión infinita está intentando devorar la cultura y el saber  que parecen ser como algo secundario y sin importancia ante la necesidad del hedonismo universal que es, según parece, lo único imprescindible. Es, en realidad, una interpretación equivocada de la vida. Cultura y diversión pueden coexistir  y no son excluyentes. Crear es combinar, en el fondo, y es algo realmente apasionante. Disfrutar de la cultura de calidad  también es un placer y de los mayores.

El pasado, las grandes obras de la filosofía, del arte, de las ciencias parece como si fueran reliquias sin importancia y no es cierto. El presente se sustenta en el pasado, en la cultura anterior y en los conocimientos  y esto no se puede olvidar. La cultura occidental posee un inmenso valor y es algo de lo que nos beneficiamos todos  y no será destruida  a pesar del relativismo imperante. Al contrario, sigue más presente que nunca.

 

martes, 19 de enero de 2021

TORQUEMADA



En el libro de Iván Vélez  titulado Torquemada. El gran inquisidor el autor trata con abundante documentación histórica  el ambiente social y cultural que propició el surgimiento del Santo Oficio.  Como indica Vélez «Todo parece indicar que el impulso inquisitorial fue más vigoroso por parte del rey Fernando que por la de la reina Isabel». La crónica de hechos y  circunstancias es suficientemente minuciosa y matizada y da a conocer la complejidad del tiempo en el que vivió fray Tomás de Torquemada.

En este sentido, el autor pone en valor los conocimientos de la figura más importante de la Inquisición y su actitud crítica y minuciosa en el establecimiento de procedimientos de investigación en las causas o casos abiertos.  Está en contra de una leyenda negra que exagera el número de muertes durante varios siglos, por causa de los procesos inquisitoriales.

Por supuesto, está claro que la Inquisición no se tendría que haber creado por numerosas razones. Esto es evidente desde la perspectiva actual. Incluso a finales del siglo XV tendría que haber imperado el sentido común y una actitud no influida por supersticiones y prejuicios.

También es preciso entender que el contexto histórico y religioso era identificable, a mi juicio, con el fanatismo. Se persiguió a los judaizantes y a los heréticos así como a los que tenían supuestos tratos con las fuerzas del mal, con el demonio o practicaban la magia. Se realizaron torturas, tratos vejatorios y se condenó a la muerte a miles de personas a lo largo de varios siglos. Algo intolerable, pero que ocurrió.

La Inquisición medieval comenzó en 1184 en el sur de Francia con la  finalidad de luchar contra la herejía de los cátaros. En 1249 apareció  la Inquisición estatal en el reino de Aragón. La Inquisición española dura desde 1478 hasta 1834. El máximo de muertes a lo largo de la historia es de 3.000. Las torturas que se empleaban, aunque no en todos los casos, eran la Garrucha, el Potro y sobre todo el Tormento del agua en el que se ataba al condenado y se le metía un paño por la boca hasta la garganta y se vertían jarras de agua para que confesara. Esto se hacía, según la Iglesia católica solo en casos excepcionales.  De todos modos, era una violencia terrible.

La lucha contra las herejías no justificaba, en modo alguno, este tipo de prácticas. En estos siglos hubo guerras religiosas que también causaron numerosas muertes y  tratos crueles e inhumanos. El proceso a Galileo y a otros pensadores y hombres de ciencia es otra muestra más de la falta de libertad  en el ámbito del pensamiento y de la ciencia en la Europa de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII.

Giordano Bruno fue quemado vivo en una plaza de Roma, en el año 1600, por su afirmación del heliocentrismo y también por  ir más allá, ya que estaba convencido de que el Sol era simplemente una estrella y que el universo debía contener una infinidad de mundos en los que vivían animales y seres inteligentes. Todo esto suponía la negación del geocentrismo de Aristóteles y también del fijismo de las especies.

Bruno fue un filósofo que claramente desafió a la Inquisición de su tiempo. Los cargos  puestos contra Bruno por la Inquisición fueron: tener opiniones en el contra de la fe católica, opiniones contrarias al dogma católico sobre la Trinidad y la divinidad de Jesús, etcétera. También se le acusó falsamente diciendo que practicaba la brujería.

El Vaticano ya ha pedido públicamente disculpas por estas condenas y por estos procesos. Eran otros tiempos y la violencia y el fanatismo dominaban las mentes de muchas personas y  el poder en muchas situaciones se ejercía de modo arbitrario y despótico, con  terribles consecuencias.

Actualmente, las prácticas inquisitoriales han pasado  a la historia, aunque es preciso que las leyes y las normas de los Estados protejan los derechos de todos. En este orden de cosas, los derechos humanos son una base sólida frente a cualquier extralimitación  y para impedir los abusos de poder de cualquier clase. Al menos, sobre el papel.

Porque, si se piensa en lo que sucede en el mundo, queda mucha tarea por realizar en numerosos aspectos, si consideramos la pervivencia de la pobreza y de los conflictos armados que desangran  a la humanidad.

El derecho a la vida de todos parece que está en entredicho por causa del desorden político existente en la mayoría de los países del planeta. No se debería escoger entre salvar unas vidas u otras en los hospitales por  colapso absoluto en las UCI, por causa del coronavirus.

martes, 12 de enero de 2021

UNIVERSALES



Aristóteles afirmó que los universales o ideas generales representan en la mente los hechos particulares de la realidad. Además, clasificó los universales en cinco grupos: el género, la especie, la diferencia, lo propio y el accidente.

La disputa o la polémica de los universales fue uno de los temas de discusión entre los pensadores escolásticos del siglo XII. Y siguió siendo una cuestión  objeto de especulaciones y argumentaciones en el campo de la filosofía y la teología. Boecio varios siglos antes  en su comentario a la Isagoge de Porfirio ya se plantea la cuestión de si los géneros y las especies son entidades subsistentes o si son solo conceptos. Evidentemente, es el problema de la relación del pensamiento con la realidad.

Se puede preguntar cómo se forman nuestros conceptos universales y esta es la forma psicológica de abordar el problema. Desde una perspectiva ontológica, en cambio,  podemos pensar si existe algo que se corresponda, en la realidad extramental, con los conceptos universales que se forman en la inteligencia humana.

Desde la tradición lógica platónica idealista el universal es el concepto de la mente y también la esencia misma o la sustancia de las cosas o de la realidad. En cambio, desde el nominalismo que sigue la línea de pensamiento en este aspecto del estoicismo está claro que el universal es un signo de las mismas cosas  y que está en lugar de ellas.

Roscelino defendió una filosofía nominalista en su forma extrema. Es uno de los fundadores del nominalismo y afirmaba que los conceptos generales o universales son simples estremecimientos del aire. Puesto que únicamente existen de forma real las cosas y seres perceptibles por los sentidos.

Pero también otro pensador Guillermo de Champeaux que vivió desde el año 1070 hasta el 1121 sostuvo una posición realista que afirmaba la realidad sustancial de los universales y que está enteramente en todos los individuos. Un discípulo suyo Pedro Abelardo logró con argumentos muy potentes hacerle cambiar su planteamiento o tesis. Escribe  Abelardo: «El corrigió  su opinión diciendo que la realidad universal se encuentra en los individuos no esencialmente, sino individualmente».

Esta polémica de los universales también está presente en la teología y filosofía de Guillermo de Ockham que reafirma un nominalismo que considera indiscutible, ya que todo son cosas singulares o individuales y la experiencia y la observación es la base del conocimiento. De todos modos, también escribe tratados lógicos.

Actualmente, estas cuestiones son objeto de estudio e investigación en teoría del conocimiento o en filosofía de la mente  y del lenguaje. Forman parte de la tradición  metafísica o filosófica. Además,  también en la filosofía de la psicología se pueden plantear investigaciones sobre los conceptos generales y los procedimientos de abstracción en la creación de ideas o en los procesos de comprensión. También la psicología cognitiva investiga sobre la formación de conceptos de un modo cada vez más amplio y profundo.

La neurociencia investiga sobre estas cuestiones epistemológicas o gnoseológicas. Si pensamos en la neuroética y la neuropolítica también es preciso analizar y repensar lo que son los conceptos generales, si queremos entender realmente el mundo digital en el que vivimos.

Lo real y lo irreal parece que pueden considerarse como lo empírico o propio de la experiencia sensorial y lo abstracto o propio de las ideas o conceptos universales. Pero no es exactamente así, ya que lo irreal ya forma parte de la realidad de una manera nunca antes vista y sentida.

Se podría hacer una correspondencia entre lo virtual y lo irreal  y lo material o real, pero no es válida, puesto que lo irreal también puede ser vivido como un modo de experiencia.

Los universales o las ideas generales siguen siendo necesarias en la comunicación y en cualquier tipo de aprendizaje. Esto es evidente, sin necesidad de grandes explicaciones y argumentaciones. El lenguaje hace posible que pensemos que es lo que demuestra la racionalidad de la especie humana.  Entender todos los matices de los términos y de los conceptos es una de las claves fundamentales de cualquier proceso de enseñanza. Y también la comprensión de las discusiones conceptuales a través de argumentos es uno de los mejores modos de aprender a pensar de la forma más rigurosa.

En este sentido, la escolástica medieval es un ejemplo perfecto de análisis minucioso y preciso de múltiples aspectos de la realidad y del  conocimiento. La precisión y la rigurosidad son también la clave del conocimiento científico junto con la capacidad de observación y experimentación para alcanzar la verdad.

martes, 5 de enero de 2021

¿QUÉ PASA CON LAS VACUNAS?



Ya estamos en enero y la vacunación masiva empieza a fallar. El  porqué no se sabe. Unos dicen que es falta de estructura y planificación, otros que no están produciendo las  suficientes vacunas. El caso es que o se sigue una estrategia distinta  o cuando llegue junio no está la mitad de la población con la vacuna puesta.

Y es que estamos en una pandemia de coronavirus  y que no se nos olvide de que ya estamos en enero y entramos de lleno en la tercera ola, lo cual quiere decir que vendrá una cuarta y una quinta, etc. Y no se sabe hasta cuándo, porque no se está poniendo remedio a este caos existente en España.

¿Por qué no se hace más apoyo y más hincapié en la vacuna española en la que se está trabajando a tope, pero sin los suficientes apoyos y dinero. No es la primera vacuna, pero es la mejor en todos los sentidos. O se ponen las pilas o no se acaba con esta pandemia en el año 2021.

Desde Nochevieja hasta el 4 de enero de 2021 Sanidad notifica  30.579 casos de contagios  y 241 muertos. Son cifras tremendas, terribles. Veremos a qué cifra vamos a llegar cuando se actualicen los datos de verdad.

Ha salido en muchos medios de comunicación la cuestión de que se han comprado poca cantidad de vacunas en proporción a la población que vive en España. Con 47 millones de personas el Gobierno español debería haber comprado mucha mayor cantidad  a, al menos, dos farmacéuticas y primero y con más tiempo de antelación. Como han hecho en otros países. Esto hubiera sido lo lógico, lo coherente y lo racional.

Y es necesario que se avance mucho más rápidamente con la vacuna española. Debería vacunarse a un ritmo diario mucho mayor para vencer al coronavirus. Ya se observan muchas quejas por la lentitud de la vacunación en toda Europa.

Está claro que no se puede vivir de fantasías y suposiciones y el plan del Gobierno de vacunación es demasiado optimista y lo escribo con todo el respeto. Pensar que para junio de 2021 ya van a estar vacunados  20 o 25 millones de personas en España es no estar en la realidad de lo que está pasando. Pfizer ya ha afirmado que va a incrementar la producción de su vacuna. El proceso de vacunación está siendo mucho más lento de lo que estaba previsto y esto no se está diciendo a la población. Y esto es algo claramente contraproducente, porque hace que se creen en la opinión pública falsas expectativas e ilusiones. Este planteamiento habría que cambiarlo radicalmente y poner sobre la mesa todas las posibles dificultades, problemas y complejidades que supone la vacunación para informar adecuadamente a la gente.

La curva de contagios no puede ser mayor que la curva de vacunación y esto está sucediendo ahora mismo  y se incrementará este mes de enero con la llegada del frío y con las consecuencias de la relajación de una parte de la población española.

La vuelta a  la normalidad me parece que está todavía muy lejos, porque con una campaña de vacunación tan lenta tardaremos varios años en volver a una vida cotidiana normal. Y es posible que llegue otra pandemia. En Israel ya han vacunado al 14% de la población. Las autoridades de este país de nueve millones de habitantes  negociaron con varias empresas farmacéuticas antes de saber cuál sería la primera. En Israel han vacunado a 150.000 personas cada día desde finales de diciembre hasta principios de enero. Israel es el país más rápido del mundo vacunando.

En España a día 4 de enero de 2021  van vacunadas 82.000 personas. Es muy poco  y somos 47 millones de habitantes. Se tenían que haber comprado dos o tres vacunas diferentes, ya que tenemos mucha población y disponer de más personal sanitario para poner las dosis. En Israel y en otros países está siendo rápidos con la vacunación, pero en España no.

En el Reino Unido cierran los colegios durante un mes y medio por causa del excesivo número de contagios y se confina a la población. Y ya han puesto un millón de vacunas.

Como dice Iker Jiménez los niños pueden llegar a su casa asintomáticos  y contagiar a toda la familia y también dice que la campaña de vacunación en España va muy lenta  y mucha gente seguirá sin estar vacunada. Pronostica un enero terrible. La responsabilidad social seguirá siendo esencial, si se quiere salir de esta situación y la gestión del Gobierno también.