jueves, 27 de agosto de 2020

DESCONTROL TOTAL



Ya van varios días con más de 7.000 contagios diarios en España y parece que no se toma conciencia de la gravedad del aumento exponencial de la  transmisión descontrolada del coronavirus. Opino que el Gobierno Central debería asumir la dirección global efectiva de la lucha contra esta pandemia. De seguir así en las próximas semanas el caos puede aumentar considerablemente y puede llegar el colapso a los centros sanitarios.

La descoordinación puede ser peligrosa, porque las Comunidades Autónomas no están aisladas unas de otras, por causa de la movilidad de propia del periodo vacacional y por los turistas, etcétera. En los aeropuertos también las medidas deberían ser más rigurosas y profundas.

La vuelta al trabajo en septiembre de millones de personas aumentaría el riesgo de contagio, ya que la gente se mezcla y  se relaciona más también en su actividad laboral.  Y estas interrelaciones personales de todos tienen que ser muy cuidadosas, ya que se pueden producir a lo largo de la mañana, la tarde y la noche.

El regreso a las tareas debe realizarse con el cumplimiento estricto de la distancia de seguridad y el uso obligatorio de mascarilla. Lo que sucede, en realidad, es que una parte de las personas  no mantiene las distancias y no se pone la mascarilla o se la coloca incorrectamente. Las consecuencias son evidentes.

Si a esto unimos el incumplimiento de las normas por una parte de la población no hace falta investigar mucho para encontrar las razones del tremendo aumento de los contagios.

A mi juicio, el número de las personas contagiadas que ya ha aumentado descontroladamente  estos meses de verano seguirá incrementándose a un ritmo parecido o mayor en las siguientes semanas si no se toman medidas más exigentes y contundentes como, por ejemplo, los confinamientos selectivos.

Si a esto sumamos el impacto de la gripe y la falta de remdesivir y de más médicos, sanitarios, respiradores, UCIS, materiales y equipos parece que la situación no es para saltar de alegría. Es verdad que Sanidad ya ha dicho que adelanta la vacunación contra la gripe a octubre algo que considero muy positivo. 

De todos modos, la atención primaria está sufriendo un exceso de trabajo, ya que debería haber más médicos y enfermeras para atender mejor y con más rapidez a los pacientes. De hecho, en distintas zonas de España los ciudadanos se quejan de que tienen que esperar demasiado tiempo para ir a consulta.

En una sociedad como la española que está acostumbrada a tener una forma de vida muy vinculada a la calle, al exterior cuesta trabajo que la gente cambie sus costumbres, ya que somos latinos. Pero no queda otro remedio, si no queremos volver a otra situación de confinamiento que se ha demostrado que es lo que da resultado de verdad, en vista de la gente irresponsable que incumple las medidas de seguridad.

También es cierto que una considerable parte de la ciudadanía toma todas las precauciones debidas, pero es suficiente con que cientos de miles o unos pocos millones no las cumplan para que estemos viviendo este aumento de infecciones.

Desde  septiembre hasta final de año y los primeros meses de 2021 se puede vivir una situación muy difícil. Creo que va a ser  una prueba de fuego muy dura para el sistema sanitario español y europeo. Eso dicen también los expertos en estas cuestiones. Podemos mirar para otro lado y negar la realidad, pero es la que es, según dicen los datos que salen publicados todos los días en los medios de comunicación y lo que se observa.

Y existe otra amenaza para la salud pública como el virus del Nilo que, según algunos expertos, podría extenderse más en España, aunque no parece que vaya a suceder por lo que dicen otros investigadores.

Estoy convencido que es prioritario proporcionar la cantidad de medicamentos que sea necesaria para que a nadie le falta la mejor atención médica contra el coronavirus. Otra cuestión crucial es que se ponga la vacuna contra el COVID-19 lo antes posible empezando por los mayores y los enfermos crónicos siguiendo el criterio de los médicos.

Se trata de poner toda la carne en el asador, porque lo que se nos puede venir encima puede exigir que nos volvamos héroes. Esperemos que no sea así, pero los datos y las previsiones auguran grandes problemas en los próximos meses. Está en nuestras manos, pero especialmente en las del Gobierno tomar medidas más fuertes. Y esperar, realmente, no sirve de nada.

 

martes, 25 de agosto de 2020

CONDICIÓN FEMENINA


 

El libro Cuatro ensayos sobre la mujer del psiquiatra Carlos Castilla del Pino es una obra publicada en su primera edición en 1971 y que  ha tenido más ediciones a lo largo de los años. Se entiende la razón  de su éxito, ya que trata, de modo profundo, numerosas cuestiones sobre la situación de las mujeres en el mundo occidental. Afloran en sus páginas numerosos problemas  que derivan del machismo y de una sociedad patriarcal.

Castilla del Pino  fue un psiquiatra, neurólogo, profesor universitario, médico y escritor  que nació en 1922 y falleció en el año 2009. En sus 87 años de vida realizó una gran labor como investigador, catedrático de la Facultad de Medicina de Córdoba y como médico y escritor. Fue miembro de la Real Academia Española desde 2003 y obtuvo un gran reconocimiento académico. Entre otros premios o distinciones recibió el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos en 1998. 

Su tesis doctoral del año 1947 versaba sobre Fisiología y patología de la percepción óptica del movimiento. Dedicó gran parte de su tiempo  a la investigación  y a la docencia universitaria. Escribió 21 libros de Psiquiatría y seis libros de ensayos junto con 186 monografías neuropsiquiátricas.  

Se consideraba ateo algo que le causó críticas negativas inmerecidas. Sus investigaciones se centraban fundamentalmente en la neuropatología  y especialmente en la neurología patológica experimental. En sus memorias relata la dura realidad de sus últimos años por causa de la muerte de cinco de sus siete hijos.

Las cuestiones que trata en su libro sobre la mujer son la frustración, la cosificación y la dependencia del denominado segundo sexo por Simone de Beauvoir, junto con otros muchos aspectos. También analiza las insuficiencias y limitaciones de los movimientos feministas, pero desde una perspectiva que busca la liberación de la opresión de las mujeres. Como dice  Castilla del Pino «Esta dependencia imprime su específico carácter a toda la vida de la mujer”. Es cierto que las mujeres son conscientes  de las condiciones de vida y de las desigualdades que todavía existen en la sociedad. Las aspiraciones de cada mujer a una vida plena en todos los sentidos son objeto del interés del ilustre psiquiatra, que considera que la frustración de las mismas puede provocar cambios negativos en el psiquismo.

A lo largo del libro aparecen tratados y analizados con suma precisión las complejidades conductuales propias de una sociedad que no es igualitaria y que ponen en situación de ventaja a los hombres.

En este sentido, se comprende que Castilla del Pino diga que «La relación hombre-mujer compone la más elemental forma de socialización de instancias surgidas desde el individuo mismo». La labor de este psiquiatra también se desarrolló con la consulta privada y de este modo pudo tomar nota de los problemas de las mujeres en la sociedad española durante varias décadas. Actualmente, la situación  ha mejorado sustancialmente pero sigue habiendo violencia de género y maltrato como se observa continuamente a través de los medios de comunicación. Debería haber una socialización sin discriminaciones ni marginación de ninguna clase.

Aproximadamente, la mitad de la población son mujeres y su función social es de primer nivel, sin ninguna duda.  Ante todo somos personas tanto hombres como mujeres y esto es lo primordial y lo que nunca hay que olvidar en las relaciones sociales. La libertad no es patrimonio de los hombres ya que pertenece también a las mujeres. En este orden de cosas la sociedad está avanzando a pasos agigantados, pero también es preciso indicar que todavía hace falta lograr muchos más resultados de cara a reforzar el papel de las mujeres.

La independencia de la condición femenina debe ser la misma que la de la masculina, así de claro y contundente, por razones fáciles de comprender. Existen temas como el reparto de tareas en el hogar y la conciliación familiar que están en la palestra pública de modo continuo y es perfectamente entendible. La igualdad en todos los sentidos abarca una infinidad de cuestiones que forman parte de la vida cotidiana. Los roles y los estereotipos no deben impedir que exista una armonía social entre los dos sexos en la convivencia social.

Las mujeres, en mi opinión, no deben renunciar a nada, si no quieren. Los hombres tampoco, como es lógico. Independientemente del género estamos vivos para intentar ser felices y hacer la vida que deseamos.  Además, desde el planteamiento ateo de Castilla del Pino está claro que únicamente contamos con esta existencia física y no existe otra espiritual o inmaterial.

 

 

jueves, 20 de agosto de 2020

HUMANISMO DE EINSTEIN


Entre la producción ensayística de Einstein destacan sus escritos sobre política, sociedad y ciencia. En su obra Sobre el humanismo el Premio Nobel se explaya sobre diversos aspectos de la realidad que ocupaban sus pensamientos. Lo que nos hace humanos de verdad aparece en estos ensayos de este gran físico.

Los valores éticos son una de las bases del humanismo. Contra lo que se pudiera pensar Einstein además de ser un gran científico se interesó, de una manera plena, por las circunstancias de la época que vivió. Fue pacifista y dejó testimonios muy claros de su actitud. Estaba convencido de que «el hombre es, al mismo tiempo, un ser solitario y un ser social». No albergaba ninguna duda acerca de la anarquía económica de la sociedad capitalista de su tiempo. Que era para él la causante de todos los males. Y  lo dice claramente.

La oligarquía del capital privado no es controlable ni siquiera en una sociedad democrática, según su planteamiento. Teniendo presente que murió  en 1955 cabe decir que este enfoque sería aplicable al siglo XXI, aunque con matices. Puesto que la libertad de los individuos y la cooperación entre muchos pueden controlar cualquier tipo de oligarquía financiera que quiera determinar o condicionar  las acciones de cualquier gobierno actual.

Einstein estaba orgulloso y satisfecho de los avances de la ciencia y de la tecnología. Al respecto, escribe que «El efecto práctico  más notable de la ciencia es la invención de objetos que enriquecen la vida, aunque la compliquen al mismo tiempo». Y esto lo dijo hace más de 65 años.  En efecto, tiene razón porque no podemos pretender que una vida más rica e intensa no sea complicada.

El ambiente social en el que se está inmerso desde la niñez es esencial desde una perspectiva actitudinal para Einstein y es cierto, aunque no siempre se es consciente de la influencia de la historia biográfica en el carácter de las personas.

De todas maneras, el escepticismo y el realismo de este gran hombre de ciencia le hacen decir que el bienestar de la humanidad no ha aumentado con el desarrollo tecnológico. Especialmente, si se consideran las guerras y  el hambre en el mundo, junto con la pobreza que afrontan cientos o miles de millones de sujetos en el planeta.

Confía en la vieja Europa porque «Parece que el ideal humanitario de Europa está inevitablemente unido a la libre expresión y con el libre albedrío del individuo, con un esfuerzo por un pensamiento objetivo sin tener consideración de su utilidad y por el fomento de las diferencias en ideas y opiniones». Frente a cualquier tipo de totalitarismo o autoritarismo Einstein insiste acertadamente en la libertad  como valor esencial para mantener la dignidad y la buena vida. Frente a la fuerza del poder reafirma la energía de las argumentaciones y de los razonamientos que no deben ser silenciados o acallados. Las discrepancias deben ser aceptadas desde una actitud tolerante y racional.

Reconoce que sin otros grandes científicos la labor de la ciencia habría sido más difícil. Siente una gran admiración por Newton y por otros muchos que se dedicaron en cuerpo y alma a la ciencia.

En relación con el sentido de la vida humana Einstein está convencido de que la lucha social y la cooperación junto con la actividad creativa del artista o del científico dan contenido y sentido a la existencia. Es, en realidad, un enfoque humanista en toda regla.

Pero, es consciente de que lo dominante en el mundo es el desenfreno y las más rudas pasiones, por desgracia. Algo que, a mi juicio, sigue sucediendo, de forma general, en el planeta. En sus elogios a madame Curie alaba su fuerza de carácter y la dedicación.  Y llega a decir que  si en los intelectuales de Europa perdurara una pequeña parte de esta fuerza se podría ser optimista de cara al futuro.

Las líneas centrales de su pensamiento son perfectamente desarrollables en este siglo XXI. De lo que se trata es de mantener las actitudes humanistas y solidarias y los principios éticos que hacen grandes a las personas.  Los planteamientos de la Ilustración adaptados a la actualidad siguen plenamente vigentes. Es preciso atreverse a pensar por uno mismo con plena libertad y sin censuras de ningún tipo. El respeto a las leyes también es necesario para una convivencia social armoniosa y coherente. También una mejor organización estatal en todos los países para atender  las necesidades de sus ciudadanos en tiempo y forma.

 

martes, 18 de agosto de 2020

VIDA Y TIEMPO


André Gorz en su libro El hilo conductor de la ecología ofrece muchas claves sobre la realidad laboral y social contemporánea. Es un pensador brillante que destaca por su agudeza ante los conflictos sociales de las últimas décadas en el mundo. Ofrece soluciones realizables y colabora  con Sartre.

Como indica Willy Gianinazzi la primera obra de André Gorz de 1958 es una novela autobiográfica, que Jean Paul Sartre prologó y elogió. Escribió en varios periódicos y fue redactor. Fue autodidacta y siguió la senda filosófica abierta por Husserl, Sartre y otros filósofos.

El último libro de Gorz fue publicado en el año 2006. En 2007 se suicidó  junto con su compañera a los ochenta y cuatro años. Su pensamiento filosófico puede calificarse de existencialista, porque sus reflexiones buscaban la plena realización existencial de cada individuo en el interior del capitalismo neoliberal que conoció y analizó.

Busca una vida realmente auténtica y está convencido de que el mundo está cambiando a marchas forzadas.  Es partidario de un reparto de las horas de trabajo para el logro de una distribución más justa de las ocupaciones remuneradas.

Si bien esto es solo un paso previo a una sociedad solidaria basada en la cooperación y sin los excesos del capitalismo salvaje que está basado únicamente en el beneficio.

Era consciente de que la automatización y la informatización están eliminando masivamente el trabajo y esto es algo que no es negativo, ya que deja más tiempo libre para el desarrollo de actividades que respondan a los deseos más profundos de las personas.

Es otra nueva concepción o interpretación de la vida. Al respecto, escribe Gorz: «Yo soy partidario de una superación de la “sociedad del trabajo” para acceder a una sociedad de la autoactividad  que reduzca a un mínimo residual el trabajo y la producción regida por la racionalidad económica».

El sentido de la vida lo da la acción libre  en este mundo. Es evidente que los planteamientos de los utopistas del siglo XIX siguen siendo válidos, de forma general.  Por ejemplo, Marx estaba convencido de que  el trabajo tenía que llegar a ser una actividad autónoma en la que cada persona se realizara plenamente.

Se entiende, por tanto, que Gorz afirme que nosotros no estamos al servicio de la sociedad, sino al contrario. André Gorz es partidario de la renta básica suficiente para vivir con dignidad. Se anticipa a economistas que, posteriormente a su muerte, han descrito las ventajas  y beneficios de una renta o subsidio, al menos para los más desfavorecidos, ya que es esencial  para las economías de los países. Es una forma de redistribución de la riqueza de un Estado desde una perspectiva de justicia social y de bienestar individual y colectivo.

Está convencido de que la creación de mayores vínculos sociales a través de redes de cooperación  gratuita es algo alcanzable en la sociedad de la información o del conocimiento. 

La creatividad y la imaginación son los mayores activos de las personas que activamente crean o trabajan en lo que les gusta o apasiona. Es un nuevo modo de entender la existencia que supera la desfasada red económica del neoliberalismo.

Gorz critica que muchas grandes empresas paguen pocos impuestos y que obtengan demasiados beneficios. Estamos ante el reto de crear  o inventar una nueva sociedad y un nuevo mundo de la autoactividad.

En realidad, es la superación del capitalismo por el cambio tecnológico y social que se acelera a un ritmo vertiginoso. Además, está siendo impulsado por el teletrabajo, la teleformación y las posibilidades inmensas que ofrece Internet a todas las personas.

La autonomía de las personas se ve reforzada de esta manera. Lo que exige también un compromiso de esfuerzos sostenidos  y también de nuevos planteamientos acerca de la distribución de los tiempos personales en relación con el ocio y la actividad.

Ciertamente, también fue un visionario, puesto que anticipó, en cierto modo, lo que está sucediendo actualmente. Con menos horas de trabajo se puede llegar a vivir con buenas condiciones. Si bien el consumismo y el hedonismo existente refuerzan el exceso de producción y esto es considerado por él como negativo y contraproducente para una mejor calidad de vida y una mayor libertad en todos los aspectos.

Produciendo tres veces menos se podría vivir en los países, según Gorz. El exceso de producción beneficia a una élite en detrimento de la inmensa mayoría de las personas. Es algo que se deduce claramente de las tesis de este intelectual.

 

jueves, 13 de agosto de 2020

EL COVID VINO PARA QUEDARSE


Parece que en las próximas semanas la situación sanitaria por causa del coronavirus puede ser similar a la del inicio de la pandemia hace unos pocos meses. La falta de responsabilidad de una parte de la población es la causante de lo que está sucediendo.

De poco sirve que las autoridades apelen al sentido común y a la lógica. Según una investigación de la Universidad de Florida las partículas de Covid pueden llegar a 5 metros de distancia.

Se está viendo continuamente en las calles de España y del mundo que existen muchas personas que no respetan la distancia social de seguridad y que no llevan puesta correctamente la mascarilla a pesar de las normas en vigor.

Ha subido mucho el contagio de sanitarios en nuestro país. En determinadas zonas de ciudades y en pueblos se celebran botellones que causan contagios y que extienden más el coronavirus. Las conductas imprudentes están a la orden del día y el número de brotes y contagios crece cada vez más rápido en las últimas semanas.

En Madrid sube la cifra de pacientes en las urgencias. En Aragón el nivel de contagios es alarmante. En Cataluña también es preocupante. En el País Vasco ya e se está poniendo sobre la mesa la posibilidad de imponer el toque de queda que prohíba salir de casa por la noche.

Las UCIS en la Comunidad aragonesa están al 55% de ocupación, con lo que esto supone ante el otoño que nos espera. Con más de 2.000 contagios diarios en España las autoridades creo que van a tener que tomar medidas de protección de la salud pública más severas y rigurosas.

En Baleares, por ejemplo, ya se han detectado 19 brotes  originados  sobre todo en las playas y en el ocio. Las conductas irresponsables presuntamente están poniendo en peligro la salud pública y eso es muy grave. 

El coronavirus no es una broma y puede matar a las personas, pero parece que ha triunfado la idea de que los que se infecten que se busquen la vida, aunque haya sido por los comportamientos incívicos de  una parte de la población.

De hecho, una parte de los profesionales sanitarios ya han avisado  de que las medidas ya impuestas «no son suficientes para controlar la transmisión de la infección». También insisten en que no debe repetirse el desabastecimiento de recursos materiales y humanos. Consideran que existe una alta probabilidad de que volvamos a sufrir algo parecido a lo que sucedió en marzo y abril. La edad media de los contagiados es bastante más baja.

Una parte de los jóvenes, aunque sea reducida, parece que no le tiene miedo al coronavirus o piensan que son inmortales, según dicen los psicólogos,  y ya han muerto personas jóvenes y otras han enfermado muy gravemente por causa de esta pandemia.

Como dice Iker Jiménez «Está en juego nuestro futuro a corto plazo». En España ya se han contabilizado más de 42.000 muertos por el Covid-19 y más de 329.000 contagios.

Muchas personas se pueden estar preguntando como puede ser posible que estemos con tantos rebrotes después del estado de alarma. A mí no me sorprende, en absoluto, porque conozco la naturaleza humana.

La solución pasaba por lavarse las manos, mantener la distancia y usar mascarilla. Y eso se ha repetido innumerables veces en los medios de comunicación de masas. Y no ha dado resultado.

En  Extremadura no tienen duda de que se enfrentan ya a una segunda ola de contagios, pero, eso sí, parece que creen estar mucho mejor preparados que en la primera. La situación en Cataluña también es difícil, en las últimas 24 horas la cifra de contagios ha subido hasta los 974.

Por cierto, según una investigación ya realizada, cuando se cerró Wuhan había más de 12.000 casos frente a los 422 que notificaron las autoridades.

En mi opinión, o se toman medidas mucho más duras como toques de queda o confinamientos selectivos o volver al sistema  de  fases que ya vivimos o el panorama que podemos ver en las próximas semanas o meses puede ser dantesco.

A mi juicio, lo mejor sería que el Gobierno central vuelva a tomar las riendas del país para garantizar la seguridad y la calidad de la asistencia sanitaria a todos los que viven en España.  Simón ya ha dicho que no descartan volver a aplicar el estado de alarma si lo consideran necesario. La salud no tiene precio y seguir vivos tampoco.

 

jueves, 6 de agosto de 2020

RAZÓN Y VERDAD


                                          

En el libro de Schopenhauer  El arte de tener razón se exponen los mejores procedimientos para razonar con rigor y llegar a la verdad. El mismo filósofo alemán era un gran dialéctico  y conoce perfectamente las leyes de la lógica. Como él escribe: «La lógica  se ocupa de la mera forma  de las proposiciones, la dialéctica de su contenido, su materia».

También afirma el pensador germano que de la perversidad natural del género humano se deriva que en las argumentaciones se quieran introducir, en muchas ocasiones, falsos razonamientos para vencer al adversario en las discusiones o disputas. Y es cierto que es habitual  que la gente se lo tome a mal cuando uno no es de su opinión.

Es indudable que la forma de las proposiciones o frases es la plasmación de lo universal y el contenido refleja lo particular. La verdad lógica  y la objetiva son fundamentales para tener razón, pero ya en tiempos de Schopenhuaer en el siglo XIX era dejada de lado en algunos casos, con la intención de defender  ideas inconsistentes y destruir, por todos los medios, las del adversario en la controversia.

Se puede ser un hábil dialéctico con el objeto de triunfar en la discusión y tener razón, pero no es suficiente. Según Schopenhauer muy pocas personas saben discutir de verdad y, por tanto, no merece la pena disputar con ellas. Es básico no proponer cosas absurdas en la discusión desde un planteamiento lógico y también es absolutamente indispensable apreciar la verdad siempre.

La lógica es la ciencia de las leyes del raciocinio. Y, por tanto, ante las reglas lógicas no vale la fuerza  ni la prepotencia, ni las falsedades o excusas. En lo relativo  al fundamento de toda dialéctica o lógica de las discusiones se puede hablar de dos modos y métodos.  

En relación con los modos es evidente que, si se discute una cuestión, hay que analizar la cosa en relación con su verdad objetiva. Para Schopenhauer los argumentos ad hominen  o contra la persona no tienen ningún valor, como es lógico.

Respecto a los métodos en la refutación o negación directa se puede demostrar que los fundamentos de una afirmación son falsos y en la indirecta se prueba que se deriva una conclusión falsa. No cabe duda de que los mecanismos del entendimiento humano son esencialmente los mismos  que hace cientos o miles de años.

Por eso el estudio de la lógica es tan positivo ya desde la adolescencia para ordenar la mente, de tal forma, que  se sepa razonar con rigor y precisión.  De esta manera se evitarían muchos desencuentros, equívocos y malas interpretaciones en las relaciones sociales.

El interés y el egoísmo tienen límites claros que son  la lógica y las leyes que también responden a planteamientos puramente lógicos en su esencia y en su razón de ser. Frente a la fuerza y la violencia: el arte de razonar y de entender y sobre todo la verdad.

Es curioso como Schopenhauer se da cuenta en su época de esto y escribe: «Nada tan penoso como ver a alguien que discute con otro  basándose en razones y explicaciones y pone todo su empeño en convencerle, creyendo que únicamente tiene que dirigirse  a su inteligencia: y al fin descubre que su interlocutor no quiere entender». En realidad, si una persona no quiere aceptar la verdad y el razonamiento correcto acerca de alguna cuestión  está demostrando mala voluntad  y un egoísmo que quiere anular la razón mejor fundada.

En el libro de Schopenhauer se explican también diversas estratagemas dialécticas  para ganar en los debates.  El arte de discutir se puede ejercitar con debates sobre temas o asuntos bien determinados y con las adecuadas orientaciones se puede alcanzar la excelencia en las argumentaciones. Es una cuestión de práctica sobre todo.

En la palestra de las disputas debe utilizarse la deducción y la inducción de una manera rigurosa, lo que dará lugar a conclusiones correctas. La consideración de las falacias o falsos razonamientos es otra parte clave para evitar siempre los errores argumentativos que conducen a falsas conclusiones.

La cadena deductiva no puede ser rota o destruida por un paso deductivo falso e incorrecto. Las premisas deben ser verdaderas. Todo el proceso de discusión debe basarse en lo verdadero  y no en lo falso para que tenga sentido lógico. También es cierto que en asuntos de opinión y no de razonamiento existe una gran libertad de expresión y esto es positivo.

 


martes, 4 de agosto de 2020

EGOÍSMO Y ÉTICA


El filósofo David Gauthier  en su libro Egoísmo, moralidad y sociedad liberal  desarrolla numerosos comentarios sobre el neocontractualismo liberal contemporáneo. También se ocupa de los problemas de la racionalidad económica desde una perspectiva moral. No es sencillo desde planteamientos sociales y económicos conciliar la moralidad con la racionalidad, pero es posible. En una parte de la obra analiza las ideas de Rawls acerca de la justicia social  con una minuciosidad asombrosa. El autor de la Teoría de la Justicia  afirma que «a menos que una distribución  desigual de uno o de todos  estos bienes redunde en beneficio  de los menos aventajados» no existe auténtica justicia. Considerando el egoísmo humano parece que desde el velo de la ignorancia sobre lo que le deparará el futuro a cada individuo el planteamiento rawlsiano podría ser rechazado, pero sería un claro error. En este orden de cosas, es evidente que el interés de todos debe prevalecer sobre el egoísmo individual más absoluto. Porque la moralidad se sustenta en razones: poner por encima el interés de todas las personas  sobre el autointerés que perjudique  a los demás. Esto también lo afirma  Kurt Baier.

David Gauthier expone las razones que aconsejan la cooperación condicional y se  fundamentan en el desarrollo del mayor progreso individual evitando la lucha de todos contra todos y buscando un equilibro social, que favorece al conjunto de la sociedad y a cada sujeto.

A mi juicio, Gauthier confía demasiado en las capacidades de las personas y debería tener más en cuenta las disposiciones y actitudes de las personas, en la sociedad consumista y materialista en la que vivimos. Lo de no aprovechar las oportunidades que se dan en una sociedad contractualista tecnológicamente avanzada  es algo que sucede con bastante frecuencia y las causas pueden ser múltiples, ya que intervienen muchos factores diversos. No es suficiente con no negar las oportunidades de ascenso social o de progreso material, ya que esto por sí mismo es claramente insuficiente y lo era hace unos veinte años y ahora lo es más todavía. La necesidad de un estado social y del bienestar es algo recogido en los textos constitucionales más avanzados y es perfectamente entendible.

Desde mi planteamiento las tesis sobre la justicia de Rawls no pierden vigencia, al contrario, cada vez ganan más fuerza  con el paso de las décadas. Si pensamos en la situación actual dominada por los estragos que está causando en la economía y en la sociedad la  pandemia del coronavirus la idea de justicia social, equidad e igualdad es algo irrenunciable. De no ser así, la sociedad se puede instalar en el sálvese quien pueda y nada más. Algo que, a mi juicio, en parte, ya está pasando en algunos países.

Ética y economía deben ir unidas en sus rasgos esenciales.  Si queremos una sociedad posmoderna mínimamente justa y que sea  solidaria los planteamientos de Rawls tienen que aplicarse en la realidad económica y social de un modo claro y efectivo. Por ejemplo, las pensiones son una prestación indispensable y que ayuda a compensar las desigualdades existentes y es un efecto que conocen los economistas.  Por supuesto, los derechos individuales y sociales son la base o la estructura que sostiene todo Estado de Derecho y social como es España.

Es preciso poner límites al egoísmo en el campo de la economía especialmente. La solidaridad intergeneracional también es otro aspecto esencial que no debe ser descuidado. En este sentido, es evidente que la paz social y el equilibrio de cualquier sociedad se logran cuando reina un cierto orden potenciado por los principios éticos y por la moral aplicada a las costumbres sociales y al ámbito laboral.

Regular la economía de cada Estado estoy convencido de que es imprescindible para evitar catástrofes económicas que aumentan la desigualdad existente.  La redistribución y las ayudas económicas como, por ejemplo, la renta básica,  para los que realmente la necesiten, es un procedimiento muy efectivo para acabar, de una vez por todas, con la pobreza de millones de personas que tienen todo el derecho a una vida digna con unos recursos económicos suficientes. Esto requiere un esfuerzo de una parte de la sociedad, pero los beneficiados somos todos, sin excepción.

La reducción de la desigualdad económica es justa en sí misma, porque de lo que se trata es de evitar que la gente llegue a la pobreza por el sistema económico imperante. Las diferencias de renta existirán siempre, pero se trata de garantizar el bienestar de todos.