Ya van varios días con
más de 7.000 contagios diarios en España y parece que no se toma conciencia de
la gravedad del aumento exponencial de la
transmisión descontrolada del coronavirus. Opino que el Gobierno Central
debería asumir la dirección global efectiva de la lucha contra esta pandemia.
De seguir así en las próximas semanas el caos puede aumentar considerablemente
y puede llegar el colapso a los centros sanitarios.
La descoordinación
puede ser peligrosa, porque las Comunidades Autónomas no están aisladas unas de
otras, por causa de la movilidad de propia del periodo vacacional y por los
turistas, etcétera. En los aeropuertos también las medidas deberían ser más
rigurosas y profundas.
La vuelta al trabajo
en septiembre de millones de personas aumentaría el riesgo de contagio, ya que
la gente se mezcla y se relaciona más
también en su actividad laboral. Y estas
interrelaciones personales de todos tienen que ser muy cuidadosas, ya que se
pueden producir a lo largo de la mañana, la tarde y la noche.
El regreso a las
tareas debe realizarse con el cumplimiento estricto de la distancia de
seguridad y el uso obligatorio de mascarilla. Lo que sucede, en realidad, es
que una parte de las personas no
mantiene las distancias y no se pone la mascarilla o se la coloca
incorrectamente. Las consecuencias son evidentes.
Si a esto unimos el
incumplimiento de las normas por una parte de la población no hace falta investigar
mucho para encontrar las razones del tremendo aumento de los contagios.
A mi juicio, el número
de las personas contagiadas que ya ha aumentado descontroladamente estos meses de verano seguirá incrementándose
a un ritmo parecido o mayor en las siguientes semanas si no se toman medidas
más exigentes y contundentes como, por ejemplo, los confinamientos selectivos.
Si a esto sumamos el
impacto de la gripe y la falta de remdesivir y de más médicos, sanitarios,
respiradores, UCIS, materiales y equipos parece que la situación no es para saltar
de alegría. Es verdad que Sanidad ya ha dicho que adelanta la vacunación contra
la gripe a octubre algo que considero muy positivo.
De todos modos, la
atención primaria está sufriendo un exceso de trabajo, ya que debería haber más
médicos y enfermeras para atender mejor y con más rapidez a los pacientes. De
hecho, en distintas zonas de España los ciudadanos se quejan de que tienen que
esperar demasiado tiempo para ir a consulta.
En una sociedad como
la española que está acostumbrada a tener una forma de vida muy vinculada a la
calle, al exterior cuesta trabajo que la gente cambie sus costumbres, ya que
somos latinos. Pero no queda otro remedio, si no queremos volver a otra
situación de confinamiento que se ha demostrado que es lo que da resultado de
verdad, en vista de la gente irresponsable que incumple las medidas de
seguridad.
También es cierto que
una considerable parte de la ciudadanía toma todas las precauciones debidas,
pero es suficiente con que cientos de miles o unos pocos millones no las
cumplan para que estemos viviendo este aumento de infecciones.
Desde septiembre hasta final de año y los primeros
meses de 2021 se puede vivir una situación muy difícil. Creo que va a ser una prueba de fuego muy dura para el sistema
sanitario español y europeo. Eso dicen también los expertos en estas
cuestiones. Podemos mirar para otro lado y negar la realidad, pero es la que
es, según dicen los datos que salen publicados todos los días en los medios de
comunicación y lo que se observa.
Y existe otra amenaza
para la salud pública como el virus del Nilo que, según algunos expertos,
podría extenderse más en España, aunque no parece que vaya a suceder por lo que
dicen otros investigadores.
Estoy convencido que
es prioritario proporcionar la cantidad de medicamentos que sea necesaria para
que a nadie le falta la mejor atención médica contra el coronavirus. Otra
cuestión crucial es que se ponga la vacuna contra el COVID-19 lo antes posible
empezando por los mayores y los enfermos crónicos siguiendo el criterio de los
médicos.
Se trata de poner toda
la carne en el asador, porque lo que se nos puede venir encima puede exigir que
nos volvamos héroes. Esperemos que no sea así, pero los datos y las previsiones
auguran grandes problemas en los próximos meses. Está en nuestras manos, pero
especialmente en las del Gobierno tomar medidas más fuertes. Y esperar,
realmente, no sirve de nada.