Es muy interesante
viajar por varios países de Europa Central, ya que se palpa el ambiente
existente. Se captan o perciben muchos
aspectos significativos de la situación social, económica y cultural de, por
ejemplo, Praga, Budapest, Viena, Múnich y otras ciudades que se visitan.
Está claro que ciudades
balneario como Carlo Vivary son un descanso para el cuerpo y la mente y
sumergen a los viajeros en sensaciones agradables y reconfortantes, incluso con
la simple imaginación y la contemplación tranquila de la belleza de estos
lugares de reposo y bienestar.
No cabe duda de que el
nivel económico de la República Checa es claramente más bajo que el de Austria.
De todos modos, el encanto y la hermosura de los monumentos de Praga, por
ejemplo, compensan sobradamente el menor nivel de vida del que gozan los
checos. Parte de las infraestructuras de Chequia están siendo mejoradas y
renovadas, especialmente las carreteras y autopistas para dar una mayor fluidez
de movimientos a su red viaria.
Viena es la exposición
de la grandeza del imperio austro-húngaro y rebosa de palacios y monumentos
espectaculares. Es también la ciudad de la música por excelencia y también la
de la cultura y la filosofía. Intelectuales como Goethe están presentes en
forma de escultura y se conservan los lugares en los que residían Freud y
otros, especialmente, grandes compositores.
La Ópera de Viena es
un edificio magnífico de una gran belleza, pero también impresiona la tramoya
que está detrás del escenario en la que trabajan cientos o miles de
personas para que las representaciones
operísticas con sus cambios de decorados, etcétera, salgan a la perfección. Y
ahora es posible ver y escuchar la descripción del extraordinario trabajo que
se realiza en la temporada de representaciones. Valorando que en Viena se ponen
en escena del orden de setenta u ochenta óperas cada año y en cambio en Nueva
York el número de representaciones del mismo tipo es de ocho o nueve al año. La bella ciudad de
Salzburgo en la que nació Mozart es otra maravilla. Y los lagos y pueblecitos
del Tirol austríaco junto con Innsbruck son hermosos también.
Budapest, en cambio,
es una ciudad que es de menor población que Viena. De todos modos, su pasado
histórico es muy rico. Y es una encrucijada de culturas. No debe olvidarse que
hace varios siglos llegaron los otomanos que se quedaron a las puertas de
Viena. Y todo esto ha dejado una clara influencia de lo oriental y del
islamismo o de la cultura musulmana especialmente en Budapest, al menos en
algunos aspectos.
En Alemania a unas decenas de kilómetros de Múnich y muy
cerca de la frontera con Austria en Baviera está situado el castillo del rey
Luis II que es una magnífica
construcción terminada en 1886 y construida con ladrillo y otros materiales de
recubrimiento. Es el castillo que
inspiró a Walt Disney como es sabido. Recibe una media de 12.500 visitantes
cada día en el verano y de promedio diario durante todo el año unas 5.500
visitas. Son cifras enormes. Y aunque es un castillo que en su tiempo costó
mucho dinero ha sido plenamente amortizado y es una mina de ingresos para Baviera. La belleza del
castillo es indudable y merece ser visitado por dentro aunque no se puedan
hacer fotos ni videos en su interior. Es como un castillo o palacio de cuento.
Está decorado en las salas y salones con
pinturas que representan escenas y personajes mitológicos que eran del gusto
del rey Luis II de Baviera. No estaba loco, en realidad era un genio y como
suele suceder tenía algunas excentricidades y rarezas. Poseía una mente
artística que disfrutaba de la música de
Wagner y de la literatura, la filosofía y otras artes. La historia de su vida
es apasionante, aunque las causas de su trágica muerte a la edad de 40 años
todavía no han sido aclaradas y persisten las especulaciones.
En Múnich se asiste a la
contemplación de una bella disposición de monumentos preciosos en el centro de
la ciudad. El carillón del Ayuntamiento en la Marienplatz es espectacular por
los sonidos de sus campanas y es como una cajita musical con las figuras que
giran. A las once de la mañana, por ejemplo, se puede disfrutar durante varios
minutos de esta representación escénica del transcurrir del tiempo o de cada
hora. Ciertamente, es muy aconsejable visitar estos países de Europa Central,
aunque solo sea para conocer una parte
de las raíces de la cultura europea.
Un gran filósofo como Husserl nació en la República Checa. Hegel,
Schelling, Fichte, Heidegger y otros grandes pensadores y literatos como Goethe
y Schiller también nacieron y vivieron en estas tierras o influyeron en ellas
como es el caso de Kant que nació y vivió en Königsberg.
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