El IS está utilizando los artefactos
explosivos improvisados causando decenas de miles de muertos.Ciertamente,
podemos pensar que, afortunadamente, el número de combatientes del Estado
Islámico no es muy grande, porque, si lo fuera, la destrucción que podrían
realizar sería mucho mayor de lo que ya es. Que los miembros del IS pongan
trampas en forma de bomba en los objetos de uso cotidiano es tremendo y lo peor
es que no son fácilmente localizables. Los militares ya están preparados para
darse cuenta de su existencia y neutralizar su peligro. Pero la población
civil, en general, no está preparada en estos países para afrontar este tipo de
situaciones extremas.
No cabe duda de que los artefactos
improvisados pueden ser el arma más letal y potente en el yihadismo. Si a esto
unimos las acciones de terrorismo con armas automáticas o metralletas parece
que estamos ante un enemigo muy peligroso. Si bien su peligrosidad no es tan
grande, si se piensa en las dimensiones y la potencia de fuego de los ejércitos
occidentales.
Y en la batalla de Mosul los
yihadistas del Daesh están utilizando explosivos improvisados disimulados de
las formas más inverosímiles. Considero que perderán la batalla, pero sembrarán
el terreno de cadáveres. La producción de explosivos les sale barata a los
yihadistas y luego los utilizan para elaborar bombas caseras o artesanales que
matan a numerosas personas. Menos mal que este sistema de destrucción no lo han
exportado a Europa a través de las células durmientes o no, porque las
consecuencias serían horribles.
En el último año en Irak hubo 11.500
explosiones que causaron unas 35.000 víctimas. Es un dato estremecedor, sin
duda. Y en el Kurdistán iraquí ya se han desactivado más de 8.000 artefactos explosivos desde que los yihadistas ocuparon este
territorio en junio de 2014. Además, por si fuera poco, los islamistas
radicales del ISIS son capaces de colocar muchas bombas improvisadas en el
espacio de una semana.
En la batalla por Mosul los
yihadistas aunque tengan algunos cohetes no son una fuerza militar abundante
que pueda hacer frente a las tropas iraquíes y pesmergas que son mucho mayores
en número de efectivos. Los ataque suicidas y la resistencia encarnizada son
las únicas bazas relativas que tienen.
El fanatismo lleva a este tipo de actitudes absurdas, sin sentido e
inmensamente crueles e inútiles. Es verdad que existen otras organizaciones
terroristas fundamentalistas islámicas, si bien sus componentes no conforman
grupos demasiado numerosos, porque si lo fueran, representarían un gran peligro
para Occidente.
También es indudable que el yihadismo
ya es un problema de primera magnitud especialmente para Europa y también para
el resto del mundo. De todos modos, la acción combinadas de las principales
estados puede acabar con el terrorismo islámico. Hace falta unidad entre los
líderes de los países para tomar medidas efectivas que eviten los actos
terroristas y la expansión del Estado Islámico. Estados Unidos, a mi juicio,
debería tomar una actitud todavía más activa en la lucha contra el Daesh,
porque es el país con más potencia bélica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario