CLIENTES PRESOS

En la cadena de cines Yelmo de Gijón se están produciendo una serie de fallos que no son admisibles, porque se siguen repitiendo y desde la dirección de Madrid o de México no se hace nada al respecto. Ya que tengo entendido que es una cadena de titularidad mexicana.

La página web, en bastantes ocasiones, no la cambian correctamente  y mientras tanto cambian los horarios de algunas películas, con el consiguiente perjuicio para los espectadores, que cuando llegan a las taquillas ven otro horario diferente al que estaba anunciado. Y esto es grave. Además algunas de las mejores películas son proyectadas en Oviedo y no llegan a Gijón.

Hay 6 o más puestos para sacar las entradas y quitando los dos meses de verano que va poca gente, solo se abren dos o tres taquillas y se forman largas colas de espectadores, con lo que hay que ir una hora antes por si acaso. Además, algunos productos se acaban y parece que no tienen existencias en el almacén en previsión para reponer.

Parecemos clientes presos o atrapados  de los únicos cines que funcionan en más de 20 kilómetros a la redonda. Y  a los clientes hay que cuidarlos y saber atenderlos, porque igual que vienen se pueden ir, y aún más cuando se es cliente asiduo de todas las semanas.

Escribo todo esto con el propósito de que esta cadena de cines se entere de que muchos clientes están descontentos con este estado de cosas. El que no tengan prácticamente competencia con otros cines en Gijón no significa que sigan con estos graves fallos en la atención a los espectadores.

Esperemos que estas palabras sirvan de algo. Especialmente, para que la dirección de Madrid o de México tome nota de estas quejas y  comprenda que los usuarios o clientes no se merecen esto. Somos consumidores y tenemos nuestros derechos y no se nos puede privar de los mismos con excusas y disculpas.

Es verdad que el libro de reclamaciones está a disposición de los espectadores, pero no creo que sirva de mucho. En cambio, el exponer estos graves fallos en el funcionamiento de los cines Yelmo de Gijón en un medio de comunicación puede servir para cambiar las cosas. No culpo ni responsabilizo a los empleados que cumplen órdenes y son amables.

Todo esto que he expuesto es cierto y más espectadores pueden corroborar que lo es, por su propia experiencia y porque  he observado que lo descrito ha sucedido con más personas que asisten a ver las películas.